Pablo Zuloaga: “Habrá cambios en el Gobierno y servirán para apuntalar las políticas que desarrolla el PSOE”
El PSOE de Cantabria ha vivido este mes de julio un revolcón sin precedentes. Las primarias han marcado un hito en la historia del socialismo cántabro: por primera vez los militantes han elegido a su líder a través del voto directo, sin ser subrogado en delegados, y el oficialismo ha hincado la rodilla ante una nueva generación que, sin hacer mucho ruido, se ha hecho con el poder.
Pablo Zuloaga (Santa Cruz de Bezana, 1981) tiene ahora el reto de volver a unir al partido y de fortalecerlo para recuperar el espacio perdido en las últimas convocatorias electorales. Arropado por un equipo formado por 16 hombres y 16 mujeres y con el apoyo incondicional de la dirección nacional, deberá profundizar en ese “nuevo PSOE”.
¿Ha tenido tiempo para analizar todo lo sucedido en las últimas semanas?
Sí, sobre todo de sosegar lo vivido en el Congreso. Han sido días muy intensos, de mucha ilusión en el Paraninfo de la Universidad de Cantabria, que es un sitio que tiene mucha importancia para aquellos que compartimos la idea de volver a llevar a Pedro Sánchez a la secretaría general del PSOE.
¿Aquella victoria de Pedro Sánchez en las primarias fue fundamental para que usted optara a la secretaría general en Cantabria?
Sin duda ha sido uno de los motivos. Aquellas primarias nos llevó a recorrer Cantabria y en la medida que íbamos dando a conocer el proyecto de Pedro Sánchez, íbamos conociendo cómo estaba nuestra organización, cómo era la realidad de los grupos municipales, de las agrupaciones, de las juntas vecinales… Ese día a día fue calando en un grupo de compañeros y compañeras y ayudó sin duda a tomar esta decisión.
¿Está satisfecho de cómo se ha resuelto el Congreso Regional?
Creo que sí. Ha sido un Congreso potente. He intentado por todos los medios que en la Ejecutiva regional hubiera compañeros y compañeras que hubieran avalado a Eva Díaz Tezanos, pero la verdad que ha sido complicado por no decir prácticamente imposible. Ha habido compañeros que estaban dispuestos a participar en el proyecto del nuevo PSOE, pero, finalmente, por un motivo o por otro declinaron la oferta.
¿Qué motivos?
Ha habido de todo, motivos personales y otros difíciles de entender.
¿Se refiere a presiones?
Lo he explicado de una manera quizá demasiado gráfica: dos no bailan si uno no quiere. Es importante ser humilde en la victoria y en la derrota, asumir el resultado y no hablar de lealtad y luego no practicarla. Pero bueno, por delante queda el reto de trabajar para ser el secretario general de todas y todos los socialistas de Cantabria.
‘Cambiar para ganar’ fue el lema escogido. ¿Qué ha hecho mal la anterior dirección? ¿Qué van a cambiar?
El Partido Socialista cuando gobierna, gobierna bien, pero algo falla cuando después toda esta gente se enfrenta a una urna y no decide depositar una papeleta del PSOE. Y eso lo venimos viendo elección tras elección; el Partido Socialista ha pasado de tener 16 diputados a solamente cinco. En la medida que hemos perdido militancia, hemos perdido voz en la calle y la capacidad de trabajar con más hombres y mujeres para llegar a más sitios.
El principal reto que tenemos de aquí en adelante es reforzar nuestra estructura como partido para poder crecer hacia fuera. Creo que en la medida de que la ciudadanía vea a un Partido Socialista transparente, fuerte, con las ideas claras, nos van a ver como un partido que nos presentamos a las elecciones para solucionar los problemas.
Casi la mitad de los delegados se abstuvieron en la votación sobre la Comisión Ejecutiva. ¿Eso es un problema?
No es un problema, los socialistas somos demócratas convencidos. Ganar por un voto hubiera supuesto ganar igual, y ahora mismo tenemos por delante el reto de trabajar todos juntos. La ciudadanía de Cantabria nos tiene que ver como un partido de referencia, como lo fuimos en una época, y esa es nuestra gran labor. Estamos tomando contacto con la organización, con los diferentes compañeros que están en el Gobierno, con los compañeros que están en el grupo parlamentario para trabajar de otra manera.
Creo que es fundamental que el Partido Socialista de Cantabria mejore su línea de comunicación porque quizá no hemos sabido trasladar a la ciudadanía los grandes esfuerzos que hacían los socialistas por cambiar Cantabria. Hablamos de todos los esfuerzos que se han hecho en dependencia, en sanidad, por tener una educación a nivel europeo…
En el análisis interno que ha hecho el partido en estos últimos años sobre el descenso de votos, una de las principales causas que se ha apuntado es que el pacto con Revilla ha fagocitado a los socialistas. ¿Tendría sentido trazar una nueva estrategia en este sentido?
