La Ertzaintza inicia el 'renting' de 300 patrullas con un precio de salida de hasta 82.500 euros
El Departamento de Seguridad ha activado ya el concurso público para la adquisición de 300 coches-patrulla para la Ertzaintza, lo que supondrá la renovación de casi toda la flota de vehículos con distintivos (351 unidades en 2015, con una media de 7 años). Por vez primera, la Policía vasca no recibirá en propiedad los automóviles, sino que llegarán en 'renting' para cinco años prorrogables hasta siete con el ánimo de rejuvenecer periódicamente un parque móvil que ahora mismo está avejentado en muchas unidades y comisarías. La fórmula ya se empleaba en los coches 'camuflados' y en otras áreas del Gobierno vasco. El coste máximo previsto es de 1.295 y 1.375 euros mensuales (IVA incluido) por unidad, lo que supondría pagar al final del contrato un tope de 77.700 o 82.500 euros por el coche, por su mantenimiento y reparaciones (con ITV) y por los gastos de seguros e impuestos, que estarán incluidos.
Según explican portavoces oficiales, estas cifras (que arrojarían un presupuesto de 24 millones de euros) son sólo el punto de partida y el Gobierno vasco espera lograr una importante rebaja en ese precio máximo de licitación después de recibidas las ofertas, cuyo plazo de presentación se inicia precisamente ahora. No obstante, el dato contrasta con que en 2015 se planteó la adquisición en propiedad de 120 Seat Altea XL por 37.500 euros cada uno. Se da la circunstancia de que este nuevo contrato sustituye precisamente a la compra de estas patrullas, que tuvo que ser suspendida incluso con los vehículos ya fabricados y rotulados, debido a que los motores diésel de esos Seat eran algunos de los afectados por el escándalo de la manipulación de emisiones contaminantes en el grupo Volkswagen, al que pertenece el fabricante de Martorell.
No hay aún una estimación temporal de lo que tardarán en llegar las 300 nuevas patrullas, que se describen como “monovolúmenes” y que se dividen en dos grupos, 150 con habitáculo para detenidos en la parte trasera (algo más caros) y otros 150 “sin kit de detenidos”. La Ertzaintza especifica, eso sí, que “todos los vehículos de ambos grupos serán de la misma marca y modelo”. Hasta ahora, el grupo Volkswagen había sido el favorito en las últimas compras (Passat, Transporter y Altea, principalmente) y en los inicios del cuerpo fueron Talbot y, sobre todo, Renault las proveedoras habituales (18, 19, 21 y Mégane). Mercedes-Benz también ha suministrado numerosas furgonetas.
Recientemente, la Policía Nacional también incorporó monovolúmenes mediante el sistema de 'renting' con mantenimiento incluido. Fueron 942 Citröen C4 Picasso a 38.428 euros por unidad, aunque en este caso para cuatro años y con una media de 27.000 kilómetros de uso anuales (en la Ertzaintza se estima en 35.000). El coste por kilómetro era de 0,35 euros y el máximo previsto en la Policía vasca es de 0,47, en el caso de los coches con habitáculo para detenidos.
En Cataluña, los Mossos d'Esquadra también han adquirido en los últimos años decenas de vehículos nuevos, en este caso a Seat (el Altea XL era la dotación habitual de muchos cuerpos). Su coste final fue de 40.487 euros por automóvil, con un ahorro del 28% respecto al precio inicial previsto, unos 56.000 euros.
¿Y qué ocurre en el resto del mundo? Italia adquirió por miles (se hablaba de 4.000) patrullas de la marca Seat (que rompió con el tradicional suministro de Fiat) a un coste medio de 43.897 euros. En el Reino Unido, el portal de transparencia del Home Office revela el precio pagado por todos los cuerpos del país. La Policía de Londres adquirió a 10.558 libras esterlinas (12.133 euros al cambio actual) sus últimos Vauxhall Astra y la de Manchester compró 54 Hyundai por algo más (11.500 libras). En Nueva York, el clásico Ford Crown Victoria tenía un coste unitario de 19.000 euros.
La 'web' de la Ertzaintza, en los coches
El pliego de condiciones del concurso de vehículos de la Ertzaintza desgrana al detalle de cómo serán los nuevos coches-patrulla. No hay grandes novedades: serán diésel, con 120 cv como mínimo, automáticos y con sensores de aparcamiento delanteros y traseros. Llevarán doble batería, una para el vehículo y otra para el equipamiento policial específico. Se ofrecen más especificaciones sobre los coches con habitáculo para detenidos, cuya apertura “sólo se podrá realizar desde el exterior”, lógicamente. Las paredes de esa “celda” serán “impermeables”, los asientos serán “resistentes” e incluso habrá “desagües” ante posibles orines o vómitos.
Los coches “deberán ser entregados pintados” con los distintivos de la Ertzaintza, que son los colores blanco, azul y rojo, los escudos del cuerpo, una ikurriña, el teléfono 112 y, como novedad, la dirección Ertzaintza.eus. Evidentemente, la patrulla incorporará un sistema de iluminación, de sirenas y de comunicaciones propio del servicio policial. Asimismo, tendrá dispositivos para el transporte seguro de armas y otros enseres.
Los coches nuevos de la Ertzaintza no son blindados -el cuerpo los adquirió en su día por la amenaza de ETA y algunos de esos Volkswagen Passat continúan en servicio- pero sus lunas deberán estar a prueba de “ballestas” y “tiragomas”. “La ballesta debe rebotar en el cristal y en ningún caso atravesar el cristal”, se lee textualmente en el pliego de condiciones técnicas.