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Siete cosas que hay que saber sobre Alexandria Ocasio-Cortez, el nuevo fenómeno de la izquierda en EEUU

Alexandria Ocasio-Cortez a la entrada de su despacho en el Congreso de EEUU

Cristina Armunia Berges

Cuando el mundo comenzó a familiarizarse con Alexandria Ocasio-Cortez, la joven demócrata tenía 28 años, hacía un año que había dejado de trabajar como camarera y todavía estaba pagando sus préstamos universitarios. Nacida y criada en el seno de una familia humilde y de raíces latinoamericanas, creció con una letanía que se repetía en su cabeza: “Se supone que las chicas como yo no se postulan para un cargo público”.

Una de las claves de su éxito tiene que ver con lo que se suponía que iba a pasar –que el veterano congresista Joe Crowley ganase una vez más en las primarias de Nueva York– y lo que sucedió finalmente: que una joven de izquierdas de madre portorriqueña venciese a un peso pesado del Partido Demócrata. Ocasio-Cortez está llamada a doblegar a sus oponentes republicanos, pero también virar un poco hacia la izquierda a un partido copado de demócratas moderados.

El triunfo de Ocasio-Cortez, tanto en las primarias como en las elecciones de mitad de mandato, forma parte de una ola de victorias de candidatas jóvenes, racializadas, que forman parte del colectivo LGTBI y que quieren acabar con el establishment dentro y fuera de su partido; la misma élite que no supo cómo vencer a Donald Trump.

Nacida en el Bronx

Alexandria Ocasio-Cortez nació en 1989 en Nueva York y se crió en el seno de una familia trabajadora. De madre portorriqueña y padre nacido en el barrio del Bronx, viajaba todos los días 40 minutos para estudiar en una escuela de Yorktown. En Boston cursó Economía y Relaciones Internacionales. En esa época trabajó para el senador Ted Kennedy.

Cuando acabó la universidad, regresó a su casa del Bronx y consiguió un trabajo de directora educativa. Pero la crisis económica afectó en gran medida a su familia y se vio obligada a trabajar también de camarera, con “turnos de 18 horas” para poder ayudar a su madre, que trabajaba limpiando. El padre de Ocasio-Cortez había muerto unos años antes tras luchar contra un cáncer.

Trabajó en la campaña de Sanders

En 2016 entró de lleno en política al participar en la campaña neoyorquina de Bernie Sanders durante las primarias demócratas que perdió ante Clinton, y se unió a los activistas de Standing Rock para protestar en contra del oleoducto de gas natural que atravesará comunidades pertenecientes a nativos americanos.

La victoria de Trump fue la chispa que le faltaba para presentarse a un cargo de la Administración. En mayo de 2017 se presentó como candidata a las primarias de Nueva York. “Nunca me imaginé presentándome a un cargo por mi cuenta”, dijo durante una entrevista en New York Magazine. “Descartaba esa posibilidad porque sentía que ya se me había descartado. Sentía que la única manera de presentarme a un cargo público era teniendo acceso a la riqueza, a la influencia social, y yo no tenía nada de eso”. Todo lo que sucedió después ya es historia.

¿Cómo se presentó ante los votantes?

La clave de la candidatura de Ocasio-Cortez se basa en el trabajo con las bases y en su capacidad para derrocar no solo a republicanos sino a demócratas moderados que, para muchos, no muestran suficiente indignación contra Trump. Este es el vídeo con el que se dio a conocer en mayo de 2017.

Esto es lo que dice en el vídeo:

“Se supone que las chicas como yo no nos presentamos a puestos para la Administración. No nací en el seno de una familia rica o poderosa, mi madre es de Puerto Rico y mi padre de South Bronx. He nacido en un lugar donde tu código postal determina tu destino. Me llamo Alexandria Ocasio-Cortez. Soy educadora, coordinadora y trabajadora neoyorquina. He trabajado con madres embarazadas, he sido camarera y he dado clases; entrar en política no estaba en mis planes. Pero después de 20 años de las mismas políticas nos tenemos que preguntar: ¿Para quién ha cambiado Nueva York?

