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Análisis Metal Gear Solid V. The Phantom Pain. Despidiéndose a lo grande

Metal Gear Solid The Phantom Pain

Álvaro Alonso

Dicen que el hype desmedido es lo que cava la tumba de los juegos AAA que salen cada año. Los jugadores se imaginan su juego perfecto, y cuando les ponen el resultado sobre la mesa no pueden evitar sentirse algo decepcionados. Muchos dicen que la solución es no ilusionarse por los próximos lanzamientos y mantener la cabeza fría... ¿Pero quién leches puede hacer eso?.

Y es que muchas sagas y títulos generan tal expectación en los usuarios que es imposible que no se dispare el hype. Podríamos poner varios ejemplos, pero muy pocos estarían a la altura de la franquicia (y la entrega) de la que vamos a hablar en este análisis.

Sí, efectivamente hablamos de Metal Gear Solid, considerada por muchos como una de las sagas más exitosas de la industria del videojuego, que levanta pasiones allá por donde pasa y que durante sus 28 años de trayectoria se ha hecho con inmensas legiones de fans. Este martes, 1 de septiembre, Konami nos traía la última entrega de la saga, Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, un juego tan deseado que hasta dolía.

Sumido en la polémica debido a las desavenencias de Konami y el reconocido creador de MGS, Hideo Kojima, 'The Phantom Pain' ha llegado pisando fuerte a PS4, Xbox One, PC y consolas de pasada generación. Durante semanas, varios medios han dado su opinión sobre esta prometedora entrega, calificándola como la mejor hasta la fecha. Y ahora nos toca el turno a nosotros.

Tras dedicarle horas y horas, maravillándonos con cada uno de sus detalles, nos hemos visto obligados a dejar el juego a un lado durante un rato para escribir este análisis. ¿Preparados para saber qué nos ha parecido?

 

 

Auténtica revolución narrativa

Auténtica revolución narrativaAntes de empezar a desgranar todo lo que nos ofrece MGSV, toca aclarar que esta entrega supone una auténtica revolución con respecto a las anteriores. ¿El motivo? Principalmente, la incorporación del mundo abierto que parece estar tan de moda actualmente, y que a algunos títulos sienta tan mal. No es el caso de 'The Phantom Pain', que sin duda nos ofrece uno de los mundos abiertos más espectaculares vistos en los últimos meses.

¿Y qué cambia este mundo abierto? Principalmente la forma en que se cuenta la historia. Nadie se escandalizará si decimos que la saga Metal Gear es narrativamente una de las más potentes del mundo de los videojuegos, con tramas complejas, argumentos capaces de hacernos explotar la mente y giros y revelaciones que no dejan de sorprendernos. Anteriormente esa gran historia se traducía en juegos cargados de cinemáticas, en las que veíamos como avanzaba la trama, y que en mayor o menor medida frenaban la jugabilidad.

Ahora, con el nuevo sistema de mundo abierto, esa forma de contar la historia no era viable. Por ello, Konami ha cambiado radicalmente la narrativa, que ahora podríamos calificar como “fragmentada”. Podemos avanzar en la historia superando las misiones principales, pero si queremos profundizar en ella y conocer todos los detalles tendremos que explorar, superar misiones secundarias y espiar las conversaciones de los enemigos. ¿Otro cambio? Las conversaciones de Codec desaparecen, y son sustituidas por casetes que encontraremos a lo largo de la aventura y sostienen gran parte del peso narrativo. De esta forma la trama se divide en distintas piezas que se reparten por todos los escenarios y que podremos ir juntando, dando forma a la historia como si se tratara de un rompecabezas tan bien elaborado como sorprendente.

 

 

Eso sí, eso no significa que vayamos a quedarnos sin las cinematográficas secuencias a las que nos tiene acostumbrada la saga. En algunas misiones principales, y en ocasiones secundarias, nos sorprenderán con más de un “vídeo” a los que solo podemos calificar como espectaculares.

En general, en 'The Phantom Pain' la historia se cuenta de forma muy espectacular, con una estructura que imita a la de las series de televisión. En este sentido, cada misión va precedida por una intro y termina con créditos, por lo que podríamos decir que cada misión equivale a un episodio. Eso sí, cuidado porque en esos “openings” podemos tragarnos más de un spoiler sobre qué personajes aparecerán o sobre qué irá la misión.

No queremos dar detalles del argumento, para que podáis descubrir todos sus entresijos poco a poco, pero sí aclararemos una cosa. 'The Phantom Pain' nos cuenta una historia madura y centrada, pero menos espectacular que la de sus predecesores. No esperéis desfiles de personajes conocidos de la saga o elementos 'fan service' para complacer a los jugadores. Ante esto, sólo toca recordar que una historia menos espectacular no significa que sea de menor calidad.

