El sector lácteo gallego se echa a la calle para exigir precios dignos
Los más veteranos calculaban, nada más llegar, que se disponían a participar en la manifestación más multitudinaria en defensa del sector lechero gallego de los últimos diez años. El fin de las cuotas lácteas dictaminado por las autoridades de la Unión Europea y las presiones de la industria y de la distribución provocaba que una de las palabras más repetidas el mediodía de este viernes en la explanada compostelana de Salgueiriños fuera “desesperación”. Familias enteras, casi un centenar de alcaldes y alcaldesas y líderes de las principales formaciones políticas excepto el PP marcharon juntos para darle forma a un multitudinario grito por la dignidad del sector lechero.
“Ya está bien de tanto robar, nuestra leche la hay que pagar”, repetían muchas de las personas que marcharon por las calles de la capital bajo una estricta vigilancia policial en la que los chalecos antibalas contrastaban con la imagen de niñas y niños cogidos de las manos de sus padres o mostrando globos con lemas a favor de unas condiciones justas para la leche gallega. Al frente de la enorme comitiva los representantes de las centrales sindicales agrarias explicaban los motivos por los que se echan a la calle: “El ganadero que cobra 20 céntimos no puede esperar a septiembre, a la próxima reunión de la Unión Europea, como propone la ministra”, explica Roberto García, de Unións Agrarias.
La exigencia genérica de dignidad y precios justos se concreta en una más concreta. “Dado que la conselleira no se siente capaz de sentar en la misma mesa” a industria, producción y distribución “que sea el presidente de la Xunta quien lidere la solución”, piden. Sobre la mesa, destacan, está el futuro de “más de 10.000 familias y 50.000 empleos” en el rural gallego. Si las soluciones no llegan y el umbral de los precios mínimos no sube “nos veríamos obligados no solo a continuar las movilizaciones”, sino a darles “otra vuelta”, advierte García. Sobre la mesa están ya posibilidades como la huelga de entregas o la tractorada masiva.
Las ganaderas y ganaderos han mostrado durante los últimos meses “responsabilidad ilimitada”, incluso renunciando a convocar movilizaciones “durante la campaña electoral”. Pero ahora, dadas las circunstancias, “estamos dispuestos a poner todo el peso político que haga falta para exigir una solución política”. “El sector -concluyen- tiene futuro y no podemos permitir que la inacción de la Administración y el ataque de la industria y de la distribución cierre las explotaciones en Galicia.
Apoyo de los ayuntamientos
Tras la pancarta de los sindicatos agrarios alcaldes y alcaldesas de diversos colores políticos, también del PP, expresaban el sentimiento de los ayuntamientos ganaderos de Galicia. Poniéndoles voz, el regidor de Boimorto, Xosé Luis Rivas, Mini (BNG), relataba ante la prensa la “gente descorazonada” con la que se está encontrando en las últimas semanas a causa de la situación del sector. “Saben que se aprovechan de ellos, están desesperados y no entienden qué está pasando”. Lo único que tienen claro es que “están disminuyendo la producción en un 30 % o 40%”, pasando de 2.000 a 500 o 600 litros de leche. “Y esto supone secar, matar o vender vacas en un mercado saturado”, una “hecatombe mucho más seria de lo que se piensa”. “Hoy es el principio”, advierte Mini, porque “si es el final, estamos muertos”.
El secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, el portavoz nacional del Bloque, Xavier Vence, los diputados de AGE Antón Sánchez (Anova) y Xabier Ron (IU), el secretario general de Compromiso por Galicia, Xoán Bascuas, la eurodiputada Lidia Senra o la portavoz del BNG en Bruselas, Ana Miranda, fueron otros de los dirigentes políticos que se unieron a la multitudinaria manifestación hasta la Praza da Quintana, donde el periodista de TVE Xabier Fortes leyó el manifiesto final en el nombre de las personas que atestaban el lugar.