Herramientas para aventureros de la pequeña empresa
Dar forma a una idea y trasformarla en un negocio es tarea ardua. Echar a andar cuesta y más si se está buscando crear una empresa que se preocupe más por dar respuestas sociales que aprovechar una ola favorable o una moda para hacer dinero. Tanto cuesta que según los últimos datos del Directorio Nacional de Empresas del Ministerio de Economía, se destruye más que se crea: si en 2011 había 3.243.185 pequeñas y medianas empresas (el campo de acción de los emprendedores). En 2012 la cifra se situó en 3.191.416. Son el 99,88% del tejido empresarial. De esa gran mayoría, 3.171.000 son micro empresas sin empleados (1.763.000) o con algún asalariado (1.286.000). Los proyectos con 10 a 49 trabajadores suman 121.000 negocios. La tasa neta de creación de empresas fue de un -2,12%. Se dieron de alta algo menos de 350.000 empresas.
Y es que ¿quién no conoce a algún amigo o una compañera de trabajo que tras perder el puesto de trabajo utiliza sus ahorros (o su indemnización) para montar algún proyecto? ¿Cuántos siguen trabajando en ello? Los números del Instituto Nacional de Estadística dicen que una de cada cinco nuevas pymes cierran antes de un año. El 80% no llegará al lustro de actividad. Sancho tiene una empresa que vende software en Madrid y lo tiene claro: “Cada día es una lucha por sobrevivir”. Y luego me resume que “gracias a que montamos la empresa con gente que sabía de llevar un negocio, si no estaría perdido”. Hoy en día tratan de colocar su programa en Japón.
Así que el mejor antídoto para el cierre prematuro de una aventura es saber qué hacer tras colgar el cartel de abierto. La financiación es complicada. Pero si se alcanza “es una pena que se eche a perder por no manejarse”. Formación para aventureros, podría titularse este capítulo. Pero ¿sobre qué? Sobre recursos humanos para contratar bien y adecuadamente a los colaboradores. Sobre contabilidad... “no importa que se vendan hortalizas, productos de comercio justo, energía verde o zapatillas de último modelo”, analizan. Son herramientas que pueden marcar la diferencia entre que se siga adelante o no.
Plataformas para que los emprendedores se acerquen a aprender están proliferando. Tanto públicas como privadas. Por ejemplo, la iniciativa yosoyempleo (que ofrece paquetes de 1.500 a 3.000 euros para la contratación) está desarrollando una vertiente formativa para las pymes. “”Apostamos inicialmente por la formación como herramienta clave para crecer y para la creación de nuevos puestos de trabajo“, explican. Es un proyecto, en ese sentido, que mira a la ”formación como una de las palancas dentro de un proyecto global más amplio que busca incentivar la contratación, potenciar el emprendimiento y favorecer crecimiento de las empresas españolas“, no como un programa de mero coge el dinero y corre.