Cadena perpetua en Suecia a un insurgente sirio por crímenes de guerra en su país
Un juzgado de primera instancia de Estocolmo condenó el jueves a cadena perpetua por crímenes de guerra a un ciudadano sirio refugiado en Suecia que participó en la ejecución de siete soldados gubernamentales en mayo de 2012 en su país.
El acusado, un sirio de 46 años miembro del grupo rebelde islamista Batallón Suleimán, tomó parte en una acción en la provincia de Idlib (noroeste de Siria) en la que fueron hechos prisioneros los soldados y asesinados poco después, lo que constituye un “grave crimen” contra el derecho internacional.
La ejecución fue grabada en vídeo y publicada, entre otros medios, por el “New York Times” en su web al año siguiente.
El tribunal rechazó el argumento del acusado de que la ejecución fue ordenada por una corte legítima tras un juicio justo, ya que pasaron menos de dos días entre la captura y las muertes, aunque admite que “bajo ciertas circunstancias” un actor no gubernamental puede crear sus propios tribunales en un conflicto armado.
El fallo resaltó las condiciones “especialmente crueles” de la ejecución de los soldados, forzados a arrodillarse con las manos atadas a la espalda y que mostraban heridas tras sufrir daño físico serio, además de haber carecido de la posibilidad de defenderse por sí mismos.
La sentencia establece también que el sirio, que residía en Suecia desde 2013 y tenía el estatus de refugiado permanente, será deportado una vez finalizada la condena y no podrá regresar a este país escandinavo.
En Suecia es normal que las condenas a cadena perpetua sean conmutadas tras un tiempo por penas de entre 20 y 30 años.