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“Hay esperanza para el federalismo en una alianza de las clases trabajadoras de todo el Estado”

Ferran Pedret

Marcos Pérez Pena

El diputado del PSC Ferran Pedret presentó en Ferrol su libro Nosotros los federalistas. Catalunya en la encrucijada, en el marco de las I Xornadas para conmemorar a Segunda República, organizadas por la Agrupación Socialista de Ferrol. Pedret (1979) es abogado y cuenta con una larga experiencia en el activismo social. Es uno de los impulsores del colectivo Inflexió, fundado en Barcelona en 2009. Actualmente es responsable de Movimientos Sociales del PSC. Es también autor del libro Quan succeeix l'inesperat: el 15M i l'esquerra (Edicions Els Llums, 2011).

Nosaltres, els federalistes es una obra “a contracorriente” escrito “para dar respuesta a quienes, tras la histórica manifestación del 11 de septiembre, se apresuran a enterrar el federalismo” y constituye una “abierta incitación al federalismo y a la radicalidad democrática y, en consecuencia, es una llamada a la acción política”.

La situación política en Catalunya sigue muy revuelta y da la impresión de que las elecciones provocaron una ingobernabilidad aún mayor. ¿Cómo analizas el momento actual?

La situación política en Catalunya es muy compleja y puede dar la sensación de un cierto caos. Tenemos un panorama por delante que no sé si calificar de “ingobernable”, pero sí de una gobernabilidad muy compleja. El socio de Gobierno de CiU, ERC, no quiere asumir las dificultades que comporta un debate presupuestario en estos momentos por los recortes que implicaría, y por lo tanto el día a día del país es muy complicado. Y el debate independentista contribuye a que las posiciones estén muy polarizadas, lo que lleva también a esa ingobernabilidad.

¿Y en qué situación se encuentra el PSC? ¿Encuentra su lugar en esa guerra de banderas?

El socialismo catalán nace de la fusión entre las clases trabajadoras que tienen sus raíces en Catalunya de toda la vida y las nuevas clases trabajadoras que llegaron en los años sesenta y setenta. Y contribuye a la unidad civil del pueblo de Catalunya de una forma importante. El debate sobre la independencia es un debate que el PSC no tiene problema alguno en enfrentar, y lo enfrenta defendiendo su opción, que es la construcción de un estado federal plurinacional en España. Lo que ha generado un gran debate ha sido la cuestión del derecho a decidir. El PSC no es independentista, pero defiende en su programa que se consulte a los ciudadanos y ciudadanas de Catalunya. Hasta ahora este tema no se había suscitado porque los catalanes que querían una consulta no eran mayoría. Y ahora sí lo son, aunque después en la consulta voten una cosa u otra. Lo que nosotros decimos es que esa consulta tiene que ser acordada con el Estado. Y no porque alguien tenga que dar un permiso extraordinario, sino porque para un proceso de esta importancia todos los actores implicados deben reconocerle legitimidad al proceso.

¿Donde están los federalistas en España? Parece que ese discurso encuentra pocos espacios en este ambiente de polarización

Mi intuición es que federalistas haberlos haylos, y muchos más de los que se reconocen a sí mismos como federalistas. Hay mucha gente que se reconoce en las ideas y valores del federalismo y además los practican. Hay una esperanza para el federalismo basada en una alianza de las clases trabajadoras de todo el Estado para producir una dinámica que creo que es muy necesaria.

¿Se ha explicado bien el federalismo? A veces da la impresión de que su defensa no encuentra valores emocionales y se queda en una propuesta puramente legalista

Para mí y para la tradición de los movimientos populares en Catalunya el federalismo va mucho más allá de una determinada arquitectura política o de organización territorial. El federalismo es una forma de organización social, es cómo querríamos que funcionara la sociedad: la libre unión de individuos para cooperar y para el progreso y el bienestar común. Bebemos del federalismo social de Prudhomme y de Pi i Margall y estamos convencidos de que por una determinada idea de la federación social y de la construcción de lo común es por lo que se levantaron barricadas en la Comuna de París o en los barrios de Barcelona.

En cualquiera caso parece ser aún una posición defendida por una minoría...

Puede parecerlo y hasta el momento había datos que lo corroboraban, como la mayoría absoluta del PP. Pero hay encuestas recientes, como una publicada por El Periódico hace unos meses, que mostraba que la mitad de los españoles podría apoyar una reforma federal de la constitución. Estamos viviendo el momento político más abierto de las últimas décadas, un momento en el que todas las opciones están arriba de la mesa. Una de las ideas con más fuerza es la de la regeneración democrática. Y el federalismo puede ser una palanca para esta regeneración democrática y también para una transformación social. Hay margen para el federalismo en España, un federalismo que no encaje la pluralidad sino que la articule como un factor enriquecedor.

Pero las fricciones entre PSC y PSOE son continuas, también en ese tema...

No niego que hay dificultades muy obvias y que se constatan a diario. Pero me da la sensación de que es más un choque de conceptos entre las direcciones de los dos partidos que entre lo que piensan las bases militantes de uno y de otro. Creo que la cosa en el PSOE está muy abierta. Un buen ejemplo es el debate sobre la monarquía y la república. Hace unos años seria impensable que el PSOE abriera este debate. Por lo tanto, creo que es posible que evolucionen las posturas a mayor velocidad de lo que antes parecía. ¿Quién nos iba a decir hace unos meses que la dirección del PSOE estaría apostando por una reforma federal de la Constitución?

¿Qué es Inflexió, el colectivo de izquierdas que formaste con otros activistas?

En el 2009 un grupo de personas, que nos habíamos conocido a través de las luchas sociales y provenientes de orígenes muy distintos, constatamos que coincidíamos en muchos análisis y también en el fracaso de la mayor parte de las estrategias que las distintas izquierdas habían intentado para transformar el sistema. A partir de ahí surgió la necesidad de encontrar un espacio que sirviera de nodo, donde la gente se encontrara y debatiera. Y un espacio también para llamar a la movilización y agitar. Y eso hicimos: desde ocupaciones de un ambulatorio afectado por los recortes exigiendo que se abriera hasta protestas en la sede del Banco Santander en Grácia. Y sobre todo provocamos sinergias y contactos entre personas que venían de sitios muy distintos.

¿Qué va a pasar en el 2014? ¿Va a haber consulta? ¿Qué hará el PSC?

Yo soy de los que quiero que se produzca, sea a través de un referéndum, sea a través de una consulta. Pero el Gobierno central está diciendo de una forma muy rotunda que no está dispuesto a hacer los cambios legales necesarios para que se pueda producir. Si esa va a ser la posición del Gobierno central la situación política en Catalunya será completamente insostenible. Porque va a haber una presión muy fuerte de ERC la CiU para celebrar la consulta sea como sea, aunque no tenga cobertura legal o con un marco legal únicamente catalán, a través de la ley de consultas. Pero eso va a producir un conflicto institucional grande. Con un PP enrocado que proponga suspender la autonomía catalán o inhabilitar al President tendríamos un conflicto muy difícil de resolver. La única solución razonable es que el Estado permita realizar una consulta. Y en esa consulta el PSC llamaría a votar que no a la independencia, con una defensa firme de una reforma federal de la Constitución.

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