Cinco días sin luz en Galicia tras el temporal
“Unión Fenosa Distribución agradece a sus clientes su comprensión ante la complicada situación tras el paso de temporales en Galicia”. Con este mensaje en Twitter en la mañana del martes, la compañía daba por superada la crisis que en los últimos cinco días, y desde que había comenzado el temporal, dejó a unos 200.000 clientes sin servicio eléctrico en la comunidad en algún momento.
En la noche anterior, decía haber recuperado el servicio de todos los clientes gallegos. Pero no. María Jesús se levantó este martes sin luz otra vez en Trazo, pequeño municipio cercano a Santiago. Y son varios los ayuntamientos que denuncian la existencia todavía de núcleos sin suministro desde que el jueves comenzaran las inclemencias.
“Volvemos a estar sin luz. Llamé a averías y vuelven a decirme que no tienen previsión de cuándo podrán recuperarla y que ya tienen gente trabajando”, dice esta vecina de Trazo. En la madrugada del jueves al viernes su casa se quedó sin suministro y así estuvo hasta el sábado por la noche. Más de 42 horas que dieron una tregua el domingo y el lunes. Hasta este martes. A pocos kilómetros, un embalse; a lo lejos y visible, en la misma comarca, la central térmica de Meirama. Y en una pequeña carretera que va hacia Santiago, postes de suministro tirados en la cuneta todavía a día de hoy.
“Sientes indignación. Volvemos a estar como cuando mis padres eran pequeños, cuando no se tenía nada”, explica María Jesús, que cuenta que la familia tuvo que comprar un generador para salvar la comida almacenada en varios congeladores. Las lluvias torrenciales, los fuertes vientos y las consecuencias en la red eléctrica coincidieron en muchas casas de Galicia con la matanza del cerdo y la carne recién almacenada en los arcones.
“La salvamos, pero trabajo nos ha costado”, explica María Jesús. En Ordes, Ayuntamiento limítrofe, ya no quedaban generadores cuando fueron a comprarlo. Lo consiguieron en Sigüeiro, unos kilómetros más alejado, después de esperar cola junto a varios vecinos más de la zona también afectados. “En las tiendas contaban cuánta gente había antes de despachar para saber si tenían aparatos para todos”, dice.
Pagaron 600 euros por uno de los modelos más limitados -“no son nada baratos”- y todavía les queda echar cuentas de la gasolina gastada. Entre los vecinos, varios de ellos con grandes explotaciones ganaderas, muchos han recurrido a generadores alquilados o comprados mucho antes, en previsión. Porque en este Ayuntamiento no es extraño quedarse sin suministro eléctrico. “Pasa incluso cuando no hay temporal, hay días soleados en los que la luz se va sin saber por qué; basta con que el viento sople algo a la línea”, dice esta vecina, que se ríe cuando se le pregunta qué mantenimiento se hace de las instalaciones en la zona o si operarios de Gas Natural Fenosa se han interesado por la situación. “Aquí, cero... ¡Pero si llevamos ya mucho tiempo esperando a que nos vengan a cambiar el contador!”.
El temporal y los cortes de luz afectaron a buena parte del territorio gallego y las consecuencias se hacen peores en los zonas rurales y más alejadas de núcleos urbanos. Mientras el foco mediático recaía en los partidos de fútbol suspendidos en A Coruña y, sobre todo, en Vigo, una mujer ya había fallecido al caer por las escaleras tras acumular dos días sin luz en casa. Y otro hombre al golpearle un árbol. Este martes, otro resultó herido en Vilalba al intentar apartar un cable que había sido tirado por el viento. Además, el temporal ha causado importantes pérdidas en restaurantes, problemas en muchos inmuebles y riesgo para la salud de muchos enfermos obligados a conectarse a una máquina para respirar.
“En Madrid sería impensable; somos una colonia”
Miles de incidencias y hasta medio millón de personas afectadas por la falta de suministro eléctrico en el país de los mil ríos, productor de energía, con incontables embalses y parques eólicos y donde no suele faltar ni la lluvia ni el viento.