 

 

Jugabilidad de sobresaliente

Jugabilidad de sobresalienteDejando a un lado la parte narrativa, toca decir que el mejor aspecto de este nuevo Metal Gear es su jugabilidad. Nos encontramos ante un título en el que podemos hacer, literalmente, de todo: espectaculares escenas de acción, sigilo extremo, conducción, exploración... Nunca un juego de la franquicia fue tan completo, y por ello podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que en términos de jugabilidad nos encontramos ante el mejor título de la saga.

El tipo de misiones no se aleja mucho de los visto hasta ahora. Tendremos que asaltar bases enemigas, acabar con rivales de élite, salvar rehenes, etc. La gran diferencia es que ahora podremos hacerlo cuando y como queramos. Todo depende de nuestras preferencias. Si somos más de sigilo, podemos infiltrarnos sin ser detectados y acabar con todos los enemigos desde las sombras. Si nos gusta la sangre y la destrucción, nada nos impide provocar auténticas masacres utilizando la infinita variedad de armas a nuestro alcance, que se va actualizando prácticamente hasta el final de la aventura.

Y eso no es todo, ya que nuestras decisiones estratégicas tendrán un impacto en la forma en que se desarrollan las misiones. Por ejemplo, si decidimos asaltar una base de noche, la oscuridad provocará que los enemigos tengan menos visibilidad y les sea más difícil detectarnos. Eso sí, a nosotros nos afectará de la misma manera, siendo en ocasiones imposible detectar la posición de los soldados.

Lo mismo ocurre con el clima, que varía de forma aleatoria ofreciéndonos oportunidades de infiltración. En función del área en la que se realice la misión, podemos, por ejemplo, encontrarnos con un impresionante aguacero con el que conseguiremos que los guardias no escuchen nuestras pisadas. Otra posibilidad es que se desate una tormenta de arena que nos permitirá ocultarnos de la vista de soldados avispados.

Esta aleatoriedad también afecta a la forma es que actúan los enemigos, que en general tienen unos patrones de comportamiento preestablecidos (cambios de guardia, movimientos, etc.). Sin embargo, a medida que avanzamos en la aventura estos comportamientos pueden cambiar, haciendo que nos topemos con más de una sorpresa inesperada.

 

 

Cuando empezamos a jugar no tenemos aliados, armamento ni soldados, pero eso cambia a medida que avanzamos. Los compañeros que vayamos desbloqueando serán especialmente útiles a medida que aumente la dificultad, y son especialmente carismáticos.

Tenemos, por un lado, a D-Dog, nuestro fiel perro, al que podemos dar órdenes y utilizarlo para atacar a los enemigos. También está Quiet, una francotiradora sobresaliente que acabará con aquellos enemigos que marquemos. Las órdenes que podemos dar a ambos compañeros van aumentando a medida que superamos misiones, llegando a un punto en el que podemos diseñar al milímetro la estrategia que deseemos seguir.

Otros ayudantes que nos facilitarán la partida son el robot D-Walker y nuestro caballo, con el que podemos movernos a gran velocidad por los gigantescos escenarios. También podemos utilizarlo para cubrirnos y escondernos de los enemigos. Como ocurre con D-Dog y Quiet, podemos darles órdenes, que se irán volviendo más complejas y variadas cuanto más avancemos.

 

 

Podríamos pasarnos horas hablando de todas las mecánicas y posibilidades que ofrece Metal Gear Solid V, pero preferimos que las vayáis descubriendo a medida que avanzáis. En lo que sí queremos hacer hincapié es una de las nuevas características que esta entrega aporta a la saga.

Como muchos sabréis, en 'The Phantom Pain' contamos con una Mother Base, una sede para nuestros aliados a modo de fortaleza que podemos mejorar de distintas formas. Además, desde ahí podemos encargar misiones a nuestros “seguidores”, como por ejemplo secuestrar soldados o robar armamento, que nos servirán para desbloquear herramientas nuevas o afectarán a la jugabilidad. Por ejemplo, podemos debilitar algún tipo de enemigo en concreto saboteando su equipo.

Este tipo de “gestión militar” ha provocado muchas dudas desde su anuncio, pero no os preocupéis, ya que está perfectamente integrada y lo único que hace es aportar más al juego, no alterarlo de forma extraña. Resumimos rápidamente el funcionamiento: escogemos la misión a realizar, el equipo que la desempeñará y esperamos a que se resuelva de forma positiva o negativa en función de a quién hayamos elegido. Por compararlo con algo, diremos que se parece al sistema visto en Assassin's Creed Brotherhood o en Dragon Age Inquisition, salvando mucho las diferencias.

