Madrid olvida en su callejero los nombres auténticos de ciudades gallegas, catalanas y vascas
Madrid no solo incumple la ley de Memoria Histórica en su callejero. Un ciudadano gallego ha alertado al Gobierno de Manuela Carmena de que el Ayuntamiento de Madrid ignora desde hace 34 años la Ley 3/1983 de Normalización Lingüística aprobada por el Parlamento gallego en el año 83. La citada ley establece que “los topónimos de Galicia tendrán como única forma oficial la gallega”.
El Parlamento de Galicia querían así terminar con el “proceso histórico centralista” de acuerdo con lo establecido en el artículo 3 de la Constitución y en el 5 del Estatuto de Autonomía. El Ayuntamiento de Madrid se ha desentendido de la norma más de dos décadas. Ahora, el Gobierno de Ahora Madrid, gracias a la iniciativa de un ciudadano gallego, se ha comprometido a cambiar el nombre de un total de 23 calles y plazas donde los topónimos gallegos se encuentran en castellano.
Matías Daporta, de Cambados (Pontevedra), presentó una instancia el pasado verano en el distrito de Tetuán, dependiente de la concejala Montserrat Galcerán, poniendo de manifiesto esta irregularidad. En este distrito hay dos calles afectadas: calle Orense y calle La Coruña, cuyas formas correctas deberían ser calle Ourense y Calle A Coruña. Pero hay más.
En diez distritos de la ciudad, se hallan un total de 23 calles y plazas que, atendiendo a esta ley, deberían estar en gallego. Aunque el Ayuntamiento de Madrid dio la razón a Daporta el pasado mes de noviembre, a día de hoy no ha habido cambios. Daporta justifica así su solicitud: “Teniendo en cuenta la situación de peligro en la cual se encuentra uno de los idiomas de España, me parece importante llevar a cabo el cambio”. Añade que se trata de “reconstruir los estragos lingüísticos del franquismo”.
Matías Daporta presentó la solicitud el pasado verano, según ha indicado a eldiario.es. Su instancia vino acompañada de tres cartas: del alcalde de Tui, del alcalde de Soutomaior y de la vicepresidenta de de la Diputación de A Coruña. En ellas, reclaman al Ayuntamiento de Madrid que se cumpla la ley y atiendan a la solicitud de Daporta.
Tras pasar por varios departamentos, la Secretaría General Técnica de la Concejalía de Cultura y Deportes dio la razón a Daporta el 21 de noviembre de 2016 y agradeció su “proactividad”. No obstante, el Ayuntamiento deja a criterio de los distritos que aprueben o no el cambio de denominación de su callejero.
El Consistorio de la capital ha explicado a este medio que para cambiar los nombres de las calles y plazas afectadas “es necesario abrir un expediente de modificación de nombre”, que “necesitará de acuerdo de pleno de junta municipal de distrito”. Si pasa este filtro, pasará a ser elevado “para su aprobación en Junta de Gobierno”, aseguran, “previa recepción de los informes técnicos correspondientes”.
Qué pasa con el catalán y el euskera
El gallego no es la única lengua vehicular del Estado que ignora el callejero de Madrid. Existen leyes catalanas y vascas similares, así como normas aprobadas por los ayuntamientos de esas comunidades. Un ejemplo son la calle Gerona y la calle Lérida en el distrito Centro. La Ley 2/1992 establece que las provincias Gerona y Lérida “pasan a denominarse oficialmente Girona y Lleida”.
Algo parecido pasa con la Ley 19/2011 del Parlamento vasco “por la que pasan a denominarse oficialmente «Araba/Álava», «Gipuzkoa» y «Bizkaia» las demarcaciones provinciales llamadas anteriormente «Álava», «Guipúzcoa» y «Vizcaya»”.