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“No he pensado en dimitir”

La concejal de Cultura y Deportes, Celia Mayer, en su despacho del Ayuntamiento de Madrid.

Andrés Gil

Celia Mayer está viviendo uno de sus peores momentos al frente del Área de Cultura del Ayuntamiento de Madrid. Tras las críticas de la oposición por los trajes de los Reyes Magos en la cabalgata y el error al retirar una placa de unas carmelitas asesinadas en la Guerra Civil dentro del plan de Memoria Histórica, ahora se enfrenta a la presión política y mediática por la representación ante un público infantil de unos títeres pensados para público adulto. Y también judicial: el PP le ha interpuesto una demanda por colaboración en un delito de enaltecimiento del terrorismo.

En el transcurso de la entrevista salta la noticia de que la Fiscalía ha pedido la retirada de la prisión preventiva para los dos titiriteros encarcelados por orden de la Audiencia Nacional desde el sábado. Fue un encarcelamiento criticado severamente por sectores sociales y políticos muy próximos al Ayuntamiento de Madrid, pero no tanto por la alcaldesa.

La propia concejala, Celia Mayer, ha presentado este mismo miércoles un escrito en los juzgados para subrayar que “la presentación de la denuncia [municipal, el viernes] a la que este escrito viene a completar nada tenía que ver con el reproche penal que se expresa en el auto dictado por el Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, pues el contenido burlesco y exagerado de lo representado era el propio de las obras de títeres y como un mero acto de ficción”.

“Tuvimos conocimiento de los hechos cuando pasó, en torno a las 18.00”, explica Mayer: “Y tomamos tres decisiones: parar de manera inmediata el espectáculo, porque se habían producido actos ofensivos según nos hicieron llegar; en segundo lugar, fuimos a interponer la denuncia; y cesamos a quien fue responsable de la contratación de esta obra de teatro, que se supone que tenía que haber revisado el contenido de esta obra”.

¿Por qué la denuncia inicial del Ayuntamiento?

La denuncia es un acto prácticamente automático en el Ayuntamiento, en el sentido en que somos responsables de las actividades infantiles que suceden en el marco de nuestra programación: nos habían dicho que habían sucedido unos hechos y fuimos a dar parte para que se esclarecieran los hechos, y ese es el sentido de la denuncia del Ayuntamiento, que se esclarezcan los hechos.

¿Ha contribuido a lo que ha venido después, el encarcelamiento por “enaltecimiento del terrorismo”?

Es absolutamente independiente. Lo que hemos hecho hoy tiene que ver con aclarar la posición del Ayuntamiento con respecto a esa demanda: nosotros denunciábamos que se habían producido unos hechos y como Administración responsable de la programación infantil somos parte de manera inevitable, que se esclareciera lo sucedido –y esa demanda no se puede retirar–; y hoy hemos expresado nuestra posición, que en ningún caso tiene que ver con la acusación que hace la Audiencia Nacional, que es un delito de enaltecimiento del terrorismo.

¿Qué opinan de esa acusación?

Las administraciones no pueden interferir en las actuaciones judiciales, y esto es una cosa buena en la política; tiene que haber independencia. Creo que hemos cometido un error y hemos tomado la decisión política por una obra que tuvo lugar en el marco de la programación infantil. Pero a mí, personalmente, me parece que la acusación es absolutamente desproporcionada. Lo que sucedió en ese momento es evidente que no es para un público infantil, pero estamos hablando de la ficción, y la ficción y la realidad no son lo mismo. Está clarísimo. Es absolutamente desproporcionado.

¿Cuándo le comenta a la alcaldesa lo que estaba pasando el viernes?

He estado hablando con ella en todo momento.

¿Y también el tuit el domingo por la noche en el que anunciaba que estaba estudiando retirar la demanda?

La demanda no se puede retirar. Me puse en contacto con el departamento jurídico de Madrid Destino para ver qué posibilidades teníamos. Nosotros interpusimos la demanda antes de que el juez dictara la prisión preventiva y hoy lo hemos clarificado de forma contundente.

¿Habló con ella antes del tuit? El lunes parecía que le contradecía.

La posición en el grupo municipal es muy clara, es la del comunicado de Ahora Madrid y todos pensamos lo mismo.

Pero ella pareció más tibia en relación al encarcelamiento de los titiriteros.

Yo creo Manuela fue muy clara también.

¿La rápida reacción del Ayuntamiento pudo hacer más fácil la crítica a la obra y la compañía?

El Ayuntamiento actuó de manera responsable, porque somos responsables de las actividades en el marco de nuestra programación. Otra cosa es el tipo de auto de los juzgados.