Podemos crear nuestra Mother Base predilecta, decidiendo cómo construirla, qué mejoras desbloquear o qué aspecto darle. También podemos decidir qué personal tendrá cada departamento, resolver conflictos que surjan dentro entre nuestros soldados, etc. En general esta parte es muy entretenida. Quizá no tan espectacular como el resto, pero como decíamos, sólo suma al conjunto.

 

 

Un portento visual

Un portento visualEn el apartado gráfico, Metal Gear Solid V: The Phantom Pain sobresale tanto como en los aspectos más arrebatadores de su jugabilidad. Nos encontramos ante un título bonito de ver, en el que podemos quedarnos embobados con los escenarios o con el inmenso realismo de los personajes. Vaya, que al ver este juego no tenemos más remedio que dar la razón a nuestra madre cuando dice: “¿Eso es un videojuego? ¡Pero si parece de verdad!”.

Metiéndonos en datos técnicos, el juego corre a unos fluidos 60fps bastante estables, sin caídas de esas que nos asustan más que los bichos de Until Dawn. Sobre su resolución, ¿qué podemos decir? Unos muy bien conseguidos 1080p.

Las animaciones, la iluminación, las expresiones de los personajes, la dirección artística... Todo está entrelazado de forma sublime para ofrecernos una de las experiencias técnicas más apabullantes de lo que va de año (y probablemente de la historia de la industria del videojuego). Eso sí, aunque se trata de un portento visual, hay algún que otro fallito que inevitablemente va adherido al mundo abierto.

Por ejemplo, el popping cuando nos movemos a toda velocidad por los escenarios, o alguna que otra textura de inferior calidad a la del resto. En definitiva, pequeñas cosas que nos hacen darnos ver más claro que nunca que el juego no ha sido desarrollado en exclusiva para consolas de nueva generación, sino también para Xbox 360 y PS3.

 

 

Sobre el sonido hay poco que podamos decir: efectos impresionantes, una banda sonora que hace que se nos remueva el estómago en los momentos más épicos y que acompañan a las cinemáticas de forma sobrecogedora...

El doblaje es otra obra de arte, aunque habrá algunos que critiquen el cambio de voz de nuestro querido Big Boss. David Hayter ha sido sustituido por el actor Kiefer Sutherland, y aunque hace un trabajo memorable, es raro acostumbrarse a la nueva voz de un personaje tan longevo y carismático como lo es el protagonista.

Lo mejor:

  • La infiltración característica de la saga y el mundo abierto se conjuntan perfectamente, consiguiendo que 'The Phantom Pain' se convierta en uno de los mejores títulos del género.
  • Es un juego largo, variado y profundo. Tan sólo la trama principal, a saco, puede llevarnos 40 horas. Todo el contenido puede superar las 100.
  • La narrativa ha cambiado respecto a las anteriores entregas drásticamente, pero no a peor. La forma es que la historia se reparte por todo el juego es magnífica.
  • Gráfica y técnicamente es una maravilla.
  • La innovación en gran parte del sistema de juego ha resultado un éxito.

 

Lo peor:

  • Algunos fallitos gráficos menores, pero que no restan calidad a nivel general.
  • Hay que repetir algunas misiones para acceder al desenlace. El juego nos exige completar algún reto solos, o de una forma determinada, antes de proseguir. Por ello tendremos que repetir misiones aunque no queramos.
  • El cambio de voz de nuestro protagonista. Es difícil acostumbrarse a un cambio tan radical.

 

 

Conclusiones

ConclusionesAnálisis Metal Gear Solid V. The Phantom Pain

Kojima ha apostado y ha ganado. Hacer tantos cambios a una saga tan exitosa y con tantos seguidores, y que esos cambios se recibieran con los brazos abiertos, era una tarea prácticamente imposible, pero el popular creador japonés ha demostrado que la innovación, si se hace con cabeza fría y sentido, es buena.

Metal Gear Solid: The Phantom Pain es un juegazo con infinidad de contenido, muchas horas de juego, espectaculares gráficos y cinemáticas, una historia potente (si bien no tan espectacular como las anteriores) y que invita a rejugarse. Hay poco más que podamos decir sobre el juego. La perfección no existe, eso está claro, pero este título se le acerca bastante.

Ahora la parte mala. Tras los problemas de Kojima con Konami, parece que 'The Phantom Pain' será la última de una franquicia histórica. Algo descorazonador, pero si pensamos en qué desenlace estaría a la altura, sin duda nos quedamos con este, cuando la saga está en su máximo esplendor.

Por: Álvaro Alonso

Análisis Metal Gear Solid V. The Phantom Pain

09/04/2015

9 / 10 estrellas

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