EH Bildu advierte al PNV de que no puede pactar “con quienes amenazan con cárcel” a Catalunya
La coalición EH Bildu llevará “tres ejes” al pleno de política general del jueves en el Parlamento Vasco, derechos sociales y economía, paz y convivencia y soberanismo, pero tiene claro que su principal objetivo es que el lehendakari, Iñigo Urkullu, aclare “qué quiere” después de que criticara que el referéndum catalán carece de “garantías” mientras el PNV se manifestó en las calles de Bilbao con la izquierda abertzale en defensa de la consulta. Las portavoces Miren Larrion y Jasone Agirre han defendido que el País Vasco debe proceder “sí o sí” a un proceso gemelo al de Catalunya y que el PNV ha de dejar de lado “acuerdos estructurales” con el PP, “con quienes amenazan incluso con cárcel a quienes defienden el derecho a decidir”.
Según Larrion y Agirre, que han intervenido en rueda de prensa en castellano y euskara, respectivamente, “hace muchos años” que pasó la hora de reformar el Estatuto. Según EH Bildu, el Gobierno vasco no puede ofrecer otro proyecto que no sea de “salto cualitativo”, al modo de Catalunya. Como ejemplo, han criticado que el Ejecutivo se pelee con el PP por las transferencias pendientes del Estatuto de 1979, como el régimen económico de la Seguridad Social y Prisiones. “Si vamos a por el todo [la independencia], nos llevaremos también esas partes”, han razonado las parlamentarias abertzales.
El Gobierno vasco, en todo caso, continúa con su propio camino al margen, aparentemente, de los acontecimientos que se suceden en Catalunya. El portavoz vasco, Josu Erkoreka, ha reivindicado la vigencia del acuerdo de coalición de PNV y PSE-EE que Urkullu refrendará el jueves en la Cámara en un discurso en el que pondrá en valor los pactos con el Estado y reclamará una reforma consensuada e integradora del autogobierno vasco. “El Ejecutivo actúa con lealtad hacia los compromisos asumidos”, ha despejado Erkoreka en respuesta a las preguntas insistentes sobre la aparente dualidad entre el papel moderado de Urkullu y los apoyos del PNV como partido al independentismo catalán. El portavoz, en todo caso, sí ha defendido la “política” como solución para Catalunya y ha pedido al presidente, Mariano Rajoy, que “actúe”: “Construir puentes, no destruirlos”.
En su camino propio, que algunos ya califican como la 'vía Urkullu', el Gobierno autonómico ha aprobado hoy una actualización del listado de transferencias pendientes del Estatuto de 1979, un informe reclamado por la ponencia que en el Parlamento analiza desde hace años una posible reforma estatutaria y que da continuidad al denominado 'informe Zubia'. El documento -del que el portavoz no ha querido dar detalles porque será desgranada por el lehendakari el jueves y se presentará después en rueda de prensa- recoge las bases con las que Euskadi abordará este otoño una negociación con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.
La “prioridad” es lograr la cesión de Prisiones, como Catalunya, y del régimen económico de la Seguridad Social, algo nunca gestionado por las comunidades autónomas. Erkoreka sólo ha querido puntualizar que el informe no plantea la “ruptura de la caja única” estatal. El documento será trasladado a La Moncloa el viernes, según ha señalado el consejero-portavoz.
Por lo demás, Erkoreka ha señalado que las “premisas” sobre el futuro del autogobierno vasco que Urkullu se ha comprometido a realizar en el pleno de política general, el que inaugura el curso político, son las mismas 14 que se recogen en el acuerdo de Gobierno entre el PNV y el PSE-EE, firmado hace un año. Estos puntos aluden al reconocimiento de Euskadi como nación (los socialistas lo limitan al ámbito cultural), al “ejercicio pactado” del derecho a decidir “dentro del ordenamiento jurídico vigente”, a la reforma de la Constitución española, al mantenimiento en la ley de leyes española de los “derechos históricos” forales vascos, al mantenimiento de la “solidaridad con el conjunto del Estado”, a más derechos sociales reconocidos, al análisis del reparto competencial con las Diputaciones, a la revisión del papel del Parlamento Vasco en materia de impuestos (ahora en manos de las Juntas Generales), a la defensa del Concierto Económico, a la fijación de cuáles son las competencias exclusivas vascas frente a las normativas básicas del Estado, a un sistema de “garantías” que “impida” precisamente “la modificación unilateral” del autogobierno vasco, a profundizar en las relaciones con Navarra y la nueva colectividad territorial vascofrancesa, a la defensa del euskara y, finalmente, al impulso de la imagen exterior de Euskadi y a la búsqueda de una representación propia.