La memoria de Amparo Pérez echa raíces en Las Llamas

Vecinos, amigos, conocidos, representantes públicos, miembros de diferentes colectivos sociales y familiares de Amparo Pérez han rendido un nuevo homenaje este sábado a la anciana, fallecida hace ahora dos años tras mantener una tensa lucha con el Ayuntamiento de Santander en defensa de su casa, un hogar que levantó con sus propias manos junto a su marido y el que pasó buena parte de su vida.

Sobre esa vivienda, que fue derribada mientras estaba ingresada en el hospital, pasó un vial que oficiosamente lleva su nombre y que se ha convertido en un símbolo en la ciudad. La batalla que encabezó esa mujer de 86 años sirvió de ejemplo a muchos otros, que perdieron el miedo a levantar la voz para defender lo que es suyo.

Vecinos de Prado San Roque o El Pilón, por ejemplo, afectados como ella por la política urbanística del equipo de Gobierno del PP que lideraba el hoy ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, reconocen su valentía y la toman como referencia en sus respectivas luchas.

Así se lo han querido dejar claro en Las Llamas, en un prado muy cerca del lugar en el que estuvo la vivienda de Amparo Pérez, plantando flores, árboles y arbustos en una concentración organizada en el segundo aniversario de su muerte, y que se inició con una manifestación desde el vecino barrio de Monte.

“¡Amparo se queda, Amparo se queda!” era el grito de guerra, la reivindicación que se escuchó tantas veces aquellos días en los que la mujer vivía rodeada de palas excavadoras, camiones y operarios que se afanaban por terminar una carretera entre la S-20 y la Avenida de Los Castros y que prácticamente sepultó la modesta casa de una familia que no quería abandonar sus raíces.

Este sabádo se han vuelto a escuchar esos mismos gritos, pronunciados por muchos de los que la acompañaron entonces. El homenaje fue convocado casi de manera espontánea a través de las redes sociales, y con la ayuda y la difusión de varias organizaciones como Concejo Abierto, Plataforma Deba o la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Santander.

En el acto ha estado su nieto, Marco Santamaría, que ejerció de portavoz cuando a su abuela ya le fallaban las fuerzas y que solo tenía palabras de agradecimiento para todos los presentes por mantener viva a una mujer clave en su vida. “Ella estaría muy orgullosa. Le encantaban las plantas, siempre estaba por aquí cuidando de su jardín, así que esto es muy bonito, además de simbólico”, ha asegurado.

“Lo que pasó con mi abuela nos cambió la vida. A muchos les hizo abrir los ojos ante el atropello que estábamos sufriendo”, ha recordado a eldiario.es el nieto de Amparo Pérez. “Me sorprendió la convocatoria, porque pasan los años y las cosas se olvidan, pero me alegra y me emociona que esto no haya caído en el olvido”, ha subrayado.