Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Feijóo confía en que los jueces tumben a Sánchez tras asumir "los números"
Una visión errónea de la situación económica lleva a un freno del consumo
OPINIÓN | La jeta y chulería de Ábalos la paga la izquierda, por Antonio Maestre

El dron que emocionó a Santiago Segura: un cameo de altos vuelos en Torrente 5

Rodaje del programa 'Un país para comérselo' con dron

Álvaro Hernández

Alejado del 'glamour' de las alfombras rojas, un dron sobrevuela un aeropuerto con una cámara a cuestas. ¡Silencio, se rueda! Tres coches van a toda velocidad por la pista de aterrizaje detrás de un avión imaginario al que persiguen sin que el dron pierda detalle. La escena tiene lugar en un famoso (y desierto) aeropuerto situando en Castilla - La Mancha, y no es otra cosa que una parte del rodaje de 'Torrente 5: Operación Eurovegas'.

“El plano era complicado, porque detrás había mucho efecto de postproducción. El avión que sale en la escena realmente no existe, va después en 3 dimensiones, por lo que los movimientos tenían que ser muy precisos”. Las declaraciones no son, obviamente, del dron que ha participado en el rodaje de la última película de Santiago Segura, sino de uno de sus padres, Ramón Cantón.

'El Niño', 'Ocho apellidos vascos', 'Las brujas de Zugarramurdi', 'Torrente 5'... Aunque este recuento pueda parecer un paseo por los estrenos más taquilleros del cine español en los últimos tiempos, estas películas tienen otro punto en común: todas cuentan con alguna escena filmada gracias a los drones.

En concreto, a los de Helifilm, la empresa de Ramón Cantón y Juan Jesús Fernández, dos emprendedores almerienses que han terminado trabajando en el mundo del celuloide por pura casualidad y, eso sí, después de muchos años cacharreando con aparatos voladores.

Aunque los drones estén ahora más de moda que nunca, eso de grabar desde el aire con un aparato no tripulado y dirigido con los pies en la tierra no es algo nuevo precisamente. “Mi socio era aeromodelista, le gustaban los helicópteros y empezó hace unos 12 o 13 años a intentar meterle una cámara de vídeo para ver si el helicóptero podía con ella y conseguir así planos que no se podían lograr de otra manera”, cuenta Cantón.

Tal y como asegura él mismo, llevar más de una década haciendo volar aparatos con cámaras es una de las claves para terminar rodando escenas para las mejores películas españolas. Solo hay que echarle un vistazo a los trabajos que han realizado ya para entenderlo: además de las películas españolas más taquilleras del año, los cuatro drones que tiene operativos Helifilm han trabajado en los rodajes de anuncios de compañías como Mercedes, Louis Vuitton o Audi. También han trabajado en Bollywood y, por si fuera poco, el pasado año colaboraron en el rodaje del anuncio más comentado de 2013. El más trasgresor. El más polémico. El anuncio de la lotería de Navidad.

Ponga un dron en su vida

Hay varios motivos que explican la llegada en masa de los drones al séptimo arte. Por una parte, son capaces de ofrecer una perspectiva totalmente novedosa y desconocida. “Percibes cosas que tú a diario no percibirías y que no podrías lograr con una grúa”, explica Cantón. Porque claro, no es lo mismo ver la Giralda desde abajo o Sevilla desde las alturas que las dos cosas juntas a más de cien metros del suelo.

El otro gran factor que explica la expansión de los drones en los rodajes es su efectividad. En el cine, el tiempo es dinero, y estos robots voladores permiten ahorrar una gran cantidad de tiempo. “Teniendo claro el plano y con las condiciones climatológicas adecuadas, se puede conseguir un plano válido en un par de minutos”, explica Ramón, que nos recuerda cuáles serían los sistemas alternativos para conseguir algo parecido (aunque nunca igual): “Tendrían que usar un helicóptero, cuya trayectoria no se puede modificar sencillamente como en el caso del dron, o poner un sistema de carriles, grúas... Todo eso es tiempo y dinero”.

Ahora bien, no todo es fantástico y maravilloso en el mundo de los drones. Porque, efectivamente, las fiestas del celuloide son todo 'glamour', pero el dron y sus pilotos forman uno de esos equipos de currantes del cine a los que luego no vemos desfilar por las alfombras rojas. De hecho, son de los que aguantan los tiempos de espera en los rodajes en mitad de ninguna parte bajo el Sol, haga frío o calor, gastando además una parte importante de los ingresos en I+D.

“Como todo era un poco 'yo me lo guiso, yo me lo como' y había que seleccionar componentes y hasta fabricar piezas, es un pozo sin fondo de inversión”, cuenta Cantón. “Sí es verdad que cada día la cosa está cambiando más: ya hay más componentes que vienen ensamblados, hay más demanda, los precios van bajando...”.

Por si fuera poco eso de estar horas y horas a la intemperie esperando, e invertir constantemente en una tecnología que está en plena ebullición, empresas como Helifilm tienen otro frente abierto: la legislación.

¿Cómo se regula esto?

Hace tan solo unos días, Estados Unidos daba luz verde al uso de drones para los rodajes de cine. Con limitaciones, esta regulación es una buena noticia para el sector, ya que abre la puerta al uso de aeronaves no tripuladas con una licencia para ello.

Una vez más, la tecnología ha atropellado a los gobiernos, que ahora tienen que legislar a toda velocidad para adaptarse a una nueva realidad. En España se reguló hace tan solo un par de meses y de forma temporal el uso de los dronesse reguló hace tan solo un par de meses y de forma temporal el uso de los drones. Mientras se desarrolla la regulación definitiva, trabajar con drones cuenta con más limitaciones de las deseables: se pueden utilizar en espacios aéreos no controlados y sobre zonas no pobladas. Vamos, lejos de los aeropuertos y en mitad de ninguna parte.

“Esto se tenía que regularizar, homologar los aparatos, establecer unas revisiones lógicas... Pero la solución que se da de inicio es demasiado drástica”, explica Cantón, que teme que la legislación siga esta línea. “Puede ser un varapalo grandísimo”.

Tal y como están las cosas actualmente, ciudades como Madrid o Barcelona quedarían excluidas de los rodajes con drones debido al espacio aéreo de sus aeropuertos. Además, los permisos especiales necesarios para este tipo de rodajes son, en muchas ocasiones, más lentos que la velocidad a la que llegan los clientes en busca de imágenes grabadas desde el aire.

Ramón resume la preocupación existente en el mundo del dron español de forma concisa: “Esta regularización la ha sacado gente que entendemos que no está muy relacionada con el sector”.

Por cierto, si en Torrente 5 han podido rodar en un aeropuerto es porque no es otro que el de Ciudad Real, cerrado desde mayo del año 2012.

---------------------------------------------------------

Las fotos de este artículo han sido cedidas por Helifilm a HojaDeRouter.com

En una versión anterior de este artículo, la escena rodada por Helifilm para Torrente 5 se situaba en el aeropuerto de Castellón. Sin embargo, un representante de la empresa había confundido el aeropuerto levantino con el de Ciudad Real, que es donde realmente se filmó la escena con un dron.

Etiquetas
stats