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Bronca en el Parlamento a cuenta del uso del euskara en la Ertzaintza

Iker Rioja Andueza

La presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria, ha acabado por expulsar tras una docena de advertencias al parlamentario de EH Bildu Unai Urruzuno después de la bronca producida en el hemiciclo a cuenta del escaso uso del euskara por parte de agentes de la Ertzaintza. Urruzuno, visiblemente enfadado aunque ni siquiera participaba en el debate, ha abandonado la Cámara dirigiéndose tanto a la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, como al propio lehendakari, Iñigo Urkullu, después de que en la sesión de control la máxima responsable de la Policía vasca subrayara que la existencia de ETA ha impedido a los agentes acogerse a liberaciones para aprender el idioma o acudir al ‘euskaltegi’.

El debate lo ha promovido la representante de EH Bildu Rebeka Ubera, quien se ha hecho eco de que una visita en la Cámara de estudiantes de Lekeitio fue recibida en la puerta de la institución por ertzainas que sólo sabían castellano. Es la segunda queja de la coalición abertzale en ese sentido, tras una similar en 2013 que ha empujado a Ubera a denunciar que en cuatro años y tras un plan de euskaldunización no se han producido avances significativos. Ubera, de hecho, ha cambiado del euskara al castellano en su intervención para pedir “respeto” para los euskaldunes “en el idioma que parece que entiende mejor” la Ertzaintza.

La consejera, en un discurso bilingüe, ha explicado que efectivamente existe un plan de fomento de la lengua vasca en el cuerpo y ha confiado en que en “cinco años” el 50% de la plantilla tenga perfil lingüístico. Ha reconocido que “en el día a día” la Policía autonómica no es capaz de ofrecer un servicio bilingüe pero se ha felicitado por que los integrantes de las últimas tres promociones acreditan ya casi un 100% el dominio de los dos idiomas oficiales. Además, ha indicado que la unidad de protección de edificios, por estar de cara al público, es prioritaria en este ámbito.

Sin embargo, Beltrán de Heredia ha añadido que hay que “explicar”, especialmente a los más jóvenes, por qué el nivel de uso del euskara en la Policía no es elevado. Y ha pedido también a los euskaldunes que se pongan en la piel del agente que pide “gazteleraz, mesedez” a un ciudadano (‘en castellano, por favor’).

En este sentido, ha recordado que la amenaza de ETA y la obligación de realizar servicios extraordinarios ha impedido que en el cuerpo se hayan producido liberaciones masivas de funcionarios como sí pasó en Educación, por ejemplo. Ha dicho, igualmente, que no era fácil para los ertzainas acudir a academias. Aunque no lo ha citado, otro elemento clave es que en los cuerpos de Policía no existe la posibilidad de contratar interinos, como se ha hecho en Sanidad y Educación, para facilitar las liberaciones para estudiar el idioma. Sí ha dicho que la euskaldunización no debe pasar por encima de los “derechos laborales” de los afectados.

Estas palabras han sido recibidas con enfado por parte de la bancada de EH Bildu. El más molesto con Beltrán de Heredia ha sido Urruzuno, que ha dicho en euskara que era “vergozonsa” (‘lotsagarria’) la intervención de la consejera. Tejeria ha conminado en no menos de una decena de ocasiones a que el también coordinador del grupo abertzale abandonase el hemiciclo. Éste lo ha hecho finalmente, aunque no sin dirigirse antes de pie a los escaños de Beltrán de Heredia y del propio lehendakari, a los que ha dirigido unas palabras que desde la tribuna de prensa no se han podido escuchar con claridad.

Tras estos hechos, la presidenta del Parlamento ha insistido en reclamar “respeto” para todas las intervenciones guste o no su contenido. Urkullu, por su parte, ha acudido al escaño de su compañera de gabinete para tenderle la mano y mostrarle apoyo.

Fuentes de EH Bildu han manifestado su malestar por que el “comodín” de ETA sea empleado contra la coalición con frecuencia. Y han añadido que en otras ocasiones se ha acusado de “terroristas” a miembros de ese grupo parlamentario sin que la presidencia haya expulsado a miembros de otros partidos políticos que han utilizado esas palabras.

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