Condenado a 13 años de cárcel y expulsado de la Ertzaintza un agente que mató a un camionero
El agente de la Ertzaintza que hace dos años tiroteó a un transportista de una empresa granadina tras un altercado de tráfico ha sido condenado a más de trece años de cárcel por asesinato y, además, ha sido expulsado de manera definitiva del cuerpo, una decisión ratificada este martes por el Consejo de la Ertzaintza reunido en Erandio. Esta medida disciplinaria coincide en el tiempo con la nueva reglamentación del uso del arma de fuego fuera de servicio, que obligará a los agentes a justificar por escrito un “riesgo” específico para para poder portar una pistola cuando se quitan el uniforme.
Fue el 4 de junio de 2015 cuando este policía, natural de Navarra y destinado en Tolosa, mató a un transportista en una incorporación de la autopista A-15. Camionero y policía tuvieron un altercado de tráfico y el funcionario, que se dirigía a su puesto de trabajo, utilizó no su arma reglamentaria sino una pistola particular autorizada por la Guardia Civil. Posteriormente, reconoció los hechos y se entregó a la Policía Foral.
Sobre este caso hay ya sentencia firme, según confirman fuentes policiales, y pesa sobre el ertzaina una condena de 13 años de cárcel por asesinato. Una vez finalizada la vía judicial, el Departamento de Seguridad ha resuelto también el expediente disciplinario abierto en su día y que ha conllevado la expulsión fulminante del cuerpo.
Esta resolución se ha comunicado este martes en el Consejo de la Ertzaintza, el foro que sienta al equipo de la consejera, Estefanía Beltrán de Heredia, con los sindicatos policiales. En la reunión, celebrada en la base central de Erandio, Seguridad ha explicado también sus planes para restringir el uso de armas de fuego fuera del horario laboral.
Por norma general, en la Ertzaintza no se permitirá que sus agentes porten la pistola reglamentaria fuera de servicio y tendrán que justificar un “riesgo específico” a través de una instancia para poder portar un arma particular. Asimismo, en el plazo de tres meses quedarán extinguidas todas las autorizaciones hasta ahora vigentes para el uso de armas de fuego.
La decisión ha sido mal acogida por parte de los sindicatos. “Mientras en los países europeos están autorizando que los policías porten el arma fuera de servicio e incluso hay instrucciones en este sentido de la Policía Nacional o de la Policía Foral, en la Ertaintza se restringe totalmente su utilización”, se queja Roberto Seijo (Erne), que recuerda que Euskadi, como el resto de España, está en alerta yihadista 4 sobre 5 desde hace dos años. “Aunque no existe ETA sigue habiendo un riesgo alto de atentados yihadistas. Estamos a pocos kilómetros de Francia y ahí hay atentados contra policías. Nos están limitando la posibilidad de estar más protegidos. Somos policías las 24 horas del día”, abunda Seijo.
El sindicato Esan, en un comunicado, también ha reclamado la “anulación” de estos cambios. Asimismo, ha planteado que se retome la Instrucción 53, un catálogo de medidas de autoprotección implantado durante los años más duros de la amenaza de ETA contra la Ertzaintza.
Otras fuentes, sin embargo, sostienen que no es un debate de tanta trascendencia. “Si nos encontramos fuera de servicio a un terrorista con un 'kalashnikov', lo mejor que podríamos hacer aunque llevásemos la pistola es escondernos”, resumen un agente.