Guillermo del Toro pone fin a su aventura con los videojuegos por el bien de la humanidad
El cineasta Guillermo del Toro siempre se ha reconocido a sí mismo como un gran fan de los videojuegos como medio interactivo para transmitir todo aquello que el cine no consigue. Por ello el autor de cintas como El laberinto del fauno o Pacific Rim tiene el sueño de dirigir su propio videojuego, aunque parece que finalmente lo ha abandonado motivado por la cruda realidad: todos sus intentos han acabado en fiasco.
Ya en su día llegó a un acuerdo con la editora THQ para desarrollar Insane, un juego de terror con el que quería dar rienda suelta a su imaginación. Insane fue cancelado en el verano de 2012, y la editora echó el cierre pocos meses después. Ahora ya no existe, pero desde luego tampoco se le puede echar la culpa de ello a del Toro… ¿no?
El año pasado nos pilló por sorpresa el anuncio de Silent Hills, título con el que Konami quería resucitar a esta mítica franquicia de terror contando con el talento de del Toro y de su creativo estrella, Hideo Kojima, además de plantar como protagonista a una cara muy reconocida, el actor Norman Reedus que da vida a Daryl Dixon en la serie The Walking Dead. Con estos ingredientes todo apuntaba a un éxito redondo.
Sin embargo todos sabéis cómo acabó esta historia, ¿verdad? Konami confirmó esta misma primavera que cancelaba el proyecto causando una profunda decepción entre los fans de la saga. Por supuesto, de nada sirvieron las quejas y críticas de del Toro, quien volvía a ver como su sueño se evaporaba.
Por ello no es de extrañar que el cineasta haya reconocido al medio Shacknews que abandona, que tantos fracasos ya son demasiados para él:
“Me uní a THQ y la empresa entró en bancarrota. Me uní a Kojima y este dejó Konami. He decidido no destruir ninguna vida más. He decidido no volver a inmiscuirme en el desarrollo de videojuegos. Si lo hago podría explotar la casa de alguien o algo peor”.
Guillermo del Toro ha reconocido haber aprendido mucho sobre la narrativa gracias a su trabajo con los videojuegos. Ha aprendido especialmente de Hideo Kojima, a quien ve ahora mismo como “un maestro y un buen amigo”. Pero lo dicho, renuncia definitivamente a esta aventura porque “si me uno a algún otro videojuego más estallará la III Guerra Mundial”estallará la III Guerra Mundial.