Cada día es más complicado salir adelante para las familias trabajadoras como la mía. Cada vez cuestan más los alquileres, los seguros sanitarios cubren menos y nuestros salarios están congelados. Está claro que los cambios no se han hecho para nosotros y que nos merecemos a alguien que nos defienda. Es el momento de luchar por una Nueva York en donde las familias de clase trabajadora puedan permitirse todo esto. Por eso me postulo para el Congreso. Esta carrera va de la gente común contra el dinero. Nosotros tenemos a la gente, ellos tienen el dinero.

Es el momento de reconocer que no todos los demócratas son lo mismo. Un demócrata que acepta dinero de corporaciones no vive aquí, no manda a sus hijos a nuestras escuelas, no bebe de la misma agua que nosotros o respira nuestro aire, no puede representarnos.

Lo que necesitan Queens y el Bronx es Medicare para todos, enseñanza gratuita, empleos federales garantizados, una reforma del sistema de justicia criminal y nosotros podemos hacerlo ahora. No tienen que pasar cientos de años para que esto suceda. Requiere valentía política. Una Nueva York para la mayoría es posible. Es el momento de uno de nosotros“.

Mujer, racializada y defensora del colectivo LGTBI

A principios del mes de enero, llegó a la Cámara de Representantes y al Senado un grupo de legisladoras con orígenes afroamericanos, hispanos, nativos americanos y palestinos. El día en el que todas estaban llamadas a ocupar sus nuevos cargos, Alexandria Ocasio-Cortez compartió una foto en sus redes sociales con una frase en español: “Sí se puede”.

En el reportaje de Vanity Fair en el que aparecía la foto compartida describen a este grupo como “la nueva cara del Partido Demócrata: jóvenes, no blancas, LGTBI y feminizado”.

¿Cuáles son sus principales propuestas?

La candidata demócrata aboga por el Medicare para todos, colegios públicos con matrículas gratuitas, la abolición de la agencia de Inmigración y Control de Aduanas, y también es defensora de medidas de control de armas. Durante su campaña, al igual que Sanders, Ocasio-Cortez rechazó las grandes donaciones que suelen otorgar las corporaciones y prefirió el apoyo de pequeños donantes. Casi el 70% de los fondos de su campaña fueron contribuciones individuales de menos de 200 dólares.

Defensora del 'Green New Deal'

La congresista también quiere que paguen más impuestos los que más tienen. La propuesta de la política llegaría a alcanzar impuestos sobre la renta de un 70% y afectaría a las personas que ingresen más de 10 millones de dólares al año. Defiende que los estadounidenses más ricos paguen una parte justa de impuestos para ayudar a financiar el Green New Deal, o lo que es lo mismo, la forma en la que EEUU combate el cambio climático.

El Nuevo Acuerdo Verde del que habla Ocasio-Cortez y que ya cuenta con el apoyo de más de 30 congresistas se basa en la regulación del sistema financiero internacional, los sistemas impositivos, la responsabilidad de las compañías transnacionales o en el papel del Estado en la creación de incentivos y empleo a través del gasto público.

Cuando tratan de atacarla todo se vuelve a su favor

La semana pasada, con su cargo como congresista recién estrenado, Alexandria Ocasio-Cortez protagonizó uno de los momentos más divertidos de este comienzo de año, algo que le encumbró todavía un poco más.

Un usuario de Twitter trató de ridiculizar a la joven política difundiendo un vídeo universitario en el que se ve a Ocasio-Cortez bailando junto a compañeros en la azotea de un edificio. El ideólogo de esta estrategia de desprestigio consiguió exactamente lo contrario: sus seguidores alabaron la secuencia porque en ella se ve a un joven feliz y risueña que se divierte con amigos.

La cuenta de Twitter que quiso humillarle desapareció y Ocasio-Cortez le contestó con otro vídeo y mucho humor: “He escuchado que los republicanos piensan que es escandaloso que las mujeres bailen. Ya verás cuando descubran que una congresista también baila. Que tengáis un buen fin de semana”.

Alexandria Ocasio-Cortez (AOC, como la llaman en redes sociales y algunos titulares para abreviar su nombre) está tan de moda que cuando intentan atacarla, todo se vuelve a su favor.

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