Ciudades fantasma: un nuevo 'software' elimina a los mortales de las cámaras de vigilancia
Ya sabemos que estamos permanentemente vigilados. Por la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (la famosa NSA), por nuestros contactos de WhatsApp o por nuestra empresa, que incluso puede utilizar nuestras fotografías de Facebook para despedirnos. En los últimos años, además, el Gran Hermano de Orwell o el Sauron que todo lo ve tienen como representantes terrenales a unos aparatos pequeños, que pasan desapercibidos pero registran sin descanso todo lo que ocurre delante de sus ojos de cristal. Son las cámaras de videovigilancia.
En 2013, la Agencia Española de Protección de Datos registró más de 170.000 ficheros de videovigilancia privada, sumados a casi 3.000 de titularidad pública. En Reino Unido, la Autoridad Británica para la Industria de la Seguridad (BSIA), calcula que hay más de 5,9 millones de cámaras en el país, una por cada once habitantes.
Miles de ojos electrónicos graban nuestros movimientos (o simulan que los graban, porque las cámaras 'fake' también se venden). Ahora la empresa Prism Skylabs, una 'startup' nacida en 2011 en San Francisco, ha creado un 'software' que detecta y elimina de estas imágenes a los seres vivos: las calles quedan sin viandantes, los comercios sin clientes, y si instaláramos este sistema en algunas de las más de 8.000 cámaras del Metro de Madrid, dejaríamos de ver a los felices usuarios del transporte público amontonándose para poder entrar al vagón en hora punta.
Prism Skylabs se creó con la idea de exprimir al máximo el rendimiento de las cámaras CCTV: su intención era aunar videovigilancia y 'marketing', transformando esas grabaciones en 'merchandising' visual. Y no le ha ido nada mal: consiguió 15 millones de dólares en una de sus rondas de financiación, con Intel como inversor principal. Según la compañía, empresas como Samsung, Sony o Cisco están interesadas en integrar su 'software' en sus sensores.
SALVAGUARDAR TU PRIVACIDAD... PARA VENDERTE MEJOR
Prism Skylabs ha logrado convertir la videovigilancia en un negocio que vende a otros negocios, ya que principalmente ofrece este 'software' a comercios minoristas. Identifica el movimiento de las personas que caminan en el campo de visión de la cámara y las elimina, protegiendo su privacidad. Es capaz de separar el primer plano del fondo de la imagen, los seres en movimiento de los inertes; pero graba y analiza los datos que pueden ser interesantes para que el comercio maximice sus beneficios.
Ofrece información sobre el trayecto de los clientes por la tienda, 'mapas de calor' que muestran las zonas frías y calientes para la mejor colocación de los productos o, incluso, información sobre el número de personas en el establecimiento para analizar sus decisiones de marketing en cada momento. Vamos, que en las imágenes no vemos a los humanos, pero sí se diseccionan con precisión cada uno de sus movimientos.
Prism Skylabs no buscaba diseñar un sistema de seguridad. “Podemos superponer resúmenes visuales de los datos a esos minoristas con esas imágenes anónimas, ayudando así a que los establecimientos entiendan cómo los clientes experimentan sus tiendas, al mismo tiempo que garantizamos la privacidad del cliente”, ha explicado Steve Russell, consejero delegado de la compañía, a HojaDeRouter.com.
Russell tiene clara la vocación empresarial de su tecnología. “Hay mucha información valiosa oculta en las filmaciones de cámaras de seguridad, pero no se había puesto a disposición de las personas que se pueden beneficiar de ello. Siempre he creído que para construir un negocio exitoso, Prism tenía que ser pionero e implementar nuevas tecnologías destinadas a la protección de la privacidad”.
El comercio puede acceder a todos los datos estudiados desde un teléfono. “Haciendo anónimos los vídeos, podemos proporcionar a los comercios 'imágenes claras' de sus productos a las que además pueden acceder en tiempo real desde sus móviles. Esto les permite auditar sus tiendas de forma remota”, afirma el fundador de esta compañía.
MÁS DINERO SÍ, PERO ¿MÁS SEGURIDAD?
Desde la empresa nos explican que los mayores clientes son de momento minoristas, aunque han recibido solicitudes de aeropuertos, centros comerciales o cafeterías. Steve Russell cree que la tecnología que utilizan para proteger la privacidad les está ayudando a crecer muy rápido. “En Europa hay unas leyes de protección de los consumidores más estrictas, y nuestra tecnología es una solución perfecta para proporcionar acceso visual mientras a la vez respetamos esas leyes, garantizando además el anonimato del cliente”.
¿Qué podría aportar este sistema en España? Un 'software' que lograra que las personas grabadas por las cámaras de videovigilancia fueran anónimas sería un progreso, según María González, asociada senior de Écija Abogados. “Sería una herramienta importante para este tipo de estudios de publicidad, ya que permitiría proteger mejor los datos de carácter personal, al no identificar a la persona”.
Pero, ¿y si además de incrementar las ventas este sistema mejorara la privacidad en otros ámbitos? ¿Y si las cámaras de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o de las empresas de seguridad homologadas para grabar en espacios públicos en España también nos ocultaran, protegiendo nuestros derechos de intimidad, honor e imagen? González nos explica que también sería una herramienta positiva para las cámaras utilizadas con fines de seguridad, ya que mejoraría la protección de datos de carácter personal.
Para ello, el sistema tendría que ser capaz de grabar las imágenes anónimas y también las imágenes donde se reconoce a las personas, para que una persona autorizada pudiera verlas posteriormente (si se produce algún tipo de incidente). Por el momento, parece que no es así: desde Prism Skylabs nos explican que su tecnología de privacidad solo conserva las imágenes ya protegidas.
María González destaca, además, que supondría un progreso en los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición, especialmente si el 'software' eliminara a las personas de la imagen 'a posteriori'. “Lo veo como un avance, porque en videovigilancia es difícil responder a un usuario cuando solicita la cancelación de una imagen pero en esa imagen aparecen otras personas. Esta herramienta podría ayudar”.
En España, cualquier empresa puede poner cámaras en el interior de su establecimiento, aunque hay que inscribirlas en un fichero en el Registro General de la Agencia Española de Protección de Datos e informar a los usuarios de que se les está grabando mediante un distintivo. González cree que, en los casos en que este 'software' se implantara, habría que seguir informando a los usuarios pese a que la cámara los borre. “Soy partidaria de fomentar la información a máximos, es decir, habría que informar de que hay cámaras pero que las imágenes son más anónimas”.
El negocio de las cámaras espía está de moda: en 2008 movió 11.500 millones de dólares en todo el mundo y se calcula que alcanzará los 37.500 millones de dólares en 2015. Cualquiera puede montarse su propia red de videovigilancia con la simple ayuda de un teléfono móvil, e incluso puede cometer el error de comprarse una cámara IP de seguridad, no cambiar la contraseña que viene de fábrica y retransmitir sin saberlo su señal al resto de internautas, como ha demostrado recientemente una web rusa.
Y mientras esto ocurre, Prism Skylabs ya sabe cómo lograr que los vídeos respeten un poco más nuestra privacidad. Dispone de la tecnología necesaria para que nuestras siluetas no sean registradas por una cámara, transmitidas por fibra óptica y utilizadas no sabemos muy bien por quién. Sin embargo, al menos de momento, solo quieren ocultarnos para que otras empresas puedan analizar mejor si nos hemos decantado por el rosa palo o el amarillo mostaza a la hora de elegir un jersey. Poderoso caballero es don Dinero.
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Las imágenes que aparecen en este artículo son propiedad de Intel Free Press, Prism Skylabs y Jason Eppink