El origen de la aviación en La Gomera: el aeródromo de El Revolcadero

Antigua torre de control del aeródromo / Foto: Astrid Mellema (vía Flickr).

Juan Carlos Díaz Lorenzo

La aparición de la aviación en La Gomera está vinculada a la figura del empresario Álvaro Rodríguez-López Braun. El destacado protagonismo de la familia Rodríguez López en la producción agrícola e industrial de la comarca de Playa de Santiago motivó, a finales de la década de los años cincuenta, la construcción de un aeródromo privado en el paraje denominado “El Revolcadero”, situado sobre una lomada a 175 m sobre el nivel del mar, en el municipio de Alajeró.

En los trabajos de preparación del terreno participaron los propios empleados de Rodríguez López en Playa de Santiago, además de otro personal de la zona, algunos de los cuales iban a trabajar después de terminada su jornada, en ocasiones alumbrados por la luz de los faros de los camiones.

La pista de tierra marcación 09/27 tiene unas dimensiones de 513 x 40 metros y un desvío adicional de 60 metros. Dispone de un pequeño hangar de 22 x 30 m, una torre de control acristalada sobre una caseta que alberga una sala de espera, un motor para el suministro eléctrico, una estación de comunicaciones y un anemómetro. Durante años las instalaciones estuvieron al cuidado del técnico local Sito Simancas, quien conserva algunos aparatos de comunicaciones.

Una disposición del Estado Mayor del Aire, de fecha 24 de abril de 1959, lo declaró abierto al tráfico y el 15 de julio siguiente una avioneta “Piper Apache” (EC-ALQ), bautizada “Miss Tecina”, realizó el primer aterrizaje. Este aparato habría de perderse en febrero de 1960 al naufragar en un vuelo entre Tenerife y La Gomera. El piloto, Alfonso Cabello, histórico profesor del Aero Club de Tenerife y los tres pasajeros que iban a bordo pudieron salvarse a nado y fueron rescatados por unos pescadores después de que fueran localizados por un DC-3 de Iberia que despegó en su búsqueda desde el aeropuerto de Los Rodeos. En su auxilio acudieron los buques “Santa Eulalia”, “Santa Elena” y “Santa Rosa”, propiedad de Rodríguez López, que los rescataron y desembarcaron en la playa de Tapahuga en medio de una gran expectación.

La inauguración oficial se celebró el 24 de julio de 1960, víspera del patrón de la localidad próxima. Para la ocasión volaron al nuevo aeródromo un grupo de cinco avionetas del Aero Club de Tenerife. A partir de entonces, “El Revolcadero” sirvió, además, para que Rodríguez López se convirtiera en el pionero del turismo aéreo en La Gomera, al organizar algunos viajes con turistas alemanes procedentes de Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura a bordo de aviones tipo Piper Navajo, Britten Norman Islander y Mitsubhisi, de la flota de Aerolíneas Canarias (AEROCASA), empresa de su creación.

Los avezados pasajeros recorrían La Gomera, almorzaban en Las Rosas (Agulo) y retornaban al aeródromo para regresar a sus destinos. Rodríguez-López, que durante algunos años ejerció también el oficio de manager de boxeo, trajo a La Gomera a destacadas figuras de este deporte, entre ellas a José Legrá, al que recuerdan en sus entrenamientos en Playa Santiago. Además del uso particular y comercial de su propietario, el aeródromo de “El Revolcadero” fue utilizado por diversas ocasiones por las avionetas del Aeroclub de Tenerife y las compañías Aerlyper y Cotasa, ésta última dedicada a trabajos de fumigación.

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