Sí se puede muestra su preocupación por la posible demora del proyecto de Vueltas
Desde Sí se puede-La Gomera se recuerda que el proyecto carece de la aceptación de una parte considerable de los vecinos del barrio, por lo que desde todas las partes implicadas directa o indirectamente en la ejecución de las obras, se debe procurar un estricto cumplimiento de los plazos, a la vez que se debe buscar la participación de empresarios y vecinos.
“Valoramos positivamente una intervención urbanística como ésta que mejore no solo la imagen sino la calidad de vida del barrio, pero a nuestro entender debiera partir de la premisa de escuchar a la gente de la zona de Vueltas. Sabemos que durante el período de exposición pública ha habido aportaciones por parte de empresarios y de los vecinos y vecinas, que finalmente el proyecto no ha recogido ni considerado, y no parecen ser esas las formas más adecuadas para empezar bien un proyecto. Tampoco ayuda cierto oscurantismo que se detecta en la información sobre la adjudicación cuando se dice que ya se ha realizado de forma provisional, sin señalarse el nombre de la empresa”, manifestó Luis Hernández Bethencourt, portavoz de Sí se puede-La Gomera.
Desde la organización de izquierdasse recuerda que este proyecto ha provocado crispación desde los primeros anuncios y por lo tanto se hace necesario abrir y gestionar espacios de participación que mejoren su ejecución.
Hernández Bethencourt puntualizó que las últimas obras realizadas en la misma calle por el Cabildo provocaron muchas molestias para la vida comercial y vecinal del barrio por descoordinación e incompetencia y que Vueltas no puede permitirse “obras que se eternicen en su arteria principal”. “Con la realidad económica actual sería definitivo para muchas empresas que se repitan las situaciones de descoordinación, retraso y errores en la ejecución que desgraciadamente suelen tener las obras públicas en esta Isla”, matizó.
Por ello, desde Sí se puede-La Gomera se propone que desde el Cabildo o el Ayuntamiento se concedan ayudas a las empresas perjudicadas durante la realización de las obras y que la dirección de obra sea “exigente y escrupulosa con los plazos marcados”. Además, las empresas debieran conocer ya el cronograma exacto de las obras para así poder programas sus gastos, inversiones o contrataciones. “Parece que las obras van a coincidir con la temporada alta turística y con la campaña comercial, y este aspecto debe trabajarse muy bien antes de que se dañe irremediablemente a la economía del barrio”.
Otro aspecto que preocupa a la formación ecosocialista es que el proyecto no parece respetar la idiosincrasia del barrio. Para Hernández, “toda intervención urbanística que vaya a determinar la vida económica y social de un barrio debiera contar, como punto de partida, con sus vecinos y sus vicisitudes, su historia y su patrimonio tangible e intangible. Si bien el actual proyecto propone ideas positivas, al carecer de consenso, no resuelve problemas evidentes en cómo se llevará a cabo la obra en la zona, además modifica el diseño urbanístico del eje del barrio, con cambio de pavimento, ajardinado y mobiliario ubicados aleatoriamente con un planteamiento homogéneo y lineal”.
Para Hernández Bethencourt, “el diseño propuesto es el mismo que encontramos en otros lugares, y con ello se borra de un plumazo la idiosincrasia e historia de un barrio pesquero para convertirlo en otra Zona Comercial Abierta de Canarias. El pilar de la economía local es el turismo, y esta intervención puede afectar a la identidad visual y social del barrio, valores que nuestros visitantes tienen muy en cuenta”.