Indignación de víctimas del Alvia por la “omisión” de documentos de Adif, que no aclara si evaluó la curva
Con lágrimas de impotencia recibieron este lunes las víctimas del accidente del tren Alvia en Santiago, en el que murieron 80 personas, la admisión por parte de ADIF de que durante tres años omitió “por error” la entrega al juzgado de documentación “relevante” para la investigación, según sus propias palabras. Después de reiteradas promesas de “transparencia” y “colaboración con la justicia” de los máximos responsables de Fomento, Adif y Renfe, los afectados consideran que lo ahora ocurrido prueba una vez más sus denuncias de que el Gobierno está entorpeciendo la investigación.Por lo pronto, este martes el juzgado acaba de retrasar la declaración de dos peritos prevista para este mismo miércoles a la espera de que puedan analizar los documentos ahora conocidos.
Sin embargo, a la espera de la valoración de la misma que puedan hacer los peritos de la causa, la documentación entregada ahora por ADIF no parece tan “relevante” como la califica su abogada. En los algo más de 300 folios distribuidos este lunes por el juzgado al resto de las partes, con el escrito de la abogada del Estado en el que dice que “se omitieron por error” hasta ahora, destacan documentos relativos a los diversos análisis de riesgo que se hicieron de la línea de AVE Ourense-Santiago. La documentación ahora entregada en el juzgado es complementaria de la que ADIF ya había aportado hace tres años y tanto en una como en otra se analizan riesgos genéricos de toda la línea, pero en ninguna se habla en concreto del riesgo por exceso de velocidad existente en la curva de Angrois, el punto más peligroso. Ese es precisamente el elemento en el que se basó la Audiencia Provincial de A Coruña para reabrir en mayo la instrucción de la causa.
El juez y el fiscal de la causa querían juzgar sólo al maquinista como único responsable del accidente por despistarse después de recibir una llamada del interventor y no frenar a tiempo antes de la curva de Angrois. A pesar de que allí, en el punto más peligroso, no existía ningún sistema automático que evitara o paliara un posible error humano, juez y fiscal, al igual que Adif y Renfe, consideran que nada obligaba a tenerlo y que toda la responsabilidad de controlar la velocidad debía ser del maquinista. Sin embargo, en mayo la Audiencia les ordenó investigar en concreto “si ha existido y era normativa y técnicamente necesaria una evaluación integral del riesgo de la línea que tuviera en cuenta la situación de peligro concretamente existente en la curva donde se produjo el accidente”.
En la documentación ahora entregada sigue sin haber referencia alguna a la “situación de peligro concretamente existente en la curva”. El riesgo que se analiza en los nuevos informes es el de un exceso de velocidad en cualquier punto genérico de la línea en caso de no estar activo el sistema de control constante de la velocidad propio del AVE, el ERTMS que el director de seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte, había desactivado un año antes. En esas circunstancias el sistema convencional de control puntual de la velocidad, el ASFA, no podía frenar el tren en cualquier lugar, como no lo hizo en Angrois. En una situación así, la nueva documentación, como la ya entregada, se limita a reiterar que cuando los trenes “circulen al amparo de la señalización lateral o ASFA deben respetar el cuadro de velocidades máximas de la línea”, algo que corresponde hacer al conductor, por lo que se considera ese un “riesgo exportado al maquinista”.
Para aclarar, como pidió la Audiencia, cómo se realizó el análisis de riesgos, si estudió la “situación de peligro concretamente existente en la curva”, si la normativa exigía hacerlo y si “exportó” de manera adecuada esos riesgos al maquinista es para lo que estaban citados este miércoles en el juzgado dos peritos. Los dos consideraron en informes previos que Adif no había evaluado correctamente los riesgos y este miércoles tenían que ratificarlo verbalmente. Sin embargo, a petición de varias de las partes, este mismo martes el juez ha decidido retrasar su declaración a la espera de que puedan estudiar los 300 nuevos folios ahora conocidos.