La Audiencia enmienda a la juez Torres y ordena juzgar a los seis imputados en el 'caso Cabacas'
Seis ertzainas y no tres se sentarán en el banquillo como presuntos responsables del “homicidio imprudente” que fue la muerte del joven Íñigo Cabacas en una carga con pelotas de goma ocurrida en 2012. Según informa ‘El Correo’, la Audiencia de Bizkaia ha admitido el recurso de la abogada de la familia, Jone Goirizelaia, y ha enmendado la plana a la instructora, Ana Torres, de modo que habrá juicio no sólo contra los tres mandos intermedios que controlaron la operación policial sobre el terreno, un oficial y dos suboficiales, sino también contra tres agentes que portaron escopetas lanzapelotas y que admitieron haber disparado aquella noche. Al parecer, la resolución judicial ya fue adoptada el viernes y se dará a conocer en los próximos días.
Tras cinco años de polémica investigación, la juez Torres dictaminó que la muerte de Cabacas constituyó una negligencia clara, una actuación desproporcionada por parte de la Ertzaintza. Señaló a los tres mandos intermedios por no haber tenido en cuenta que el lugar de los hechos, una plazoleta con un callejón, era una ratonera y consideró que tenían que ser juzgados por la imprudencia de haber dado la orden de cargar y por no haber evitado los disparos con bolas de goma.
Durante el proceso, tres escopeteros permanecieron bajo investigación. La instructora, empero, sostuvo que aunque admitieron haber disparado hay elementos para creer que más ertzainas presentes en el lugar lo hicieron y que existe una duda razonable sobre su responsabilidad dado que las numerosas pruebas periciales no han sido concluyentes sobre cuántos tiros se produjeron y, sobre todo, sobre quién fue el autor material del pelotazo. La letrada de la familia, sin embargo, recurrió ese auto y la Audiencia de Bizkaia le habría dado la razón, sumando a estos tres funcionarios al procedimiento judicial junto a sus tres superiores.
Goirizelaia, en cambio, será la única acusación en el procedimiento, ya que la Fiscalía ya ha manifestado que si no se puede identificar al autor concreto del disparo no se puede condenar a nadie por los hechos. Haya o no condenas, después del proceso penal habrán de depurarse las responsabilidades civiles por lo ocurrido, lo que probablemente obligará a la Ertzaintza a abonar una fuerte indemnización económica a la familia de la víctima.
