Desconocidos realizan pintadas xenófobas en la asociación de afroamericanos de Vitoria
No es la primera vez que en el local de la Asociación de residentes afroamericanos de Vitoria dejan mensajes CON tintes xenófobos. En esta ocasión han sido pintadas insultantes. “Cerdos. Moros no”, reza la frase que han estampado en la entrada del local de este colectivo, en el barrio de Adurza. La trabajadora social, la primera en llegar a la asociación, se ha topado con esta 'dedicatoria' a la nueve menos cuarto de la mañana, según ha explicado la responsable de la asociación humanitaria Filomena Abrantes, que ha preferido restar importancia a lo ocurrido. “Se respira un clima propicio para que pasen estas cosas por el nerviosismo de la gente tras los atentados de París. Solo espero que las instituciones y entidades con las que trabajamos se sumen a nuestra denuncia y rechazo ante este tipo de comportamientos y que quede esto tan solo en un mero suceso desagradable”, ha declarado la responsable de la asociación a eldiarionorte.es. Abrantes ha solicitado al mismo tiempo “tranquilidad” a las personas que se sientan agredidas por esta conducta.
Ya a principios de año, una fría mañana de febrero, la asociación africanista amaneció con varias pegatinas adheridas a las ventanas en las que se veía la esvástica nazi junto a mensajes xenófobos y racistas. Tras esto, la asociación recibió una carta anónima en tono amenazante y en la que se podían leer frases como: “No hay poco trabajo, sino demasiados emigrantes. Eso pensamos el 90% de los vitorianos, os guste o no. Como denunciéis, cada vez tendréis más enemigos”. Entonces las asociaciones de inmigrantes de la capital alavesa achacaron este brote de xenofobia - inusual en una ciudad como Vitoria-Gasteiz- al clima enrarecido provocado por las declaraciones del entonces alcalde Javier Maroto, que cargó contra el colectivo de inmigrantes magrebí al acusarle de “abusar” del sistema de ayudas sociales.
Abrantes, ante la continuidad de las amenazas, interpuso una denuncia ante la Ertzaintza e incluso reclamó protección policial para garantizar la seguridad del local. En esta ocasión lo ha puesto en conocimiento de la Ertzaintza pero sin mediar denuncia y también lo ha comunicado al Ararteko.