El partido de Macron obtiene una amplia mayoría absoluta en las legislativas francesas
El partido de Emmanuel Macron arrasa en las elecciones legislativas francesas y obtiene una clara mayoría absoluta. La República en Marcha, el partido del presidente francés, ha obtenido junto con su aliado MoDem 350 escaños de los 577 en disputa en la Asamblea Nacional, muy por encima de los 289 que marcan la mayoría absoluta.
El partido conservador Los Republicanos queda como segunda fuerza a gran distancia de la de Macron: suma con sus socios 137 diputados. También se confirma la debacle esperada para el Partido Socialista, que hasta ahora controlaba la mayoría en la Asamblea Nacional: se queda junto con sus aliados en 44 escaños.
Mientras, la Francia Insumisa del izquierdista Jean-Luc Mélénchon podrá formar grupo parlamentario propio. Ha obtenido 17 escaños, a los que se suman los 10 del Partido Comunista. Por el contrario, el ultraderechista Frente Nacional se queda de nuevo sin alcanzar su meta de tener grupo propio, al quedar con 8 diputados.
La segunda vuelta de las legislativas aparece marcada por la altísima abstención. Solo votó el 42,64% de quienes tenían derecho a hacerlo lo que marca un récord histórico en la V República, fundada en 1958. La participación en las anteriores legislativas, las de 2012, fue del 55,4% en segunda vuelta.
Dimisión del líder socialista
Las primeras consecuencias del resultado electoral ya han tenido lugar durante la noche del domingo. El líder del Partido Socialista francés, Jean-Christophe Cambadélis, ha presentado su dimisión tras la derrota histórica de su formación, que ha pasado de controlar la presidencia y la mayoría parlamentaria del país a quedarse con 44 diputados de los 577 que tiene la Asamblea Nacional.
“Hay que construir una nueva oferta política de izquierdas para contrarrestar el neoliberalismo y el nacionalismo”, ha indicado Cambadélis, quien ha informado de que una dirección colectiva se hará cargo del partido. “La izquierda tiene que cambiar forma y fondo, ideas y organizaciones, abrir un nuevo ciclo. Hay que volver a pensar las raíces del progresismo, que son el estado del bienestar y la extensión constante de los derechos”, ha planteado.