“Ser madre soltera es un privilegio sólo aceptado a ciertas clases sociales”
En la época en que la condena absoluta de la sociedad hacia las madres solteras y sus hijos impuesta en el franquismo aún persistía, María García fundó, en su ciudad natal, León, la Asociación de Madres Solteras “Isadora Duncan”. Entonces,allá por el año 1984, estas mujeres aún permanecían apartadas de la sociedad, invisibilizadas, ya que “su honra estaba manchada”. María sufrió ese rechazo y lejos de acobardarse, se reveló. “Me negué a avergonzarme y a encerrarme en mi casa por ser madre soltera y por eso creé la asociación bajo el lema ”Ser madre no es una vergüenza, es un derecho“.
Hoy, más de treinta años después, no ha abandonado su lucha, aunque los problemas que enfrentan las familias monoparentales sean otros. Tras un largo recorrido al frente de este colectivo, que le ha mantenido en contacto diario con mujeres en esta situación, se atreve a sentenciar que “en España, actualmente, ser madre soltera es un privilegio sólo admitido a ciertas clases sociales. Al resto no”. Según García, ahora no te rechazan por ser madre soltera, sino por tener hijos sin dinero. “Aunque haya sido una circunstancia sobrevenida, te culpan, te censuran. Si disfrutas de una buena situación económica, se valora tu decisión. Pero si has decidido separarte y ocuparte de sus hijos aún sin contar con la ayuda del padre, que a veces se niega a pasar lo que le corresponde, eres rechazada, de una forma sutil, pero rechazada”. asegura García.
En el 90% de los casos es mujer la cabeza de familia
Según su relato estas mujeres tienen que lidiar a diario con una retahíla de comentarios y críticas. “¡Cómo te has dejado hacer esto!”, “¡en qué estarías pensando!” o “es tú problema; eres una más; no haber tenido hijos si no tienes dinero!” son las expresiones que les repiten cuando exponen su situación a allegados, familiares e incluso a los trabajadores sociales a los que piden auxilio. María García denuncia la doble discriminación, social y económica, que siguen sufriendo estas mujeres, que antes era del todo evidente y ahora es soterrada. “Hay mucha hipocresía, mucha apuesta e intento de fomento de la natalidad, pero de la elegida. Lo que quiere la sociedad es un padre y una madre, la familia nuclear de siempre”.
Desde su fundación centran esfuerzos a la atención de mujeres aunque existen núcleos familiares de esta tipología tutelados por un hombre, pero en menor medida. En el 90% de los casos tiene al frente a una mujer. En ambos casos comparten dificultades pero María García es firme al asegurar que las complicaciones se agudizan cuando ella es madre y padre a la vez, tal y como confirman la mayoría de los estudios sobre la feminización de la pobreza. “Primero porque los hombres ganan más y tiene menos dificultades que la mujer para acceder al mercado laboral. Y segundo, por el tratamiento social. Lo habitual, salvo excepciones, es que a él se le alabe socialmente, que le digan es un valiente. Incluso se le pone de ejemplo. De la mujer, piensan que es una inconsciente. Y este pensamiento imperante tiene sus consecuencias a la hora de pedir las ayudas. Tenemos comprobado por los testimonios de las mujeres que con los hombres se vuelcan y a ellas siempre les ponen más pegas”, relata García.
Desde la Fundación denuncian además que las últimas ayudas propuestas por el Gobierno de Rajoy estén limitadas a las familias con dos o más hijos, independientemente de los ingresos del hogar. “A las que tenemos un hijo solo, nos ha echado de todos los sitios. Según la ley de alzamiento de desahucios tienes que tener dos hijos, en el código de prácticas de los bancos para la dación a pago tienes que tener dos hijos, en las guarderías y comedores, se prima la entrada también a las familias de dos hijos. A las que tiene uno único nos han dejado fuera de la Ley y de la Constitución, sin derecho a nada”, afirma con indignación García.
No obstante, la presidenta de la Fundación Isadora Duncan establece diferencias entre las circunstancias que viven estas familias en función del territorio en el que residan. “Es evidente que en Euskadi la Renta de Garantía de Ingresos, ayuda mucho. El panorama en otras comunidades como Madrid, Cataluña o Castilla y León o Murcia. es peor”.
Para ayudar a las mujeres a mejorar sus expectativas laborales, circunscritas en la mayoría de los casos a trabajos relacionados con los cuidados personales y la asistencia, han creado el programa Cualifícate. Ofrecen información y asesoramiento sobre los pasos a dar en formación, en la obtención de acreditaciones profesionales. Han traído hasta Vitoria-Gasteiz el programa de la mano de la Asociación de Monomarentales (con eme) B.G.