Muchos alcaldes, también del PP, se han hartado. Rafael Cuiña, regidor de Lalín por Compromiso por Galicia, califica de “intolerable” lo sucedido y exige “sanciones” para Gas Natural Fenosa, empresa heredera de la antigua Fenosa (Fuerzas Eléctricas del Noroeste), fundada en Galicia en 1943, fusionada con Unión Eléctrica y posteriormente adquirida por Gas Natural.
“No es normal esta infraestructura eléctrica en un país que produce. En Madrid sería impensable que tantas zonas llevasen tres días sin luz. Somos una colonia”, expresó en las redes sociales en un discurso que es repetido constantemente por BNG o En Marea. Desde el área de Santiago, una de las más afectadas, varios regidores se han preguntado también qué ocurriría si fuese una ciudad la que soportase tantos días sin suministro eléctrico.
Pero a fuerza de golpes, zonas del rural gallego se han acostumbrado a todo, incluso a considerar un privilegio que los daños no hubiesen sido los de otras veces. En Labrada, en el Ayuntamiento lucense de Abadín, el suministro eléctrico ha fallado en casa de Daniel desde las diez de la noche del viernes hasta el sábado por la mañana. Él, con más de 90 años, se resigna. “Aquí los daños no han sido muy importantes; el viento levantó una uralita de la cabaña y la luz se fue una noche y volvió al día siguiente; salvamos la comida de los congeladores”, cuenta ante una hilera de aerogeneradores en el horizonte, tras advertir que su contrato eléctrico -como muchos en aquella zona- no es con Fenosa. “Ha afectado más a los de esa compañía, pero aquí las instalaciones están bien arreadas”, aclara. En Ortigueira, en el norte de la comunidad, Dolores también le quita importancia: “Estuvimos una mañana sin luz y llevamos días con muy mala cobertura de móvil, pero ha sido peor en otras partes”.
En Trazo, mientras, María Jesús y su familia continúan sin electricidad. “Y al final, dependemos de ella para todo; tenemos cocina de leña y está conectada a la calefacción, pero si el pequeño motor instalado no funciona, no sirve de nada”, explica quien destaca la paradoja de que el precio de la luz se incremente por la falta de lluvias pero el suministro se caiga cuando llueve a cántaros. Ya prepara la reclamación a Gas Natural Fenosa y espera que en la próxima factura se noten los descuentos por los perjuicios sufridos. “Y todavía tenemos que escuchar que las empresas incrementan los precios por falta de agua y viento”, añade entre una risa irónica. “Es mejor tomárselo así, a cachondeo”.
“Abren expediente para calmar los ánimos”
Ante esta situación, la Xunta ha abierto expediente informativo a Fenosa, un “procedimiento habitual” para evaluar si las compañías responden adecuadamente a las interrupciones del suministro. Desde la oposición se han reclamado “sanciones” por los cortes de luz y que el Gobierno actúe tal y “como le exigía” el PP al bipartito. Pero este martes, el Parlamento gallego ha rechazado con los votos del PP una petición de los tres grupos de izquierda -En Marea, PSdeG y BNG- para modificar el orden del día y que compareciese en el pleno de la Cámara el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, que el fin de semana, en pleno temporal, acudió a actos del PP en Andalucía.
Antón Sánchez, diputado de En Marea, recordó las acusaciones de “incapaz y pasivo” que el PP le dedicó al gobierno bipartito después de cortes de suministro y tras pedir la comparecencia del entonces presidente Touriño. “Hoy muestra su verdadera cara”, dice el parlamentario, que ha acusado al Gobierno de anunciar un expediente “para calmar los ánimos de la gente que tuvo que buscar la vida”. “¿Y quién le abre expediente a la Xunta si lo que se descubre no es cuestión de cuatro días, sino que la Xunta no cumplió con su deber de vigilar que Fenosa mantuviese las líneas y utilizase los planes de inversión para hacer un correcto mantenimiento?”, se preguntó.
El BNG ha lamentado que el PP “impida que el Gobierno comparezca en el Parlamento”. La parlamentaria Olalla Rodil ha advertido que, después de cinco días, “todavía hay cinco casas en Guntín sin luz, una docena en Navia de Suarna y cortes de electricidad en viviendas de Lugo y A Estrada”. También, por lo menos algunas casas, en Trazo. “Es tanta la indignación... Les diría a los señores de Fenosa si me dejan ir a su casa, estoy seguro de que allí sí tienen suministro”, concluye María Jesús.