El sellado de un zulo de ETA en presencia de los verificadores en enero, un primer paso “insuficiente”
La organización terrorista ETA selló el pasado mes de enero zulos con armas, munición y explosivos en presencia de la Comisión Internacional de Verificación (CIV), pero este “primer paso”, en palabras de uno de los verificadores internacionales que participó en esa operación clandestina, ha sido considerado como “insuficiente” por la mayoría de clase política vasca y por el lehendakari Urkullu. Por contra, la izquierda abertzale puso en valor el nuevo movimiento “unilateral” de ETA -de “hito histórico” lo tildó el dirigente de Sortu, Pernando Barrena- y espera que sirva para que el Gobierno de Mariano Rajoy abandone su “inmovilismo”. El líder de los socialistas vascos, Patxi López, no ocultó su decepción por el gesto “pequeño e insuficiente” y la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, sin ocultar su enfado, calificó directamente el movimiento de ETA de “tomadura de pelo”.
Los verificadores internacionales admiten en conversación con eldiarionorte.es desconocer el calendario que manejan los terroristas para avanzar hacia su final definitivo, pero consideran que es el “paso necesario previo al desarme completo” de la organización, en palabras de su coordinador, Ram Manikkalingam. Y fuera de la comparecencia ante los medios destacaron el carácter unilateral y “sin condiciones” del paso dado por ETA.
“La Comisión ha verificado que ETA ha sellado y puesto fuera de uso operativo armas, munición y eplosivo”, anunció ayer en el hotel Carlton de Bilbao Manikkalingam flanqueado por el resto de los componentes de la comisión. En la comparecencia pública en la capital vizcaína, los verificadores presentaron dos folios con un listado exacto de la parte del arsenal precintada en los que se aprecia el sello de ETA y la firma de la propia comisión. En el vídeo difundido ayer en la cadena británica BBC se puede ver cómo ambas partes firman el citado documento detrás de una mesa en la que está desplegado el mínimo arsenal que ETA ha decidido inutilizar definitivamente.
Entre el material que los verificadores han dejado “fuera de uso operativo”, según las palabras empleadas ayer por Manikkalingam, está un fusil G3largo, una pistola smith&wesson y dos revólveres de la misma marca y dos granadas de carga hueca. Ademas, también se han sellado en el zulo 300 balas del calibre 38 SP, 4,50 kilos de pentrita, 8 kilos de cloratita, 10 kilos de nitromanita, 4 kilos de clorato de sodio, 120 metros de cordón detonante y otros 70 metros. Se han inutilizado finalmente dos temporizadores de cuenta atrás, tres temporizadores de 24 horas, un temporizador con sensor electrónico de movimiento y tres temporizadores con sensor de movimiento de mercurio. Las armas, la munición y los explosivos sellados en el zulo son una parte mínima del arsenal de ETA. Fuentes de la lucha antiterrorista creen que ETA conserva toneladas de materia para fabricar explosivos y más de 500 armas cortas y largas, aunque la relación exacta del armamento no se conoce con exactitud.
Ese gesto de desarme limitado -este aspecto fue muy criticado ayer- fue grabado en vídeo, añadió Manikkalingam en su comparecencia junto a otros cuatro miembros de la comisión leur Ravensbergen, Aracelly Santana, Chris Maccabe y Ronnie Kasrils. el sexto miembro de la comisión, el teniente coronel indio ya retirado Satish Nambiar, no acudió al estar enfermo. El coordinador de la CIV mostró a los periodistas un inventario con las armas y explosivos que ETA ha puesto “fuera de uso operativo”. El inventario está detallado en dos folios con el sello de ETA y de la comisión. La Comisión considera “creíble y significativo” el paso dado hacia un desarme total y definitivo. Y considera, en función de su conocimiento de otro tipo de procesos similares en los que han podido participar sus componentes, que sería el “paso necesario previo al desarme completo” de la organización terrorista.
“Más de lo mismo”
ETA anunció a los verificadores de “manera confidencial” el pasado mes de abril su voluntad de proceder al sellado de parte de sus arsenales y a ponerlos “fuera de uso operativo”. Ese primer paso se produjo el pasado mes de enero en la “clandestinidad”.
Los verificadores, que han vuelto a Euskadi justo un año después, han anunciado que “seguirán trabajando para llegar al final definitivo del ciclo de la violencia en Euskadi en aras a conseguir una ”paz duradera“, apuntó específicamente el coordinador del grupo de verificadores internacionales.
Minutos antes de la comparencia de Bilbao, que fue sin preguntas, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, adelantó que el paso de ETA sería “más de lo mismo”. Antes de conocer el contenido del comunicado de la Comisión Internacional de Verificación (CIV), Fernández Díaz auguró “un ejemplo más de teatralizacón y escenificación” dentro del proceso que lleva a cabo la organización desde que anunció en octubre de 2011 el fin definitivo de la violencia. Con todo, Fernández Díaz afirmó que cualquier paso camino de la disolución de ETA es “positivo”.