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ETA entrega en ocho zulos 118 armas y casi tres toneladas de explosivos

Francia comunicará a la justicia española el peritaje del arsenal de ETA

Aitor Guenaga

Bayona —

Con la entrega está mañana a las autoridades francesas de la geolocalización de ocho zulos situados en el suroeste francés se ha completado el desarme de ETA, 58 años después de su nacimiento e historia de terror que deja más de 860 muertos. Ram Mannikalingam, máximo responsable de la Comisión Internacional de Verificación ha confirmado, en una comparecencia ante los medios en el teatro anexo al Ayuntamiento de Bayona, que “este paso constituye el desarme de ETA”.

Mannikalingam no ha precisado ni el número de zulos, ni las armas ni explosivos de la organización terrorista que se encuentran en su interior, pero sí ha indicado que la comisión espera que “este paso histórico ayude a consolidar la paz y la convivencia” en la sociedad vasca.

En concreto, en el inventario de los ocho depósitos ETA afirma que ha colocado 118 armas de fuego, casi toneladas de material para fabricar explosivos (2.875 kilos), detonadores y 25.700 balas, según han dado a conocer posteriormente en Bayona los autoproclamados artesanos de la paz y ha podido verificar el periodista Giles Tremlett, de The Guardian. El ministro francés del Interior, Matthias Fekl, ha considerado que la entrega “unilateral” por parte de ETA de las localizaciones de ocho depósitos de armas es “un gran paso”, y ha tenido un mensaje de recuerdo para “todas las víctimas”, en particular para los policías y los agentes de la Guardia Civil española. En una declaración en París ante la prensa sin preguntas, ha explicado que agentes policiales, bajo la dirección de la justicia, trabajan desde las 9 horas en esas ocho localizaciones en el departamento de los Pirineos Atlánticos (sur) para que las operaciones se lleven a cabo sin riesgo.

Francia ha movilizado 180 policías y gendarmes de cuerpos antidisturbios, así como una decena de equipos de artificieros y “numerosos efectivos” de la Policía Judicial y de los servicios de seguridad interior para asegurarse el control del arsenal entregado por los etarras y diseminado en ocho depósitos, donde también han hallado detonadores industriales, temporizadores, así como explosivos y productos químicos como pentrita, pentolita, polvo de aluminio, nitrometano, amonal y ácido sulfúrico.

La información sobre los zulos de ETA ha sido trasladada pasadas las ocho de la mañana a los verificadores internacionales en el Ayuntamiento de Bayona y en presencia de su alcalde por el autoproclamado artesano de la paz Txetx Etcheverry. Mannikalingam ha precisado que “inmediatamente” las geolocalizaciones y el inventario han sido “puestos a disposición” a las autoridades francesas.

Junto a Mannikalingam ha estado presente el presidente de la Mancomunidad del País Vascofrances, Jean-René Etchegaray, el mediador Txetx Echeverry y dos religiosos -Mateo Zuppi, miembro de la Comunidad de San Egidio y arzobispo de Bolonia, y el expresidente de la iglesia metodista, Harold Good, quien participó en el proceso de desarme del IRA.

Manikkaligam ha señalado que en el caso de ETA se ha producido un “modelo nuevo” de desarme. Ha recordado que la comisión se constituyó el 28 de septiembre de 2001 para“ verificar la declaración del final definitivo de la violencia por parte de ETA”. En febrero de 2014 comprobó que ETA “había sellado una cantidad específica de armas y este fue el primer paso hacia el desarme”, en lo que fue calificado como un auténtico fiasco por partidos y autoridades.

Ya “una organización desarmada”

En las horas previas a la entrega de las armas del grupo terrorista ETA, ahora ya “una organización desarmada, según ha confirmado en un comunicado enviado a la BBC, ha crecido el nerviosismo ante la decisión de los mediadores -autoproclamados artesanos de la paz- de activar a la sociedad civil para que esté presente en los diferentes zulos donde los terroristas han reunido su arsenal para entregarlo a las autoridades galas. Las sospechas que algunos albergaban de que tras la operación del desarme del 8 de abril en Bayona se podía esconder un interés propagandístico parecen tomar cuerpo. Un total de 172 ”observadores“ han acudido a los lugares donde están los depósitos de ETA para ”acreditar y comprobar que son las autoridades francesas las que se van a adueñar“ de los arsenales, según ha confirmado posteriormente dos de los autodenominados artesanos de la paz, Mixel Behorcoirigoin y Michel Tubiana.

Esta participación de la sociedad civil ligada a los zulos de ETA, más allá de los actos programados para este sábado en Bayona entre las 10:30 y la concentración de las 15 horas en la Plaza Paul Bert, casa además con la idea que la propia ETA transmite en su último comunicado de cómo ve la entrega de su arsenal: cuando empezó su actividad terrorista “tomamos las armas por el Pueblo Vasco” y “ahora las dejamos en sus manos”. Una “fantasía” ajena a la realidad que todos los partidos, salvo la izquierda abertzale, rechazan de plano.

