La Comunidad de Madrid asfixia un conservatorio público recortando su financiación más de la mitad
El conservatorio público Rodolfo Halffter de Móstoles lleva años sobreviviendo con respiración asistida. El centro de estudios musicales funciona con medio millón de euros menos que en 2009 después de que la Comunidad de Madrid haya recortado más de la mitad su presupuesto. Si aún sigue abriendo sus aulas a 480 alumnos y alumnas todas las semanas es porque el Ayuntamiento de Móstoles, la administración titular, ha compensado el déficit asumiendo hasta el 70% de la financiación.
La situación es “insostenible”. El centro ha dejado de abrir por las mañanas porque no tiene personal ni presupuesto para poner la calefacción durante todo el día, cuenta con siete trabajadores menos y no dispone de remanentes para poder comprar instrumentos nuevos, explica su director Mateo Lorente a eldiario.es. Mientras esto ocurre, la demanda sigue intacta: a estas alturas del año aún hay 60 estudiantes en la lista de espera para ser admitidos, según datos aportados por el conservatorio.
Los problemas empezaron en 2010, cuando la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid recortó por primera vez el presupuesto. Desde entonces no ha dejado de caer año tras año, excepto en el ejercicio de 2011: 1,4 millones en 2012, 1,2 en 2013, 921.000 en 2014, 850.000 en 2015, 700.000 en 2016... Hasta los 670.000 de 2017.
El año que viene la situación no empeora, pero tampoco mejora. Los presupuestos de Cristina Cifuentes han reservado la misma cantidad para el 2018, una partida enmendada por Podemos, que pide que aumente en 400.000 euros para que el proyecto siga siendo viable. “La administración pretendía dejarnos casi a cero pero conseguimos mantenernos con varias movilizaciones”, cuenta Mateo.
Un convenio desigual
La administración regional cofinancia el conservatorio municipal desde 2002, cuando la Comunidad de Madrid lo convirtió por decreto en conservatorio de Grado Medio. Existe desde 1986 pero había impartido solamente Grado Elemental y temporalmente a través de una autorización enseñanzas superiores a partir de 1995. La aprobación del decreto autonómico de 2002 implicó la firma de un convenio de financiación entre la administración regional y local, que se traduce en un compromiso económico también para la Comunidad de Madrid.
Esta aportación se fijó inicialmente en 1,26 millones de euros –la mitad de que aporta ahora– y fue creciendo hasta cerca de los dos millones (1,87) en 2009. Luego empezó la caída libre. En estos años, el Ayuntamiento de Móstoles, del PP hasta 2015 y luego en manos del PSOE, ha compensado el déficit de la Comunidad de Madrid hasta sostener el 70% del presupuesto. La evolución de su aportación ha sido antitética a la del Gobierno de Cristina Cifuentes: 1,25 millones en 2012 y 2013, 1,36 en 2014, 1,4 en 2015, 1,6 en 2017 y 1,4 en 2017.
Si resolvemos la ecuación de aportaciones, el resultado es que el conservatorio público ha sufrido un recorte de más de 700.000 euros. En 2010 funcionaba con 2,8 millones y hoy con 2,1.
Negociaciones estancadas
Fuentes de la Consejería de Educación justifican que este centro es el único de titularidad municipal cofinanciado y añaden que desde 2011 el consistorio “conoce que se iba a ir produciendo una reducción progresiva de la aportación”. Las mismas fuentes, además, reconocen que se está dando prioridad a “centrar los recursos” en los 11 conservatorios que son de su titularidad.
El Ayuntamiento de Móstoles, que al cierre de este artículo no había respondido a las preguntas de eldiario.es, se ha puesto tras la publicación en contacto con este medio. “Parece que el exalcalde de Móstoles [Daniel Ortiz, del PP, e imputado en la Púnica] pactó esto con la Comunidad de Madrid”, explica la concejala de Educación Isabel Cruceta, que asegura que ha intentado encontrar sin éxito dicho pacto por escrito. La Consejería de Educación alude en este sentido a una “carta del alcalde de Móstoles al expresidente” Ignacio González en 2012.
Cuando estallaron las movilizaciones de profesorado y estudiantes en marzo de este año, la Comunidad de Madrid se comprometió a reunirse con el Ayuntamiento de Móstoles para intentar acordar una solución que no ha llegado por el momento.
El grupo socialista y Ganar Móstoles han presentado una moción al pleno del municipio instando a la Comunidad de Madrid a que “cumpla con la obligación de contribuir a la financiación” que ella misma fijó en 2002 en 1,26 millones de euros. “En su defecto –dice el texto– instamos a que asuma esta competencia y servicio educativo, es decir, la titularidad del Conservatorio Rodolfo Halffter, procediendo al traspaso e integración de los empleados públicos adscritos al mismo”.
“Estamos al límite”
“Teníamos cuatro conserjes y ahora tenemos uno. El bibliotecario falleció y no ha venido nadie en su lugar, igual que los tres profesores que se jubilaron”, señala el director Mateo Lorente. La falta de personal ha provocado también que el horario de apertura del conservatorio se reduzca a la tarde solo cuando antes se extendía de 9 a 22 horas ininterrumpidamente.
Por las mañanas, cuenta un alumno de contrabajo, no solía haber clases pero los alumnos y alumnas iban a estudiar, especialmente los que no tienen el instrumento en casa, como los percusionistas o los que cargan con instrumentos muy grandes. “Ahora lo hemos apañado con el siguiente acuerdo: quien necesite estudiar por la mañana tiene que estar a una hora en punto en la puerta y alguien suele bajar, pero el cierre está echado”, explica. Otro motivo para mantener cerrado el centro por las mañanas, aduce la dirección, es que no hay presupuesto suficiente para poner la calefacción todo el día.
“Dedicamos prácticamente todo el presupuesto a pagar el sueldo de las 47 personas que trabajamos aquí y nos quedan unos 100.000 euros anuales para mantenimiento de todo lo demás”, indica Lorente, que admite que vendría bien renovar algunos instrumentos “antiguos”. “Estamos funcionando con pianos de hace 20 y 25 años porque no podemos sustituirlos”, añade.
Esto también lo constatan los alumnos. “Este año por fin se han podido comprar atriles, estábamos muy escasos porque muchos estaban rotos”, dice uno de ellos. “Las cuerdas de los contrabajos que tenemos llevan años sin cambiarse. Hacerlo en uno cuesta unos 2.000 euros. Yo puedo estudiar más o menos bien, pero es muy mejorable su estado”, explica un estudiante a eldiario.es.
Lo mismo pasa con los instrumentos del aula de percusión, reconoce el director. “Vivimos en precario total. No se han dejado de impartir especialidades pero estamos al límite. Queremos seguir funcionando y ofreciendo calidad y estas condiciones hacen que se merme”, añade Lorente, que exige responsabilidades a la Comunidad de Madrid. “Esa administración lo ha creado y tiene una responsabilidad”.