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Motín en la guardería

Parte del techo de la cocina y del comedor del Centro Infantil se ha derrumbado.

Rubén Vivar

Los padres y madres del Centro de Educación Infantil 'La Jilguera', en Renedo, vienen percibiendo desde hace unos meses como la dejadez se adueña de la guardería. Durante las navidades se derrumbó parte del techo del comedor y de la cocina, lo que ha obligado a la cocinera a preparar las comidas en su propia casa. A la caída de parte del techo, que casi tres meses después no se ha subsanado, suman incontables desperfectos en las instalaciones y una alarmante falta de personal: cinco educadoras, con contratos precarios, para 70 niños de entre 0 y 3 años.

El accidente de un niño, ocurrido el pasado jueves, ha terminado por colmar su paciencia. Este lunes mantendrán una reunión con el alcalde de Piélagos, Enrique Torre, al que exigirán que retire la concesión a la empresa Yalmar Organización de Eventos, que resultó adjudicataria en el concurso celebrado en diciembre de 2013. 'La Jilguera' fue construida con inversión pública, un millón de euros con cargo al Plan E, y se inauguró el 3 de marzo de 2014, dos años después de finalizar las obras, según el equipo de Gobierno, por problemas burocráticos.

Los padres creen que Yalmar ha demostrado su incapacidad y temeridad a la hora de gestionar el centro educativo. Por ello, una veintena de ellos, acompañados por sus hijos, acudirán a las 10.00 de la mañana al despacho de Torre, al que además presentarán una hoja de reclamaciones firmada por los afectados.

Algunas de las familias ya habían acudido al Ayuntamiento a denunciar una deficiente gestión. Pero el percance del pequeño ha hecho destapar toda una serie de irregularidades que hasta entonces desconocían, como que la cocinera ha estado trabajando sin contrato y que tenía que suplir la falta de alimentos con la nevera de su propia casa.

Algo similar a lo que les sucede a las educadoras, que también tienen que comprar el material con su sueldo, a pesar de que los padres pagaron a comienzo del curso 40 euros para dicho fin. El centro tampoco está cumpliendo con el compromiso de dar de desayunar a media mañana a los niños.

Los padres han pedido responsabilidades al gerente de la compañía, Antonio Haro Pachecho, quien les ha respondido con “buenas palabras” pero que, sin embargo, durante este tiempo no ha dado solución a ninguna de sus quejas. Por ello, exigirán al máximo responsable del Ayuntamiento que tome cartas en el asunto y depure responsabilidades.

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