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La policía de Mohamed VI detiene al líder de las protestas sociales del norte de Marruecos
La policía marroquí ha detenido el lunes al líder del movimiento de protestas en demanda de mejoras sociales para la región del Rif (norte del país), Naser Zafzafi, huido desde el viernes pasado y que estaba en busca y captura.
El fiscal emitió por la mañana un comunicado en el que precisaba que Zafzafi ha sido arrestado “en compañía de otros individuos”, supuestamente los otros líderes del llamado Hirak chaabi, o Movimiento Popular, que desde hace seis meses protagoniza protestas con reivindicaciones sociales en el Rif.
Zafzafi, un desempleado de 37 años que en solo seis meses se ha erigido en líder incontestable del movimiento rifeño, está ya en la ciudad de Casablanca, donde ha sido puesto en manos de la Brigada Nacional de la Policía Judicial (BNPJ), que tiene en esa ciudad su sede central.
Activistas cercanos a Zafzafi explicaron que éste fue detenido en la aldea pesquera de Turugut, unos 20 kilómetros al este de Alhucemas, en el curso de una operación policial en torno a las dos de la madrugada en la que los agentes practicaron numerosas redadas en los precarios cafés de la zona.
Zafzafi, que hace once días fue el principal orador de una de las manifestaciones más grandes de la historia de Alhucemas, huyó de la policía el pasado viernes, después de protagonizar un incidente en la mezquita Mohamed V de la ciudad durante el rezo semanal.
Cuando el predicador de la mezquita acusaba al movimiento rifeño de propiciar la “fitna” o cisma entre los creyentes (uno de los delitos más graves en el islam), Zafzafi le interrumpió, se puso en pie y acusó al Estado de ser el que realmente incita a la “fitna” con su marginación del Rif, y acusó al “majzen” (el sistema controlado por el rey) de instrumentalizar la religión.
Solo por el delito de “perturbar intencionadamente el ejercicio del culto”, el Código Penal marroquí castiga en su artículo 221 al infractor con penas de entre seis meses y tres años de cárcel.
Pero el fiscal ya advirtió en su comunicado de hoy que los arrestados han cometido “un presunto acto de atentado contra la seguridad interior del Estado, más otros considerados delitos según la ley”, lo que podría agravar aún más las penas contra él.
Zafzafi siempre ha negado ser separatista y ha defendido las vías pacíficas de protesta, pero su actitud de despreciar a la clase política en el Rif y en todo Marruecos, y buscar una interlocución directa con el rey Mohamed VI, le ha puesto en el punto de mira.
La huida de Zafzafi el pasado viernes provocó enfrentamientos entre policía y manifestantes en Alhucemas y toda su región, que se acabaron con cerca de cuarenta detenidos.
Entre ellos se encuentra Mohamed el Meyaui y otros quince líderes del Hirak, todos ellos trasladados, al igual que Zafzafi, a la sede de la Policía Judicial de Casablanca, confirmó a Efe su abogado Mohamed Hadash.
El Meyaui y los otros líderes no están acusados por los disturbios, sino de cargos como recibir fondos del extranjero o de “hostilidad contra los símbolos del Estado durante las concentraciones públicas”, en presunta alusión al rey o la bandera.
Aunque Zafzafi y el movimiento rifeño niegan ser separatistas, lo cierto es que en sus concentraciones nunca ondea la bandera marroquí, sino la bandera bereber y la de la efímera República del Rif proclamada por Abdelkrim en 1921.
La detención de los activistas rifeños y la marginación del Rif motivó el domingo manifestaciones de solidaridad en ciudades como Rabat, Casablanca, Tánger y Marrakech, donde participaron miles de personas y que en algunos casos fueron dispersadas por la fuerza por la policía.
Las protestas se originaron en octubre de 2016 cuando un vendedor de pescado, Mohcin Fikri, de 31 años, murió aplastado dentro de un camión de basura después de que la policía confiscara su mercancía.