La idea de que los artesanos de la paz y la sociedad civil vinculada a la izquierda abertzale tuvieran un papel más relevante este sábado en el día definitivo de la entrega de las armas era una de las posibilidades que estaba encima de la mesa, según fuentes conocedoras de cómo se ha gestado la jornada de este sábado. Algo que preocupaba a las autoridades de Euskadi y también a las francesas. Desde las instituciones vascas se ve esto como un elemento que puede distorsionar el evento y por eso reiteran las llamadas a la prudencia que vienen realizando durante esta semana. Y desde Francia tampoco ocultan su preocupación ante el riesgo, ahora acrecentado, de que la cita pueda desmadrarse.

La escenificación, además, está pensada para los medios de comunicación. E incluso se van a producir visitas guiadas con periodistas a varios de los zulos a lo largo de la mañana, según ha podido confirmar este periódico en fuentes solventes.

Previamente, a primera hora de este sábado, la Comisión Internacional de Verificación que lidera Ram Manikkalingam ha entregado a la autoridad judicial los listados de los zulos de ETA, según fuentes conocedoras del proceso de desarme: ocho, todos en el suroeste francés.

La información que obra ya en su poder incluye la geolocalización de los escondites y el inventario de las pistolas y explosivos que se encuentran en el interior de los bidones sellados y diseminados por zonas boscosas e inmuebles del territorio francés. Esta parte del desarme no será pública, ni quedará constancia alguna en imágenes.

Después, la previsión es que la información proporcionada por los verificadores sea remitida a la Subdirección Antiterrorista (SDAT) de la Dirección General de la Policía Judicial francesa en París. Y, a partir de ahí, se ha activado el trabajo de la policía judicial y de los agentes antiterroristas y expertos en explosivos, como ha confirmado el ministro del Interior galo.

El explosivo y armas de ETA y los sucesivos decomisos

La cuestión principal, con todo, sigue siendo el arsenal que ETA revelará a las autoridades francesas. Y sobre el volumen de pistolas, fusiles, otro tipo de armamento y material para elaborar bombas que ETA ha querido y podido reunir hay diversas estimaciones, pero muy pocos datos fiables.

En la operación de diciembre, en Louhossoa, el último intento de ETA de encauzar un desarme de manera ordenada y con proyección mediática, el grupo de mediadores civiles que lideran 'Txetx' Etcheverry y Mixel Berhocoirigoin -ambos detenidos entonces- aseguró que las armas que se pretendían destruir entonces constituían el 15% del arsenal que le quedaba a ETA. Entonces se decomisaron 29 armas cortas, 9 fusiles de asalto, 12 metralletas, dos granadas, 3.000 cartuchos, diverso explosivo y material para su fabricación y detonadores.

Pero el gran arsenal neutralizado a ETA en el último año no es el de Louhossoa, sino el que se halló al norte de París en la operación de octubre del pasado año, la más importante contra sus arsenales y el mayor zulo con armas desde la 'Operación Santuario' en 2004, en la que se detuvo a los jefes etarras Mikel Albisu, Antza, y Soledad Iparragirre, Amboto. En octubre de 2016, la policía neutralizó 145 armas cortas, incluidos 75 revólveres y 70 pistolas automáticas robadas por ETA en Vauvert (Francia) su última tregua fallida, en octubre de 2016. Y, además, decomisó también dos fusiles de caza, 130 cargadores de pistolas y cartuchos de munición, así como elementos sueltos de pistolas y revólveres, según detalló posteriormente el Ministerio del Interior. En la planta de Vauvert, los etarras robaron 192 revólveres, 150 pistolas y cerca de 200 elementos (cañones, armazones, culatas, etc) de armas cortas.

ETA ensalza el papel de las autoridades vascas

En el último comunicado de ETA, en el que el grupo terrorista proclama que es ya una “organización desarmada”, la banda pone en valor la actitud de las “instituciones vascas”, en alusión al Gobierno vasco y la implicación del lehendakari -al que no cita- en la cobertura al final ordenado y la entrega de las armas. Los terroristas valoran positivamente “el apoyo que este proceso ha recibido por parte de las instituciones vascas”.

Esta es una novedad porque hasta ahora ETA metía siempre en el mismo saco al Ejecutivo autonómico y a los Estados español y francés, a los que sigue acusando ahora de haber puesto “todos los obstáculos y problemas posibles, empecinados en el esquema de vencedores y vencidos”.

El lehendakari, Íñigo Urkullu, de nuevo, ha dado toda la cobertura necesaria para que la Comisión Internacional de Verificación que lidera Ram Manikkalingam salga lo mejor parada en esta ocasión, después del descrédito cosechado en febrero de 2014 con la criticada 'entrega de armas' de ETA. En esta ocasión ha sumado a esa cobertura institucional a la labor de los verificadores a la presidenta de Navarra, Uxue Barkos y al presidente de la Mancomunidad del País Vascofrancés, Jean-René Etchegaray. Los tres, junto al secretario general de Paz y Convivencia del Ejecutivo vasco, Jonan Fernández, se reunieron el pasado 5 de abril en Arkaute (Álava) con Manikkalingam para “compartir un análisis de la situación y de los pasos inmediatos en relación con el desarme final de ETA”, según el Ejecutivo vasco.

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