Menéame estudia recompensar a los autores mediante un sistema de 'micropagos'
Desde su nacimiento en 2005, como una versión en español del Digg estadounidense, Menéame ha evolucionado hasta convertirse en una de las principales fuentes de información en castellano, además de una ajeatreada comunidad de debate. Términos como ‘fisgona’, ‘menear’, ‘karma’ o ‘negativo’ ya son parte del lenguaje que utilizan cotidianamente los miles de usuarios registrados en el mayor agregador de contenidos de nuestro país.
En sus páginas se comparte un ingente número de enlaces a artículos de medios de comunicación que, cuando llegan a portada, aumentan considerablemente su tráfico (en 2013 fueron 113.556.000 visitas únicas) y, por lo tanto, también sus ingresos publicitarios113.556.000 visitas únicas. No obstante, los blogueros, periodistas independientes o empresas que no tienen anuncios en sus páginas reciben poco más allá de los codiciados ‘meneos’ y comentarios.
Al menos de momento. Los fundadores de Menéame están trabajando para implementar un sistema de micropagos para que los usuarios puedan contribuir con una pequeña cantidad de dinero a su voto. “Es algo que llevábamos estudiando desde hace años”, asegura a HojaDeRouter.com Ricardo Galli, cofundador de la plataforma y profesor de informática de la Universidad de las Islas Baleares.
Pequeñas recompensas monetarias
“Queremos que quien lo desee pueda pagar al autor de un artículo porque le haya gustado su pieza, o que donen dinero a otro usuario”, continúa. Para hacerlo se han fijado en Dropcoin, un proyecto de emprendedores españoles cuyos cimientos aún no se han asentado del todo. Ya les han confirmado que su aplicación en la plataforma es factible y “tiene buena pinta”. “Queremos probarlo y usarlo”, afirma contundente Galli. No obstante, habrá que esperar a ver cómo evoluciona la empresa, que no ha querido hacer declaraciones al respecto. Como señala el cofundador del agregador, “ahora, básicamente, depende de ellos”.
Lo que les había echado para atrás hasta ahora eran las comisiones aplicadas por el resto de sistemas de 'micromecenazgo', que suelen ser elevadas. Sin embargo, con Dropcoin, el 85% de la aportación llega al propietario del botón de pago. Con solo un clic pueden donarse cantidades de 10 céntimos en adelante, que se cobrarán mensualmente en cargos únicos de 6 euros, garantizando así que la entidad bancaria se lleve una comisión fija. Si en seis meses no se ha alcanzado dicha cantidad, se cobrará el montante acumulado
También están pensando establecer “una especie de cuentas ‘premium'” en base a estas donaciones. Aquellos que den un euro, 50 céntimos o una cantidad similar (que aún no han fijado), verán desaparecer la publicidad de su página durante un mes. “Hay muchos usuarios que utilizan Adblock y admiten que están perjudicando a Menéame”, explica Galli. “Ellos mismos son partidarios de incluir esta opción en el servicio”. Ninguna de las nuevas medidas afectará al ‘karma’ o a los votos.
Es una iniciativa que tiene precedentes en el extranjero. Reddit, un agregador de noticias de origen estadounidense utilizado a nivel internacional, que se cuenta entre las páginas con más tráfico del mundo, incluyó en 2010 el paquete ‘Reddit Gold’. En este caso, se trata de una serie de ventajas que se obtienen pagando una cuota mensual (3,2 euros) o anual (24 euros), que puede abonarse incluso con Bitcoin. Los usuarios también dejan de ver publicidad, pueden ver más comentarios por página y acceden a otras ventajas que ofrecen webs asociadas al portal. No obstante, el dinero no está destinado a los autores, como si será el caso de Menéame si sale adelante la iniciativa.
Al margen del asunto AEDE
“No tiene nada que ver con el canon AEDE”AEDE, recalca Galli, consciente de que algunos podrían ver esta novedad como una reacción a la polémica medida del Gobierno. Explica que esto es un pago voluntario que deciden los usuarios, mientras que “la tasa es obligatoria y la fija una entidad externa”. Aún no saben cómo les va a afectar la condición impuesta por las modificaciones a la Ley de Propiedad Intelectual, que entra en vigor el próximo 1 de enero y para la que aún no se ha desarrollado un reglamento.
Si se cumplen los peores pronósticos, la norma obligaría a los agregadores como Menéame a pagar un canon por compartir información de los medios asociados, aunque aún no hay nada seguro. “No han avisado de si vamos a pagar y todo depende de una sociedad privada”, critica el informático. “Ni siquiera nos dejarían enlazar a artículos con licencias Creative Commons, que autorizan a usar la información citando a la fuente”, añade.
En realidad son los usuarios los que comparten los contenidos, igual que ocurre en Twitter o Facebook, dos gigantes que sin embargo parecen haber salido airosos. “El ministerio no ha aclarado nada en ninguno de sus comunicados. Hablan de redes sociales, pero no hay ninguna definición legal de red social”.
Si finalmente les obligan a pagar, los responsables se plantean llevar el agregador a otro país, “la opción más asequible y barata” en opinión de Galli. Además, piensan resolver el asunto judicialmente “si es posible”, porque el proceso puede salir caro. “Un juicio de este tipo puede terminar en el Constitucional o incluso en Luxemburgo”, afirma el informático.
El futuro de Menéame no está claro, pero si la plataforma sigue activa el año que viene - que es lo más probable -, quizá los usuarios puedan recompensar a los autores por la elaboración de buenos contenidos. Un sistema de ‘micromezenazgo’ que mejorará la imagen de una plataforma que, según sus críticos, solo se nutre de información ajena.
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Las imágenes de este artículo son propiedad de Benjamí Villoslada Gil