Solicitantes de asilo ocupan la torre de la televisión en Berlín
En el comunicado que han emitido los ocupantes explican que desde hace más de dos años vienen protestando sin haber obtenido una respuesta. “Nadie quiere ser reponsable de nosotros y de las leyes inhumanas que tenemos que soportar”, escriben. Piden que se acaben las esperas, que en ocasiones pueden durar años, a que se resuelvan sus solicitudes de asilo. Mientras tanto tienen que permanecer en los albergues que el estado alemán tiene por todo el país. Tampoco les está permitido salir del Estado alemán o la ciudad en algunos casos, dependiendo de las leyes locales, en el que realizaron la solicitud de asilo. No tienen derecho a trabajar ni a formarse ni tampoco reciben cursos de alemán que les permitan integrarse.
“Hay muchos casos de suicidios de personas que esperan en los albergues alemanes porque no pueden vivir esa vida sin esperanza y llena de dolor”, aseguran. De hecho, fue en 2012 cuando una gran marcha de refugiados atravesó a pie el país. El detonante de la protesta fue el suicidio de un solicitante de asilo iraní en Wurzburgo. Desde entonces, han ocupado plazas públicas, durmiendo al raso bajo el frío y la lluvia. Han llevado a cabo peligrosas huelgas de hambre y sed, e incluso han llegado a coserse los labios.
Las protestas de refugiados son una constante por todo el país y la semana pasada un grupo de ellos emprendió una marcha hacia Bruselas. En Berlín, una antigua escuela que les servía a los inmigrantes de refugio desde hace meses fue desalojada por la policía por orden de la Administración local del barrio de Kreuzberg. Los habitantes del edificio se subieron al tejado de la misma y amenazaron con tirarse al vacío en el caso de ser desalojados. El barrio fue testigo de enfrentamientos entre los simpatizantes de los refugiados y la policía. Durante varios días la zona permaneció acordonada.
Uno de los abogados que maneja los casos de varios refugiados de dicha escuela y prefiere permanecer en el anonimato asegura que lo más importante de estas protestas es que “cientos o miles de personas han puesto en jaque al sistema alemán de deportaciones”. El país solo tiene tres meses para informar al país miembro de la Unión donde el refugiado se registró por primera vez para poder expulsarlo en función de los acuerdos de Dublín. Una vez realizada la comunicación, las autoridades alemanas tienen seis meses mas para llevar a cabo la deportación. Las oficinas de deportación se encuentran colapsadas y en muchas ocasiones no cumplen el plazo establecido, asegura.
La detención de un español escandaliza a Berlín
Estos días se debate en Berlín sobre un vídeo que grabó un particular en el que se muestra la detención de un joven que se niega a identificarse. Los hechos ocurrieron el sábado 5 de julio, cuando cientos de berlineses en el barrio de Kreuzberg se manifestaron en solidaridad con los refugiados de la antigua escuela.
En el vídeo puede verse cómo un funcionario de policía pide al joven que se identifique, a lo cual el mismo se niega. El joven, que lleva una nariz de payaso, es reducido al suelo. Tres policías tratan de reducirlo. Las personas que se encuentran alrededor de la escena tratan de evitar la detención.
El periódico local berlinés BZ asegura que el joven en el suelo era un espanol de 22 años y que los redactores de dicho periódico lo habían encontrado en el mismo lugar donde se produjo el incidente dos días más tarde de forma fortuita. Desde la oficina de prensa de la policía de Berlín aseguran que no fueron ellos quienes facilitaron el dato. Por cuestiones de privacidad no pueden facilitar la nacionalidad de un detenido a no ser que la misma sea determinante para la detención.
Festnahme in Kreuzberg from taz.die tageszeitung on Vimeo.
Un segundo video publicado por el diario alemán Taz, die Tageszeitung.
Para las autoridades berlinesas, el vídeo muestra una situación muy diferente a la que pueda parecer a primera vista. No se muestra en el mismo los ataques que la policía recibió de parte de los manifestantes. Según la versión oficial, después de que se terminase la manifestación se produjeron altercados en los cuales una persona resultó herida de gravedad. Según el jefe de comunicación de la policía de Berlín Stefan Redlich en declaraciones al periódico Bild, el joven que se niega a identificarse entorpeció la labor de los agentes que trataban de encontrar al sospecho autor de la agresión. Seis agentes resultaron heridos leves y tres personas más fueron detenidas. Se les acusa de perturbación del orden público, resistencia a la autoridad y agresiones.
Tanto el partido de La Izquierda (Die Linke) como el partido de Los Piratas y Los Verdes se han pronunciado públicamente en contra de lo que consideran una actuación policial desproporcionada. Cinco personas que no se encontraban en el lugar de los hechos, según fuentes oficiales, han interpuesto una demanda contra los policías que participaron en la detención del joven.