[interrupción]

Te lo cuento, por si no lo sabes: la Fiscalía ha pedido la libertad de los chavales. ¿Por dónde íbamos? Ah, sí. Yo creo que son procesos independientes, y eso hemos querido aclarar, la independencia entre dos procesos.

Todo esto está tomando un cariz absolutamente desproporcionado, primero por la acusación que tienen estas personas con la preventiva; luego porque la alcaldesa y yo tenemos dos denuncias por colaborar en el enaltecimiento del terrorismo; y por la dimensión mediática que está cogiendo todo esto, con portada del FT, el Ministerio del Interior se ha pronunciado... Una cosa que podría ser cotidiana en cualquier otra Administración, como el traje de los Reyes Magos, se convierte en una cuestión de Estado. Y es muy significativo en lo que está pasando en relación con los titiriteros.

¿Por qué ponía en el programa oficial que era para todos los públicos?

Eso es justamente lo que estamos investigando. Es evidente que se ha cometido un error que tiene que ver con el público al que iba destinada esta obra, y eso es lo que estamos en proceso de investigar, donde ha fallado la cadena.

¿Se ha sentido apoyada?

Absolutamente, por mis compañeros, por la alcaldesa, porque la gente ha interpretado que esto iba mucho más allá de una simple obra de teatro, y que se convertía en un asunto político de mayor calado, y que tenía el objetivo de erosionar al Gobierno municipal. Nos hemos sentido muy apoyados porque todo el mundo ha identificado qué estaba pasando.

¿No ha pensado en dimitir?

Para nada, absolutamente no. Tengo una parte de responsabilidad política con respecto a lo que ha sucedido. Esa responsabilidad ya la hemos asumido. Los madrileños nos han votado para que llegue a este Ayuntamiento un proyecto de cambio y bajo ningún concepto me planteo dejar una posición que me han mandado los madrileños que tiene que ver con que los polideportivos estén bien cuidados, que haya apoyo al tejido cultural en la ciudad y muchísimas cosas más.

¿La alcaldesa no le ha pedido reenfocar el área, competencias, equipos? El lunes en la rueda de prensa trasladó una sensación de interinidad en cuanto a usted y su área.

No, para nada. La alcaldesa nos ha apoyado en la gestión de esta crisis y bajo ningún concepto me ha planteado nada de esto.

¿Entiende las críticas al Ayuntamiento por no solidarizarse con los titiriteros en la línea de Ada Colau?

Ahora Madrid sacó un comunicado bastante claro.

¿Pero por qué no lo hizo el Ayuntamiento de Madrid como institución?

La secuencia es que el Ayuntamiento tiene responsabilidad sobre lo que ha pasado de alguna manera; luego los tiempos de la política no son los tiempos mediáticos. Tenemos que tomar decisiones en el conjunto del grupo municipal, estudiar muy bien, por qué se trata de un caso jurídico, cuáles son las declaraciones que hacemos y cuáles no. Los tiempos de la política van más lentos que los tiempos de los medios.

Pero sabe que hay gente, dentro del Ayuntamiento, votantes, simpatizantes, que creen que la alcaldesa tendría que haber reaccionado como Ada Colau.

Ada Colau tiene una posición distinta a la del Ayuntamiento de Madrid. Estoy de acuerdo con lo que dice Ada Colau, pero no tiene en este caso una posición de gobierno; nosotros, sí.

¿Está conforme con cómo se ha gestionado el asunto?

Estaré conforme, en primer lugar, cuando se resuelva la situación judicial de estas personas que considero es injusta; y en segundo lugar creo que lo que ha sucedido ha sido un error, un fallo de programación que tenemos que hacer que no vuelva a ocurrir y revisar bien los protocolos internos y muchas otras cosas más.

¿Se siente particularmente señalada? ¿La cabalgata, la memoria histórica y ahora esto?

La cultura es en muchas ocasiones la piel de la política, donde se concentran muchas sensibilidades y lo que tiene que ver con conceptos de tradición que en esta ciudad son particularmente muy difíciles. Lo de los Reyes Magos es una anécdota sacada de quicio, bajo ningún concepto se convierte nunca en una cuestión de Estado como ha sucedido, si te gustan más o menos unos trajes. Con la cuestión de la Memoria Histórica cometimos un error terrible con la retirada de la placa de las carmelitas, pero creo que el volumen de crítica tiene más que ver con que el PP no quiere aplicar la ley de Memoria Histórica, y se van a agarrar a cualquier error para que no se aplique. Esta tarde tenemos reuniones con las asociaciones para continuar con el plan de memoria de Madrid: ninguna de nuestras políticas van a parar por este intento de presionar al Ayuntamiento de Madrid.

Este caso concreto ha sido un error, un fallo de programación, que es deseable que no ocurra pero puede suceder en cualquier Ayuntamiento.

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