El Supremo tumba el Plan General de Ordenación Urbana de Santander
El Tribunal Supremo tumba el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Santander y corrige así la decisión adoptada por el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), que desestimó en junio de 2015 el recurso de la asociación ecologista ARCA contra el modelo urbanístico impulsado por el Partido Popular en la ciudad, aprobado por la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (CROTU) en septiembre de 2012.
Según adelanta VozPópuli en una información en exclusiva, y a falta de que se haga pública la sentencia de la Sección Quinta de la Sala Contencioso Administrativa del Tribunal Supremo, los magistrados han estimado por unanimidad el recurso de casación interpuesto por ARCA, que sostenía que era “injustificada” la necesidad de delimitar “una inmensa superficie” del suelo edificable.
ARCA calificaba de “irreal” el crecimiento poblacional previsto en el PGOU de Santander y consideraba que no era justificable la transformación de suelo no urbanizable en urbanizable. El nuevo modelo urbano impulsado por el equipo de Gobierno que lidera el alcalde, Íñigo de la Serna (PP), prevé una población máxima de 261.000 habitantes en el horizonte de 2024, y para albergar esa población, estima que harán falta 35.316 nuevas viviendas.
El TSJC había defendido que “de ninguna forma puede ser calificada esta previsión como arbitraria ni irracional, porque se basa en la necesidad de dar acogida a un crecimiento urbano similar al producido en los últimos 15 años”. Las cifras, sin embargo, contrastan con la realidad, puesto que Santander ha ido perdiendo vecinos de forma progresiva.
De hecho, la crisis poblacional que sufre la ciudad en los últimos años se agudizó a lo largo de 2015, con un éxodo masivo de los más jóvenes hacia otras localidades del entorno que provocó que la capital descienda de los 175.000 habitantes por primera vez desde la década de los años 80.
En la pasada legislatura, los datos oficiales del Ayuntamiento de Santander indican que la ciudad perdió 6.114 habitantes. La tendencia, además, se sostiene en el tiempo: desde que tomó posesión en 2007 Íñigo de la Serna hay casi 10.000 vecinos menos. Mucho más lejos quedan los 191.079 habitantes que tuvo la ciudad en el año 1991, el punto más alto de la pirámide.
