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Claves de las negociaciones entre Estados Unidos y Cuba para normalizar relaciones

Barack Obama, durante su discurso sobre la normalización de relaciones con Cuba.

elDiario.es

Los Gobiernos de EEUU y Cuba han iniciado un proceso de normalización de relaciones diplomáticas que pondrá fin, si culmina con éxito, a más de medio siglo de enfrentamiento. El primer gesto que escenifica la voluntad de llegar a entendimientos ha sido la liberación del norteamericano Alan Gross por parte de Cuba mientras que Estados Unidos ha dejado en libertad a tres cubanos detenidos en Florida y acusados de espionaje.

Lo que Estados Unidos da a Cuba

Entre los objetivos fijados por la administración Obama se encuentra el restablecimiento de las relaciones bilaterales previas a 1961, incluyendo la apertura de la embajada estadounidense en La Habana. Este nuevo marco de relaciones bilaterales serviría para abrir el mercado cubano a la exportaciones, tales como materiales de construcción y equipamiento destinado a la agricultura, así como el mercado de las telecomunicaciones.

Las condiciones para viajar del país también sufrirían modificaciones. Uno de los principales puntos en este sentido es el que alienta a facilitar que los estadounidenses puedan proporcionar formación a empresas privadas cubanas, en el marco del naciente sector privado de la isla. Además, la administración Obama abrirá una nueva embajada en La Habana y los viajes de altos cargos del Gobierno se incrementarán para negociar con las autoridades cubanas.

También se levantarían los límites a las transferencias de Estados Unidos a Cuba, pasando de 500 dólares a 2.000 dólares trimestrales, con la excepción de algunos funcionarios del Gobierno cubano y del Partido Comunista, que permanecerían al margen de esta normativa. A la par, los ciudadanos norteamericanos podrían importar desde la isla bienes por valor de 400 dólares, incluyendo un máximo de 100 dólares en productos derivados del tabaco.

A todo esto, hay que añadir la orden que ha trasladado Obama a su secretario de Estado, John Kerry, para que revise el estado de Cuba como “estado patrocinador del terrorismo”. Si finalmente se suprime esta denominación, podría ser un primer paso para levantar otro tipo de sanciones impuestas años atrás por Estados Unidos.

Lo que Cuba da a Estados Unidos

Cuba, como contrapartida, se ha comprometido a liberar a 53 presos políticos de una lista que le ha proporcionado Estados Unidos. Además, La Habana también ha liberado a un miembro de la inteligencia norteamericana que permanecía encarcelado en Cuba desde hace más de 20 años.

También permitirá a sus ciudadanos un mayor acceso a internet. Una medida que Estados Unidos ha buscado desde hace tiempo para aumentar la presión dentro del país de cara a conseguir una reforma democrática. La isla también ha abierto la puerta a que los enviados especiales de la ONU y de la Cruz Roja puedan pisar suelo cubano.

Los discursos de Obama y Castro

“Hay una historia complicada entre EEUU y Cuba”, ha señalado Obama en un discurso televisado. El presidente norteamericano ha apuntado que si las relaciones con China, también comunista, se habían retomado décadas atrás, así como Vietnam, ahora también es tiempo de hacerlo con Cuba. “No podemos continuar haciendo lo mismo que durante 50 años y esperar un resultado diferente”. “El aislamiento a Cuba no ha funcionado”, ha sentenciado.

En otro discurso al país, el presidente cubano, Raúl Castro, ha mostrado su agrado y compromiso en retomar el diálogo para normalizar las relaciones diplomáticas tras 53 años. Pero ha advertido que la apertura de negociaciones no supone “que se haya resuelto el bloqueo económico, que es lo importante”, ha afirmado“. ”Como hemos repetido ya, debemos aprender el arte de convivir de forma civilizada con nuestras diferencias“, ha añadido.

La intención de normalizar las relaciones entre Washington y La Habana se ha hecho pública después de saberse que el norteamericano Alan Gross, preso en Cuba por intentar montar una red clandestina de internet desde hace cinco años, había sido puesto en libertad “por razones humanitarias” y había subido a un avión con destino a su país. Poco después, se supo que EEUU liberará a tres espías cubanos encarcelados en EEUU y cuya situación se ha convertido en motivo de frecuentes movilizaciones organizadas por el Gobierno cubano.

La oposición republicana al acuerdo con Cuba

La iniciativa coincide con un momento en que el Congreso de EEUU se encuentra sin actividad a la espera de que el 20 de enero se inicie la nueva legislatura creada por las elecciones legislativas de noviembre, en las que los republicanos obtuvieron una clara victoria. Es en el Congreso, donde son fuertes los sectores más opuestos a poner fin a décadas de hostilidad a Cuba. El senador republicano Marco Rubio, de origen cubano, ya ha manifestado su rechazo más absoluto a cualquier gesto de distensión hacia el Gobierno de Raúl Castro. Lo mismo ha hecho el senador demócrata por New Jersey Robert Menéndez.

En este sentido, Obama ha señalado que el fin del embargo no es tarea fácil al estar “incluido en las leyes”. Sin embargo, ha anunciado que dedicará los esfuerzos necesarios para que el Congreso emprenda el camino para levantar este bloqueo sobre Cuba, que dura ya 53 años. El presidente cubano también ha hecho referencia a este apartado: “Estados Unidos debe hacer un esfuerzo para eliminar el embargo”.

Otros congresistas son mucho menos radicales. “Abrir la puerta al comercio con Cuba, los viajes y el intercambio de ideas supondrá un impulso a favor del cambio en Cuba que más de 50 años de la actual política no han podido conseguir”, ha dicho Richard Durbin, senador demócrata por Illinois y muy cercano a Obama.

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