“Si a la mujer se le discrimina la sociedad no puede avanzar”

HediehTaheri abandonó Irán por la revolución islámica. Foto: LUZ RODRÍGUEZ.

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

Se define como “una mujer de origen persa defensora de los derechos humanos”. HediehTaheri y su familia tuvieron que abandonar Irán en 1978 por la llegada de la revolución islámica. Estudió Ciencias Económicas en Austria y desde hace casi 28 años reside en La Palma. “Soy persa, el término iraní no me gusta porque lo relaciono con la revolución islámica y yo prefiero recordar el pasado glorioso de Persia”, ha señalado a LA PALMA AHORA en tono nostálgico.

Hedieh profesa la religión Baha’i, considerada por la Organización de Naciones Unidas (ONU) una organización no gubernamental, y es una gran defensora de la igualdad entre hombres y mujeres. “Podemos hacer la comparación con las dos alas de un pájaro, al que si le falta una, no puede volar; si la mujer, que es la mitad de la población, está discriminada, la sociedad no puede alcanzar la progreso”, asegura.

Recuerda que “durante 60 años, la Oficina de las Naciones Unidas de la Comunidad Internacional Baha’i ha trabajado para lograr el progreso y la igualdad de las mujeres a través de su participación y contribución a la sesión de la Comisión sobre la Condición de la Mujer mediante el fortalecimiento de los mecanismos de género y el apoyo a los programas y esfuerzos de implementación de sus organizaciones afiliadas nacionales”. “Seguimos trabajando en estrecha colaboración con UNICEF y ONU Mujeres para abordar cuestiones relacionadas con la educación de mujeres y niñas, la salud, la seguridad, el racismo y la violencia contra la mujeres, porque creemos que la plena igualdad entre sexos es uno de los requisitos más importantes para lograr la paz”, afirma.

En la entrevista mantenida con este digital, Hedieh tiene un recuerdo especial para Táhirih, una influyente poeta y teóloga iraní del siglo XIX. “Un hombre se degolló a sí mismo de la impresión cuando, en una ocasión, ella se quitó el velo”, dice “Esta mujer fue después martirizada por orden del shah de la época”, añade. Es un símbolo para las mujeres baha'is por haber defendido su emancipación, y en la actualidad, su figura se ha convertido en un referente para la juventud iraní.

Entre los principios que promueve la fe Baha’i, explica Hedieh, están “abandonar todas las formas de prejuicios y asegurar a las mujeres plena igualdad de oportunidades con los hombres”. Asimismo, defiende “la relatividad de la verdad religiosa y la eliminación de los extremos de pobreza y riqueza”.  Considera la educación “la base fundamental” para el progreso  y entiende que cada persona debe buscar “la verdad de forma independiente” sin ningún tipo de influencias externas, ni siquiera familiares. Subraya que “la verdadera religión está en armonía con la razón y la búsqueda del conocimiento científico”, lejos, por tanto, de cualquier fanatismo.

Los derechos humanos de la mujer en Irán, tal y como ha denunciado Amnistía Internacional, están en retroceso. “A través de leyes parlamentarias se les intenta restringir el acceso a los anticonceptivos con el fin de que procreen para poder aumentar el número de habitantes y enfrentarse a sus enemigos, y hermanos, los sunitas”, dice.

A Hedied le preocupa el individualismo de la sociedad actual, y la escasa visión global que tienen los ciudadanos, que viven al margen de los problemas que sufre la población en otras partes del planeta. “Mi ilusión y entusiasmo en la vida es hacer cosas por los demás”, afirma.

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