La Xunta admite que el fuego provocó más situaciones de riesgo para personas que las 19 de las que informó
“Terrorismo incendiario”, “atentado”, “actividad incendiaria desaforada” u “homicidas” fueron las palabras más empleadas este martes por la conselleira de Medio Rural de la Xunta, Ángeles Vázquez, en su comparecencia en el Parlamento de Galicia para dar cuenta de la ola de incendios vivida en Galicia en los últimos días. En ningún momento la conselleira ofreció pruebas de esa supuesta organización, pero igualmente concluyó que “nadie ya oculta la intencionalidad de la mayor parte de los fuegos que se producen”. “Galicia no arde, a Galicia le plantan fuego”, dijo, para añadir que quienes lo hacen “como tales terroristas deben ser tratados y juzgados”. Lo hizo antes de admitir que la Xunta se vio superada por la situación.
Si en la mañana de este martes el presidente Feijóo reconocía que durante “12 horas2 su Gobierno ”perdió el control“ de los incendios, por la tarde la conselleira indicó que en estos días la Xunta decretó 19 veces la Situación 2 por cercanía de llamas a las viviendas, pero admitió que ”fueron 19 pero podían ser más porque hubo veces en que ni siquiera dio tiempo a hacer los decretos pertinentes“. También detalló que en toda Galicia la Xunta tiene constancia de una veintena de ”viviendas habitadas“ quemadas, la mayoría de ellas en el sur de Pontevedra.
Vázquez, que entró en el hemiciclo conversando con su antecesora en el cargo, la ahora sólo conselleira de Mar Rosa Quintana, que en varios momentos de la sesión la ayudó a revisar documentos, comenzó su intervención recordando los nombres de Maximina, Angelina, Alberto y Marcelino, los cuatro fallecidos en esta ola de incendios. “Galicia jamás los va a olvidar”, dijo la conselleira, obteniendo aplausos del grupo popular y de varios diputados de los tres grupos de la oposición. La conselleira también agradeció el esfuerzo de todos los que trabajaron contra el fuego, empleados públicos o ciudadanía voluntaria.
Vázquez dijo que en esta ola hubo “incendios forestales e incendios no forestales2 y que ”el 75% de los fuegos son provocados, tres de cada cuatro son intencionados, también este fin de semana“, del que destacó que registró condiciones ”extremas“ por el viento y el calor y con ”frentes kilométricos procedentes de Portugal“. En ningún momento de su comparecencia la conselleira dijo si alguno de los numerosos incendios identificados por la Xunta fue producto de las chispas de fuegos no controlados arrastradas por el fuerte viento. Por el contrario, Vázquez insistió en presentar un panorama en el que ”plantaban fuego hasta en las viñas“. La conselleira también dijo que cuando un incendio se inicia ”lleva por delante montes, da igual que estén bien o mal ordenados“, lo que suscitó el único momento de protestas de la oposición durante su intervención inicial.
Más quemado en tres días que en todo el año
Según la conselleira, la superficie quemada estos días “va a ser superior a toda la ardida durante todo el año”, pero no indicó cuánto era esa cifra previa, que la Xunta no hace pública. Lo que sí hizo Vázquez fue destacar que hasta esta ola el balance de lo que iba de año era bueno. “Galicia estaba tranquila, nosotros estábamos contentos”, dijo. Por los porcentajes y comparaciones que ofreció entre lo ardido hasta el 31 de septiembre respecto a lo ardido el año pasado, hasta la llegada de esta ola incendiaria pudieron quemarse en Galicia cerca de 10.000 hectáreas, frente las 21.000 registradas en todo 2016. Así, la proyección que hizo la conselleira supondría elevar a unas 10.000 hectáreas las quemadas estos días y a unas 20.000 en lo que va de año.
En cuanto al dispositivo de lucha contra el fuego activo estos días, la conselleira lo cifró en 350 brigadas, 250 motobombas, 40 palas y 20 medios aéreos incluidos los del Ministerio de Medio Ambiente. “En total este fin de semana tuvimos 5.600 efectivos, 600 de la Unidad Militar de Emergencias (UME)”, dijo la conselleira, que destacó que fue el mayor operativo desplegado nunca en esta época del año. La conselleira desveló que “en días previos” la Xunta había vuelto a “incorporar” a los 436 brigadistas que sólo trabajan entre julio y septiembre e indicó que también se hizo lo mismo con otros 500 miembros de la empresa pública Seaga (“el 8% del dispositivo total”, destacó), pero sin indicar cuándo, frente a las críticas de la oposición que le recordó que fue el lunes, pasada ya la ola del domingo.
Vázquez concluyó su intervención inicial pidiendo a la ciudadanía que no proteja a los “incendiarios” con su silencio y comenzó su réplica pidiendo que no se acuse a la factoría de celulosa de ENCE y a los eucaliptos de los incendios. También pidió no criticar a los medios de comunicación sino facilitar su trabajo, a pesar de la opacidad informativa de su departamento.
La oposición acusa el PP de provocarla por obviar lo que hizo en 2006
La oposición (los diputados de En Marea con camisetas con el lema “Lume Nunca Máis”) criticó que fuera la conselleira y no el presidente Feijóo quien compareciese -Vázquez y el PP justificaron que el presidente estaba dando el pésame a las familias de los fallecidos- y coincidió en criticar que lo que ocurrió era previsible por la sequía y las previsiones de fuerte viento y calor, pero fundamentalmente por lo que considera una ausencia de ordenación forestal por parte de la Xunta. El portavoz de En Marea, Luis Villares, y la del BNG, Ana Pontón, criticaron también la mala información de la crisis que ofrecieron los medios de comunicación públicos. El primero puso el foco en que la ciudadanía tuvo que hacer por su cuenta lo que no fue capaz de hacer la Xunta. “No creo que nadie en este país estuviese contento con la situación que había en el medio rural”, dijo la segunda en respuesta a las palabras previas de la conselleira, para criticar también que el pasado miércoles Feijóo dijese que en la zona atlántica el riesgo había bajado “de forma evidente”. “Es el momento de un cambio de modelo”, concluyó el diputado socialista José Antonio Quiroga.
Por el grupo parlamentario del PP el encargado de intervenir fue el diputado José Balseiros, quien acusó a la oposición de hacer un uso partidista de la crisis actual, lo que provocó protestas de todas la oposición de manera unánime recordando la actitud de los propios populares en la ola de incendios de 2006. Las palabras de lo que a juicio del diputado popular está haciendo la oposición en la situación actual supusieron una descripción de lo que el PP hizo en 2006. “No seré yo quien diga que ustedes estuvieran deseando que sucediese”, llegó a decir el diputado popular, provocando las mayores protestas de la oposición.
Balseiros llegó a acusar a los diputados de la oposición de ni acercarse a las zonas que ardían para ayudar a apagar los incendios, como según él sí hicieron los cargos populares. El diputado de En Marea David Rodríguez, que fue bombero forestal, dejó el hemiciclo y posteriormente Villares mostraría desde la tribuna su teléfono móvil “estallado por el calor a pesar de llevarlo dentro de un traje ignífugo, así de cerca estuvo David”.