Renfe elogia a su directivo imputado que mantuvo averiada dos años la seguridad del Alvia
Tras su imputación la pasada semana por el accidente del tren Alvia en la curva de Angrois, en Santiago, quien sigue siendo el director de Seguridad en la Circulación de Renfe, Antonio Lanchares, ha obtenido este miércoles el respaldo expreso del comité de dirección de la compañía. Lanchares fue quien solicitó de Adif un año y un mes antes del accidente que los trenes Alvia circulasen entre Ourense y Santiago con el sistema de control constante de la velocidad (ERTMS) desconectado porque estaba averiado. El ERTMS no fue reparado y puesto en funcionamiento de nuevo a bordo de los Alvia hasta otro año y un mes después del siniestro, en el que el 24 de julio de 2013 murieron 80 personas porque el maquinista del tren no frenó a tiempo antes de la curva de Angrois sin que el sistema de seguridad convencional ASFA evitase o paliase su despiste.
La pasada semana el juez instructor del accidente imputó a Lanchares por considerar que puede tener una responsabilidad equivalente a la de quien era director de Seguridad en la Circulación de Adif, Andrés Cortabitarte, ya imputado desde hace medio año por no evaluar correctamente el riesgo existente en Angrois. Este miércoles un portavoz de Renfe informó a este diario de que su comité de dirección ha rechazado la dimisión de Lanchares por considerar que su “experiencia” en el puesto es importante para la compañía. Similares elogios dirigió la empresa pública a Lanchares en otros medios de comunicación, como Europa Press, donde mostró su “pleno respaldo” y “confianza”, o La Voz de Galicia, a quien dijo que Lanchares es “un gran profesional con un amplio bagaje en esas responsabilidades”.
Lanchares fue quien en junio de 2012, un año y un mes antes del siniestro, pidió a su homólogo de Adif, Andrés Cortabitarte, permiso para desconectar el sistema de control constante de la velocidad propio del AVE (ERTMS) a bordo de los trenes Alvia entre Ourense y Santiago porque daba fallos. La avería, que Adif siempre defendió que se producía en los trenes y no en sus vías, debía estar reparada en un mes, pero no fue así y los Alvia siguieron circulando sin ERTMS hasta que un año y un mes después, el 24 de julio de 2013, uno de ellos descarriló en la curva de Angrois, a la entrada de Santiago. Tras ese siniestro, Adif instaló otras medidas de seguridad convencionales, pero el ERTMS no fue reparado y puesto en servicio nuevamente hasta otro año y un mes después, en agosto de 2014.
Con los elogios que ahora dirige a Lanchares, Renfe sigue los pasos de Adif. Si Lanchares continúa en el mismo puesto de máximo responsable de la seguridad de los trenes, Cortabitarte había dejado el cargo equivalente de responsable de la seguridad de las vías unas semanas antes del accidente, pero fue reubicado por Adif en varios cargos de confianza. Ninguno de los dos volvió a los puestos básicos que les correspondan como trabajadores públicos.