Entusiasmo latinoamericano con Corbyn: “Es uno de los nuestros”

“Es uno de los nuestros”. Las palabras de la embajadora argentina en Reino Unido, Alicia Castro, resumen la alegría a este lado del Atlántico por la victoria de Jeremy Corbyn. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner se apresuró el domingo a enviar a Londres una afectuosa carta de felicitación al nuevo líder del Partido Laborista, en la que aseguraba: “Ha triunfado la esperanza” .

Y esa frase puede leerse no sólo en clave británica. Porque Corbyn, un legislador cercano a las posiciones de los gobiernos latinoamericanos, ha llegado incluso a meter el dedo en la llaga del principal conflicto que su país mantiene con Argentina: las Islas Malvinas. Hace apenas tres semanas el laborista propuso que se abriera el diálogo bilateral e incluso que se estableciera una administración conjunta de los dos países en el archipiélago. Ni el papa Francisco con su polémica foto había llegado tan lejos en el reconocimiento de la reclamación argentina.

Por supuesto, la reacción de los sectores más conservadores y de la diplomacia frente al dialoguismo de Corbyn ha sido furibunda. Y no ha resultado una polémica pasajera. Ayer mismo el ministro ante la Foreign Office para América Latina, el conservador Hugo Swire, le regalaba al flamante líder laborista un consejo: “Le sugiero que consulte a los isleños antes de hacer promesas de negociación sobre sus derechos de autodeterminación”.   

Alicia Castro, que mantiene una buena relación con Corbyn, asegura en una entrevista al diario Página 12 que su aparición generará “cambios” en ese tema. Y aunque no está claro si eso sucederá en Reino Unido, sí ha generado ya un enfoque diferente desde Buenos Aires. Según reconocen fuentes de la diplomacia argentina, la nueva estrategia del Gobierno es aprovechar esta insólita propuesta laborista para generar un debate y profundizar la división en la opinión pública británica respecto de las islas, situadas a casi 13.000 kilómetros de Westminster y muy cerca de la Antártida.  

El esposo de América

Para que no quedaran dudas de la sintonía con la nueva dirección de la izquierda británica, Kirchner destaca en la misiva que Corbyn “es el gran amigo de América latina y comparte solidariamente nuestra reivindicación de la igualdad y la soberanía política”. Y agrega que su triunfo “es también el triunfo de todos quienes representamos la voluntad de poner la política al servicio de los pueblos y la economía al servicio del bienestar de todos los ciudadanos. También, de quienes abogamos por la paz y la resolución pacífica de los conflictos”.

Lo cierto es que la relación de Corbyn con Latinoamérica es estrecha, y no sólo por sus ideas políticas. De sus tres matrimonios, dos han sido con mujeres latinas. Esta particularidad en su biografía personal explica su fluido español y la cercanía con la realidad de la región. Además, en sus perfiles destacan detalles de 'perfecto izquierdista', como el de que sus abuelos se conocieran militando a favor de la República española. 

Tras separarse de su priera esposa, Jane Chapmam, Corbyn se casó con Claudia Bracchitta, una exiliada chilena que es la madre de sus tres hijos. Él contó que en 1999 se divorciaron porque él quería enviar a los niños a una escuela pública y ella a una más exigente académicamente.

Pero la ruptura con la sobrina de Oscar Soto, quien fue el cardiólogo del Presidente Salvador Allende, no afectó a su conexión con ese país sudamericano. Corbyn fue uno de los rostros más visibles de la campaña en Reino Unido contra el dictador Augusto Pinochet. Incluso formó un grupo parlamentario informal para defender el proceso de extradición.

Y en la Cámara de los Comunes se quejó ante el ministro Jack Straw por la liberación de Pinochet: “¿Acepta el ministro que mucha gente en este país y en el mundo tiene un sentimiento de vergüenza ante la noticia de que Pinochet acaba de abandonar el espacio aéreo británico y, por tanto, se halla libre de toda probable persecución penal en cualquier tribunal del mundo?”, dijo entonces. 

Su tercera y actual esposa, con la que se casó hace un par de años en México, es la mexicana Laura Álvarez, que se dedica a la importación de café de acuerdo con las pautas del comercio justo. Ese país aparece con frecuencia en las intervenciones de Corbyn, sobre todo en lo relacionado con la violencia y la vulneración de los derechos humanos. Ha planteado incluso en la cámara la necesidad de una reacción frente a hechos como la desaparición de los estudiantes normalistas de Iguala, y lideró una visita de diputados británicos a México.

En 2013 presentó también una moción de condolencias por la muerte del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en la que destacaba “la enorme contribución que él hizo a la lucha contra la pobreza en su país y en la regióna través de ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de América Latina) y la forma en la que habló en nombre de las personas más pobres y marginadas” del continente.

De fiesta latina

“Corbyn ha sido uno de los diputados británicos más activos en la solidaridad con Latinoamérica. Y ha estado cerca de gobiernos de izquierda latinoamericanos como los de Venezuela y Ecuador”, explica Francisco Panizza, profesor de política latinoamericana en la London School of Economics, a France Press. En este sentido, asegura que Corbyn es “una excepción” en el desinterés de la clase política británica hacia Latinoamérica. “Pero eso no significa que sus políticas sean las de Hugo Chávez”, aunque algunos de sus detractores lo sugieran, asegura el profesor.

En todo caso, el diputado de 66 años formado en Londres ha recibido un fuerte apoyo de la comunidad latina en Reino Unido. Y él se los agradeció a ritmo de rumba. El ahora líder de los laboristas asistió el 5 de septiembre a la fiesta que organizaba  'Latinos con Corbyn' en el restaurante El Vergel, en Londres. “Se llenó el local, fue extremadamente popular. Corbyn es un político muy natural, la gente cree que lo que dice es lo que hace”, explicó a AFP Pablo Navarrete, uno de los fundadores del grupo, que contó además que en la celebración hubo comida, bebidas y música, y los asistentes cantaron la famosa canción de los Gipsy Kings sustituyendo la palabra “bamboleo” por “vamos Corbyn”.