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El último contrato de Salvador Blanco en Sodercan: 75.000 euros para la Fundación de Ángel Agudo

Los patronos de la Fundación Santos Gracia, presidente de Funiber, y Ángel Agudo.

Rubén Vivar / Andrés Hermosa

Salvador Blanco fue cesado el pasado jueves como consejero delegado de Sodercan después de haber sido reprobado tres veces en el Parlamento de Cantabria y de que la nueva dirección del PSOE, encabezada por Pablo Zuloaga, forzara su salida en contra del criterio de la vicepresidenta del Gobierno de Cantabria y exlíder de esta formación, Eva Díaz Tezanos.

Pero antes de perder el cargo, Blanco dejó amarrado un contrato con la Fundación Innovación y Desarrollo (FIDBAN), creada recientemente y cuya cabeza visible es curiosamente su anterior jefe y mentor en la administración autonómica, el exconsejero de Economía y Hacienda, Ángel Agudo. Se trata de un contrato de patrocinio para financiar la actividad de este ente por valor de 75.000 euros.

Así figura en la documentación a la que ha tenido acceso eldiario.es. Dicho contrato fue rubricado por Salvador Blanco 48 horas antes de que perdiera el poder en Sodercan-, y llama la atención tanto la celeridad con la que se ha tramitado el convenio como el procedimiento elegido para su adjudicación.

Y es que los pliegos técnicos fueron aprobados el 22 de noviembre y el contrato se resolvió solo cinco días más tarde, el 28 de ese mismo mes. Fue una adjudicación por procedimiento negociado sin publicidad, lo que implica que solo pueden pugnar por el contrato las empresas o entidades invitadas por la administración. Sin embargo, ni siquiera hubo competencia, ya que Sodercan no cursó invitación a ninguna otra firma.

Para motivar esta decisión, Sodercan asegura que FIDBAN es “el único licitador capaz de prestar el servicio” y lo justifica en base al principio jurídico “intuitu personae”, apoyándose en un informe de la Junta Consultiva de Contratación Administrativa de Aragón que dice que “cualquier intento de forzar la concurrencia (en un concurso) solo podría acabar mezclando entidades con actividades muy diferentes”.

“Los motivos que concurren para tal elección, vienen justificados por la especificidad técnica, contando -FIDBAN- con un equipo altamente especializado, a través de un Comité Técnico, para la atención personalizada a los proyectos, tanto en los aspectos técnicos como en los planes de negocio”, argumenta la empresa pública.

Las condiciones

FIDBAN fue presentada en sociedad hace poco más de un mes, el pasado 17 de octubre, y está integrada por Sodercan y Funiber (Fundación Universitaria Iberoamericana) como patronos, así como por otras dos entidades también dependientes de esta última institución: la Universidad Europea del Atlántico y el Centro de Investigación y Tecnología Industrial de Cantabria (CITICAN). Para la creación de esta organización, Sodercan ya aportó 5.000 euros.

Su objetivo es generar oportunidades de negocio, impulsando el networking entre inversores y emprendedores y prestando asesoramiento técnico. A cambio de los 75.000 euros, Sodercan se garantiza aparecer como patrocinador en las actividades realizadas por la Fundación durante los tres próximos tres años -inserción del logo en su página web, notas de prensa, actos, etcétera-.

En este sentido, FIDBAN se compromete a crear entre 2018 y 2019 un mínimo de doce clubes de inversión y a organizar trimestralmente foros internacionales de inversores. Su ámbito de actuación se centrará en España y en países de Latinoamérica, como Chile, Argentina, Brasil o Guatemala, según explica el pliego de condiciones.

En la memoria justificativa del contrato se destaca, por un lado, que “Cantabria es una de las pocas comunidades en las que no existe en la actualidad ninguna red de inversores activa y con carácter internacional, y por otro, ”el realce de la imagen“ que lograrán con este patrocinio Sodercan y el Gobierno de Cantabria, convirtiendo a nuestra comunidad ”en un punto de referencia para emprendedores e inversores de una treintena de países“.

