Aaron Sorkin: “Las matanzas suponen una epidemia que solo existe en EEUU”
Por costumbre y por convicción los temas políticos brotan de la pluma de Aaron Sorkin. Ejemplos de ello abundan, bien como un aspecto principal o como accesorio de su extensa obra, llevada al cine y a la televisión. Tener a Sorkin con un micrófono en la mano, en un pequeño encuentro con la prensa y en un ambiente tan distendido como el del Festival de Zürich, se prestaba a que el afamado guionista emitiese su opinión a propósito del tiroteo registrado en Las Vegas hace unos días, eso sí, sin abandonar la cautela.
“Tenemos una epidemia en EEUU que no existe en ninguna otra parte del mundo”, comentó refiriéndose a “esos tiroteos en masa sin sentido, cuyo objetivo es matar al mayor número de personas en el menor tiempo posible. No estamos hablando de armas para la defensa personal ni para la caza, sino de armas de guerra”. En muchas oportunidades Aaron Sorkin se ha pronunciado sobre el control del porte de armas en su país, una problemática que también ha abordado en series como The Newsroom (2012-2014). “Me habían sugerido antes de venir que no insultara a la mitad de los potenciales espectadores, pero a la luz de los acontecimientos... si no digo nada en pos de la taquilla, parte del próximo muerto será mi responsabilidad”, concluía.
“En EEUU existen muchos congresistas cobardes que meten la mano en los bolsillos de la Asociación Nacional del Rifle”, denunció en su elegante tono de voz, “la cual conforma el lobby de los asesinos”. Y esto inevitablemente condujo al ya legendario discurso del primer capítulo de The Newsroom en torno a la pregunta: '¿Es EEUU el mejor país del mundo?'. “No estoy seguro de cómo medir eso”, bromeó proponiendo las Olimpiadas. Y es que Aaron Sorkin no está dispuesto a hablar mal de su país, “aunque sí del control de armas y de algunos congresistas”, acotó.
Director primerizo
Era cuestión de tiempo que Aaron Sorkin se decidiera a dirigir. Le tomó tres años darle forma a Molly’s game, protagonizada por Jessica Chastain, una historia basada en la vida de la excampeona olímpica de esquí [y princesa del póker] Molly Bloom. Pero una cosa era la historia sobre papel, y otra conocer a la otrora esquiadora. “Conocer a Molly cambió todo”, admite quien jura no haber tenido ningunas intenciones de dirigir. El atrevimiento de Sorkin, cuyo estreno mundial tuvo lugar en el Festival de Toronto, se ha retribuido en una buena acogida del público y de la prensa especializada.
Confiesa haber amado cada segundo de la experiencia en la dirección, y que “no lo hubiera hecho sin haber estado rodeado de toda la gente talentosa con la que conté”. En el Festival de Zürich Molly’s game forma parte de la programación oficial, y ofrece el marco perfecto para realzar el reconocimiento concedido a Aaron Sorkin por toda su carrera artística.