“La regularización de la prostitución debe ir paralela a una sensibilización social”
En Euskadi las asociaciones Acasgi, Arrats, Asociación T4, bizkaisida, sidálava y Askabide, llevan años trabajando, por su cuenta, por los derechos de las personas que ejercen la prostitución. Sin embargo, “la unión hace la fuerza” y por ello han creado la Federación Vasca de Entidades que trabajan con el colectivo de personas que ejercen la prostitución, Gu Gaitun. Su presidenta, Amaia Lasheras, cuenta los principales objetivos de la asociación y los problemas más importantes a los que se tienen que enfrentar este colectivo en Euskadi.
¿Por qué todas estas asociaciones os habéis unido en una sola Federación?
Por un lado, la unión hace la fuerza. En realidad es mucho más lo que no une a las organizaciones que lo que nos separa. Al final cada una trabajamos en nuestro territorio, algunas trabajamos incluso en el mismo territorio, pero los objetivos son comunes. Además, es mucho más fácil a la hora de intentar pedir derechos para las personas que ejercen la prostitución trabajar en red, que trabajar separados.
¿En qué ámbitos va a trabajar la Federación?
Cada organización seguiremos trabajando en lo que estamos haciendo, pero se trata más bien de crear alianzas, de poder tener metodologías comunes, de intercambiar experiencias, de ver cómo se puede hacer e intervenir a nivel político también. Desde colaborar para luchar contra las redes de mafias, pero también apoyar para que puedan seguir ejerciendo en unas condiciones lo más dignas posible. Se trata de trabajar en común, independientemente del trabajo de calle que ya ejercemos cada uno. Asimismo, creemos que ahora mismo el tema de la sensibilización social que es muy importante.
¿Qué les pedís a las instituciones?
A nivel de asociaciones, con las instituciones siempre hemos tenido trato. Desde hace años el Gobierno vasco también viene financiando diferentes programas. Nos han apoyado también las diferentes diputaciones e incluso, a veces ayuntamientos. Sí que creemos que deberíamos dar un paso más allá, que no se impliquen sólo a nivel económico sino otro tipo de apoyos, a nivel más político. Más en el sentido de la sensibilización social.
Hablabas del apoyo de algunos ayuntamientos, sin embargo, municipios como el de Irun tienen una ordenanza municipal en lo que a prohibición de la prostitución se refiere.
Estamos totalmente en contra de este tipo de ordenanzas. La pionera en España fue la de Bilbao, pero no se está aplicando de forma tan dura cómo se aplica la de Irun. Esta ordenanza de Bilbao se refiere sobre todo a los locales, teniendo en cuenta que existe el 'barrio chino', cada uno adapta su ordenanza en lo que consideran que tienen que incidir. En Irun el tema se encuentra más en la calle. Esta ordenanza es bastante dura, en el sentido de cómo se está aplicando, porque se les está llevando a juicio por vía penal, es la vulnerabilidad puesta al 100% ejercida por la propia institución, lo que nos parece totalmente injusto. En Lanciego también hay una ordenanza para la calle. Pero desde luego, todas estas ordenanzas lo único que hacen es estar en contra de las mujeres que ejercen la prostitución, que se vuelven más invisibles.
Otro problema con la que os habéis encontrando es que, teniendo en cuenta que la mayoría del colectivo es extranjero, muchas están perdiendo o directamente no tienen tarjeta sanitaria, a veces por la dificultad de acceder al padrón también.
El problema del empadronamiento siempre ha estado ahí. Es decir, si trabajas en el lugar en el que ejerces no suelen dejar empadronarte, por lo que no puedes acceder a derechos, a pesar de que sí eres una ciudadana que está viviendo en esa ciudad. Es un verdadero problemón porque están perdiendo tarjetas sanitarias o como es un colectivo muy movible te vienen con tarjetas de otras comunidades que no sirven aquí. Desde que se puso en marcha la ley sanitaria la verdad que para la población que atendemos ha sido todo un desastre.
¿Desde la Federación que opinión tenéis de la regularización de la prostitución?
Hay un eterno debate entre regularización y abolicionismo del que ya nos hemos cansado. Porque al final hay que dar una solución a las personas con las que estamos trabajando. Entendemos que la regulación, incluso en los países en donde se ha regulado, tampoco ha sido una solución, porque tampoco se puede regular de buenas a primeras a todo el mundo con el estigma que lleva encima. Estas cosas tienen que ir poco a poco y tienen que ir paralelas a una sensibilización social. Sí estamos a favor de una regularización, pero no de cualquier manera. Poco a poco, contando con ellas y con las organizaciones. De momento lo que sí nos interesa es la defensa de los derechos, que también engloba los derechos laborales.
Muchas veces en los medios se relaciona a este colectivo con las mafias, pero ¿creéis que son mayoría las que ejercen obligadas o por voluntad propia?
Nosotros trabajamos con personas que ejercen libremente, porque no accedemos a esa otra parte, bien porque donde ejercen no nos dejan entrar o bien porque no vienen a las asociaciones. Las mujeres cuando acuden a nosotros vienen solas, no permitimos tampoco que vengan con alguien que les esté controlando. Las que vienen lo hacen con total libertad. Eso sí, teniendo en cuenta toda la población que atendemos, sospechamos que el tema de obligar a ejercer la prostitución no es tan amplio como lo que se piensa. Existe, no lo vamos a negar, y hay que luchar contra ello, pero es un porcentaje bajo.