El contrato, del que Sodercan no ha informado a los medios de comunciación, cuenta también con la firma de la directora de Proyectos, Iciar Amorrortu, nombrada recientemente nueva máxima responsable de la entidad.

Otros 17.000 euros

Recientemente, Agudo ha presentado junto a otro profesor de la Universidad de Cantabria, José Villaverde, el informe 'Desarrollo de Cantabria: análisis e instrumentos', el cual también está subvencionado por Sodercan con 17.500 euros más IVA.

En sus conclusiones, el estudio aboga por potenciar la capacidad del Instituto Cántabro de Finanzas (ICAF) y la Sociedad de Desarrollo Regional (SODERCAN) como instrumentos “vitales” para el desarrollo de Cantabria. Para ello, proponen “algunas reformas” que les otorguen autonomía de gestión, profesionalización y agilidad en la toma de decisiones, sin menoscabo de los controles públicos.

Salvador Blanco y Ángel Agudo

Salvador Blanco entró a formar parte del Gobierno de Cantabria en el año 2003 de la mano del entonces consejero de Economía, Ángel Agudo (PSOE). La relación entre ambos proviene de la Universidad de Cantabria. Blanco trabajó en la gerencia durante una década y Agudo es profesor como catedrático en Economía.

En el año 2003, con la llegada de los socialistas al poder gracias al pacto de coalición con el PRC de Miguel Ángel Revilla, Agudo fue nombrado responsable del área económica del Gobierno y Blanco estuvo a su servicio ocupando el cargo de director general de Presupuestos y Política Financiera hasta 2008, cuando dio el salto a Sodercan, la empresa pública responsable del desarrollo industrial de Cantabria.

Díaz Tezanos recuperó a este licenciado en Derecho y Ciencias Empresariales y funcionario de la Seguridad Social para Sodercan en 2015 tras la caída del PP en las elecciones y la reedición del pacto de gobierno entre socialistas y regionalistas. Su gestión ha estado siempre muy cuestionada por los partidos de la oposición -especialmente por Podemos- e incluso por el presidente de la patronal cántabra, Lorenzo Vidal de la Peña, quien se ha manifestado en varias ocasiones a favor de su relevo.

GFB y otras polémicas

En la trayectoria pública de Blanco pesa especialmente el fiasco empresarial de la fábrica de fibroyeso GFB, que ni siquiera echó a andar pese a que el Gobierno autonómico le concedió cerca de 40 millones de euros en ayudas públicas. En su defensa, Blanco siempre ha alegado que este proyectó se fraguó en 2004, cuatro años antes de que él llegara a Sodercan. El PP llevó el caso a los tribunales y aunque tanto Blanco como Agudo estuvieron imputados, ambos terminaron saliendo absueltos.

La Audiencia de Cantabria consideró que no hubo malversación de fondos públicos, ni administración desleal ni tampoco fraude de subvenciones, pero al mismo tiempo reflejó en el auto que la actuación de los imputados -entre los que también se encontraba el exconsejero Javier del Olmo- fue “poco ética e incluso es probable que deba tener consecuencias en el ámbito mercantil o en otros órdenes distintos al penal”.

Otras de las máculas más sonoras de su gestión ha sido la auditoría realizada por la Intervención General de la comunidad autónoma sobre el funcionamiento de la sociedad pública entre 2008 y 2011, que reveló “incumplimientos” en materia de contratación y en algunos de los convenios suscritos y plantea algunas dudas sobre varias inversiones que realizó a empresas y sobre el control de las mismas. Blanco asegura que el informe está “viciado en origen” porque se “hurtó” documentación a los interventores para realizarlo y Díaz Tezanos salió en defensa de su consejero delegado destancado que de la auditoría no se desprende “ninguna práctica ilegal”.

La última polémica en torno a Salvador Blanco ha estado originada precisamente con su salida de Sodercan, a la cual seguirá ligado como representante de la nueva sociedad de Sidenor, en la que la empresa pública ha inyectado 15 millones de euros. Una “puerta giratoria”, según han denunciado los partidos de la oposición, a espaldas de la dirección del PSOE.

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