De Andrés aspira a que Policía y Guardia Civil recuperen la plantilla perdida en Euskadi en los últimos años
El delegado del Gobierno de España en el País Vasco, Javier de Andrés, aspira a que la Policía Nacional y la Guardia Civil recuperen en Euskadi gran parte de los efectivos que se han amortizado en los últimos años de crisis económica, en los que no ha habido OPE de acceso a ambos cuerpos. “Si tienen más efectivos, tendrán más capacidad”, ha señalado De Andrés recordando que las Fuerzas de Seguridad del Estado tienen competencias “exclusivas” y compartidas con la Ertzaintza y que desde las bases vascas se ofrecen servicios a otras zonas de España.
El debate sobre el modelo policial del País Vasco es recurrente. De hecho, tras el final del terrorismo de ETA en 2011 el Gobierno autonómico del PNV incidió en la necesidad de un ajuste del despliegue de las Fuerzas de Seguridad del Estado, si bien ahora se ha diluido esa reclamación tras el acuerdo que amplía las competencias de la Policía vasca. Las cifras oficiales enviadas a las Cortes Generales muestran que en ese período su presencia cayó casi un 20% en Euskadi, de 4.611 policías y guardiaciviles en 2011 a 3.751 en 2017. Es la caída más grande de toda España, donde la media de amortización de plazas fue del 8%.
De Andrés se ha mostrado confiado en que las futuras OPE de acceso a ambos cuerpos que el Ministerio del Interior convocará en 2018 y 2019 supongan también la posibilidad de completar las plantillas en Euskadi “de la misma manera” en que la Ertzaintza lo hace a través de sus promociones. “Se proveerán plazas en el País Vasco”, ha garantizado aunque sin entrar en cifras concretas ya que están pendientes de los planes de Interior y de otros indicadores de actividad y criminalidad.
El delegado del Gobierno ha realizado estas valoraciones en una rueda de prensa ofrecida este lunes en Vitoria para presentar el balance de actividad de la Policía Nacional en Euskadi durante el año 2017. La próxima semana se hará público también el de la Guardia Civil. De Andrés ha dicho que “el resultado es positivo” y que muestra la “eficacia” de las Fuerzas de Seguridad del Estado, en este caso de la Policía Nacional, con competencias “exclusivas” en materia de Extranjería, DNI y Pasaportes y atribuciones también en la lucha contra el terrorismo yihadista y otros casos de crimen organizado de ámbito nacional o internacional.
Como actuaciones más destacadas, De Andrés ha citado las operaciones “preventivas” contra el yihadismo, que se han saldado con siete detenidos, tres en Euskadi y cuatro fuera pero relacionados con los anteriores (uno de ellos en Marruecos). 2017 es el primer año en que las detenciones bajo el epígrafe de “terrorismo” no incorporan a ninguno relacionado con ETA o su entorno. El delegado ha recordado que el nivel 4 de alerta sigue vigente y ha asegurado que existe un “análisis compartido” sobre seguridad también con la Ertzaintza.
La Policía Nacional también ha desarticulado en los últimos meses 11 grupos que explotaban sexualmente a mujeres (hace sólo cuatro años había un 0 en esta casilla estadística). En total, se han practicado 49 arrestos y liberado a 48 víctimas, principalmente mujeres nigerianas. De Andrés ha destacado también la 'operación Wicket', en la que se detectó una amplia red de personas que falsificaban pasaportes paquistaníes para obtener “de manera fraudulenta ayudas económicas”, principalmente la renta de garantía de ingresos. En total, fueron 365 expedientes analizados y 186 detenidos. La cantidad defraudada se estima en 3,7 millones.
En total, fueron 3.480 los detenidos por este cuerpo en 2017, 394 más que en 2016. 2.774 lo fueron “por infringir la Ley de Extranjería”. De Andrés ha señalado la importancia en este dato de los controles de polizones en el ferri al Reino Unido desde Bilbao. Con todo, la actividad más importante del cuerpo es la de la expedición de DNI y Pasaportes, 430.000 en total el pasado año. La “lista de espera”, ha asegurado De Andrés, ha bajado hasta las dos semanas para el carné y a una para el Pasaporte después de la polémica surgida por las colas en las comisarías.