La Gomera de los ocho municipios

Antigua fotografía de Hermigua de los años treinta.

Pablo Jerez Sabater

San Sebastián de La Gomera —

La historia de los municipios en la isla y, en consonancia, la génesis de los ayuntamientos modernos, puede ser abordada tomando en cuenta las disposiciones legislativas aparecidas tras las publicación de la Constitución de 1812, pero también podría hacerse desde la propia formación de los diferentes núcleos de población que, en última instancia, resultaron determinantes para la creación de sus ayuntamientos.

Actualmente, como es sabido, Canarias cuenta con 88 municipios tras la última inclusión de El Pinar, en El Hierro; sin embargo, el panorama actual no fue siempre así ni en lo relativo al número de municipios ni en la forma de organización municipal. Sin embargo, en este pequeño artículo abordaremos el caso de La Gomera.

Podríamos remontarnos a los orígenes de la conquista, que supuso la división de las islas en dos grupos: Islas de Señorío (Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y El Hierro) e Islas de Realengo (Gran Canaria, La Palma y Tenerife). Esta división introdujo importantes diferencias en la organización de la Administración Local en función de su dependencia del señor o de la Corona, aunque en todas se implanta como modelo el Cabildo o Concejo con jurisdicción tanto para la administración política como la económica. Este modelo, combinado con las alcaldías reales o pedáneas en los diferentes núcleos es el que se va a configurar en las islas hasta el año 1835, cuando se implanten los ayuntamientos modernos surgidos de la Constitución de 1812.

En La Gomera, el ámbito señorial refiere la existencia de un Cabildo con sede en San Sebastián cuya característica era que sus miembros (alcalde mayor, regidores, alférez mayor, depositario, personero y escribano) estaban nombrados o cesados dependiendo del propio señor, cosa que ocurrió hasta la reforma administrativa de Carlos III en 1766.

El actual panorama municipal de la isla surge de dos factores característicos de la sociedad del Antiguo Régimen: carácter agrario y carácter religioso. La construcción de iglesias o ermitas, más tardes elevadas a parroquias, condicionan y estructuran la concentración del hábitat en torno a ellas, pero al mismo tiempo estos pueblos surgen como necesidad de asentamiento agrícola. Sin embargo, no siempre coinciden los límites parroquiales y los civiles, ya que a veces el “municipio” es anterior a la parroquia y se distinguen por su entidad propia en la tenencia de un alcalde real o pedáneo en cada uno de ellos y, por ende, el alcalde precede al párroco. Así, en La Gomera, cabría señalar que la designación de alcaldes pedáneos no sea anterior a la presencia de las parroquias, si exceptuamos las que surgieron más tardíamente como Alajeró (1675) o Aguo (1739).

Frente a estos, están los núcleos de población en los que el “municipio” precede a la parroquia o, lo que es lo mimos, en el que el párroco llegó antes que el alcalde. Así, en La Gomera, los casos de Hermigua (ayuda de parroquia en 1611), Vallehermoso (curato en 1635 y parroquia en 1672) y Chipude (curato en 1642 y parroquia en 1655) podrían ser ejemplos de la presencia de la parroquia antes que las alcaldías pedáneas. De una u otra forma, en La Gomera, con independencia de San Sebastián donde reside el Cabildo, se consolida a fines del siglo XVIII la presencia de parroquias y alcaldes, diputados y síndicos en Hermigua, Agulo, Vallehermoso, Arure, Chipude, Alajeró y Jerduñe que, con ligeras modificaciones, acaban convirtiéndose en génesis de los seis ayuntamientos actuales.

Con la desaparición en 1836 del modelo municipal del Antiguo Régimen basado en Cabildo-Isla, la mayoría de los núcleos de población que se habían venido configurando, primero con sus alcaldes y después con sus diputados del común y síndicos personeros, van a consolidar su situación como ayuntamientos con plenas competencias políticas y económicas. Así, en La Gomera se produjo una conversión en 1836 de la mayoría de los lugares con alcaldías pedáneas en ayuntamientos. Se exceptuó el caso de Jerduñe pero la Diputación Provincial en 1837 mandó restablecer el ayuntamiento en este pago. Con posterioridad, los cambios, además de la transformación del Cabildo con sede en San Sebastián en un ayuntamiento más, se reducen a la supresión del ayuntamiento de Jerdule, a la segregación de Arure por lo que a la jurisdicción civil se refiere de Alajeró perdurando aquella denominación hasta que en 1941 se ve sustituida por la de Valle Gran Rey; y la agregación en 1855 de Chipude en el municipio de Vallehermoso.

Como hemos visto de manera somera, de los ochos municipios existentes en la isla en el siglo XIX se redujeron a los seis actuales durante la actual centuria.

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