El pacto entre el Partido Regionalista y el Partido Socialista ha sido muy bueno para Cantabria y para sus ciudadanos. Yo pongo en valor uno de los primeros hitos que consiguió el primer Gobierno PRC-PSOE: conseguir que en Castro Urdiales se acabaran los cortes de agua en verano. Estamos hablando de 2003, cuando en toda España ya había servicios absolutamente. Cantabria ha tenido que asumir retos del pasado y los ha asumido gracias al pacto entre el PRC y el PSOE.
Por eso pongo en valor ese pacto y toda la política que ha desarrollado el PSOE en el Gobierno, pero también soy consciente de que el PSOE se ha ido viendo debilitado en el transcurso de todos estos gobiernos, y por eso asumo el reto junto a la nueva dirección, profundamente renovada, de que el PSOE tiene que volver a su esencia, volver a recuperar la calle, los espacios perdidos, porque en la medida que les hemos perdido otros les han ocupado.
¿Garantiza que ese pacto va a llegar a final de legislatura?
Estoy absolutamente convencido.
¿Y va a haber cambios en el Gobierno?
Habrá cambios en el Gobierno y servirán para apuntalar las políticas que desarrolla el Partido Socialista. Hay que apuntalar las políticas que venimos haciendo bien, como puede ser la educación, la sanidad, la dependencia y los servicios sociales y aportar perfiles nuevos en algunas de estas áreas para reforzar esas políticas.
¿A qué nivel? ¿Consejeros o por debajo?
Es un poco pronto para señalar a nadie. Estamos analizando con los compañeros y con las compañeras que están en el Gobierno. Ya lo he dicho en más de una ocasión, los cuatro consejeros cuentan con el apoyo del Partido Socialista, y es con ellos con quienes tenemos que dibujar el nuevo escenario del Gobierno de Cantabria, sobre todo, para trabajar donde ellos saben que hace falta reforzarse.
¿Cuándo ha sido la última vez que ha hablado con Eva Díaz Tezanos?
El domingo nos dimos un caluroso abrazo cuando cerramos el Congreso y yo creo que además sirvió para poner punto y final a una fase. Evidentemente en el debate de las primarias te encuentras, te desencuentras, se hacen declaraciones cruzadas… pero creo que ese beso y ese abrazo ha servido para poner punto y final a un proceso de primarias y próximamente nos veremos para afrontar y analizar la situación del Gobierno y cuáles son esos lugares donde hay que apuntalar nuestros equipos.
¿Cómo se va a articular la coordinación entre la dirección del partido y el Gobierno?
El área de Política Institucional lo dirige una persona con amplísima experiencia, Isabel Fernández, quien ya ha estado en la Ejecutiva de Eva Díaz Tezanos y ha sido alcaldesa de Cabezón de la Sal. Es una mujer con gran capacidad para hacer de interlocutora entre la dirección del partido y el Gobierno, el grupo parlamentario socialista y los ayuntamientos.
¿Con Pedro Sánchez ha hablado?
Sí, hemos tenido conversaciones. Ha estado perfectamente informado de lo que iba pasando en el trece Congreso del PSOE de Cantabria. Está pendiente de la actualidad y es conocedor de cada paso que damos.
¿Tienen previsto un encuentro con él?
Sí, aunque ahora estamos en el mes de agosto y posiblemente nuestra reunión, porque él está muy interesado en venir a Cantabria, posiblemente sea en septiembre.
¿En el Parlamento de Cantabria se baraja algún cambio en los roles de los diputados?
Son cuestiones que hay que analizar. Silvia Abascal ya explicó que ella ponía a disposición de la dirección su cargo y tendremos conversaciones para analizar cuál es el funcionamiento del grupo y cómo se puede mejorar.
Pero, ¿usted es partidario de algún cambio?
Creo que si todo el mundo ha entendido el resultado y funciona como tiene que funcionar, se puede contar con la gente pero también eso depende de cuál es la reacción de cada uno.
¿Podemos es un enemigo o un aliado para el PSOE?
Yo gobierno con Podemos en Santa Cruz de Bezana y tengo claro que el escenario electoral de hace dos años puso en valor que había que llegar a acuerdos y creo que en Santa Cruz de Bezana dimos un ejemplo de cómo se podía gobernar. Las izquierdas se tienen que entender para mejorar la vida de los cántabros; creo en un PSOE mucho más fuerte pero aún así creo que también nos debemos apoyar en grupos de izquierdas como Podemos, sin cerrar ninguna puerta a otras formaciones.
Pero Podemos ha sido muy crítico, especialmente, con la labor del PSOE en el Gobierno.
Quizá por ser tan crítico y por no tener claro cuál era su rumbo tienen la situación interna que tienen. Me reuniré con ellos y estoy también muy pendiente de cómo se solucionan los problemas en la formación morada para tener a futuro conversaciones con ellos.
Usted ha dicho que es partidario de hacer cambios en el Gobierno. ¿Qué pasará si Eva Díaz Tezanos defiende su capacidad de gestión y se niega a acatarlos?
Todo el mundo tiene que asumir lo que ha sucedido, la dirección del partido ha cambiado, la militancia ha hablado y a partir de ahí todo el mundo tiene que entender su rol. El Partido Socialista es quien pone y quien quita a los cargos del Gobierno, es quien decide quién representa al PSOE. Creo que expresiones como atrincherarse o blindarse no han salido nunca de Eva Díaz Tezanos y yo estoy seguro de que ella va a ser una de las personas que va a entender cuál es el resultado del Congreso y que va a tener que asumir que los cambios que se hagan se hacen para reforzar el Gobierno de Cantabria y que se hacen para mejorar la imagen pública del Partido Socialista.
Le voy a poner encima de la mesa algunos de los nombres que más han estado en la picota: Salvador Blanco, al frente de Sodercan, ¿va a continuar?
No voy a entrar en las quinielas de nombres. Lo primero que hay que hacer para analizar su continuidad o no es tener conversaciones con aquellas personas que les han puesto donde están para poder valorar porqué y cuál es su evaluación de la gestión que han hecho. Es pronto y los cambios que se hagan serán debidamente anunciados cuando estén decididos.
Dentro de poco, las agrupaciones locales tienen que hacer sus propios congresos locales. ¿Es también necesaria una renovación profunda?
Los militantes de cada agrupación tienen libertad total para hablar y debatir y para fomentar los proyectos de futuro que consideren. Desde la dirección no se va a tutelar o impulsar ningún proyecto. Las primarias han venido para quedarse y estoy seguro de que los militantes no se equivocan cuando eligen a sus dirigentes.
La secretaría general le va a absorber mucho tiempo. ¿No se va a resentir la gestión en Bezana?
Creo que no. Los vecinos de Santa Cruz de Bezana están viendo, en un municipio tradicionalmente gobernado por el PP con mayorías aplastantes, cómo se puede gobernar de otra manera, y Pablo Zuloaga sigue siendo el mismo alcalde que era antes. Tengo muy claro cuál es el compromiso que tengo con mis vecinos y, además, es una cuestión que me ha ilusionado desde el principio. Si yo entré en política fue para cambiar la realidad de Santa Cruz de Bezana. La política es así y las puertas se van abriendo y ahora me enfrento a debatir y analizar cuál es la situación de Cantabria, cómo liderar el PSOE y es un reto que me apasiona, pero, insisto, tengo claro cuál es mi compromiso y además estoy disfrutando viendo cómo cumplimos nuestra palabra.
Desde que anunció su candidatura a la secretaría general, ¿de qué está más satisfecho?
La verdad que de los compañeros y compañeras que he conocido en este camino. Muchas veces no nos damos cuenta del capital humano que tienen los partidos porque no salimos de los grandes nombres que conocemos de toda la vida. El hecho de haber pateado las agrupaciones y haber profundizado en ellas te hace conocer compañeros inmensamente comprometidos y con muchísima formación. Y creo que ese es el reflejo de la Ejecutiva que he conformado, 32 hombres y mujeres, militantes de base, una ejecutiva paritaria por primera vez. Me encuentro perfectamente arropado por este grupo que aporta juventud y experiencia.
Creo que es muy bueno el capital humano que hay en el PSOE. Aún así, hay que ilusionar a mucha más gente para que entren a formar parte de nuestra militancia y, sobre todo, también recuperar a aquellos que por un motivo u otro se fueron yendo del Partido Socialista.
¿Y hay algo de lo que se arrepienta?
Siempre te queda la posibilidad de poder haber hecho las cosas mejor. Soy una persona muy crítica conmigo mismo y que considera que siempre cuando haces un examen podías haber contestado mejor.
¿Se va a presentar a las primarias para ser candidato a la presidencia de Cantabria?
Es pronto para responder a esa pregunta. Estamos en un momento crucial para el PSOE, de recuperar el partido para la militancia, de recuperar la fuerza en nuestras agrupaciones, porque lo hemos dicho en muchas ocasiones, cada vez que una persona se presenta detrás de las siglas del PSOE necesita sentir la fuerza de un partido que está vivo.
Pero yo le preguntaba por usted. Si ha dado el paso para ser el nuevo líder del partido es porque se presentará a las primarias para ser el candidato a la presidencia de Cantabria.
El futuro del partido está por escribir, lo tendrán que decidir los compañeros. Soy una persona que tiende a estar con los pies en el suelo y creo que ahora hay que vivir el día a día del partido, el cual pasa por reforzar nuestra organización. Queda tiempo para las primarias y para eso hay mucho que demostrar. Yo seré el primero que no dará un paso al frente si creo que no se están haciendo como se tienen que hacer, por eso es pronto para responder a esta pregunta con total sinceridad. De aquí a entonces queda mucho por demostrar y por hacer, y yo espero estar a la altura, no cometer errores y unir a la militancia.