Euskadi aprueba sus Presupuestos con un ojo en Rajoy y el otro en el Cupo
Entre los ‘bai’ (síes) y ‘ez’ ('noes') que han dictado los coordinadores de los distintos partidos políticos en las bancadas del Parlamento vasco durante la votación final de los presupuestos de 2017 se ha colado el ‘abstención’ indicada a los suyos por Borja Sémper, portavoz del PP. Es un apoyo medido que da curso al pacto del Gobierno de PNV y PSE-EE con los ‘populares’ a cambio de que éstos hayan introducido cambios en el proyecto original de 11.059 millones equivalentes al 0,26% del total. En muchos foros, este gesto se ha interpretado como la antesala de un acuerdo presupuestario también en las Cortes Generales, donde el PP está cortejando al PNV para solventar el primer gran hito de la legislatura en minoría de Mariano Rajoy. Pero ni PNV ni PP han querido extrapolar a Madrid lo firmado en Vitoria, aunque el ‘deshielo’ tras varios años de confrontación abierta continúa.
Circunstancias de la política, mientras la Cámara votaba las cuentas –un mero trámite después de su aprobación preliminar en la comisión de Hacienda días atrás-, el delegado del Gobierno en Euskadi, Javier de Andrés, celebraba que en sus 100 días en el cargo se haya “sustituido la confrontación entre Administraciones por la colaboración”. Esa “colaboración” se ha traducido ya en un acuerdo para evitar el recurso de inconstitucional a la Ley Municipal, en la luz verde a las OPE de la Ertzaintza vetadas, en la retirada de las medidas anunciadas con la normativa que permitía a los extranjeros firmar una Iniciativa Legislativa Popular o en el capote del PNV al PP en el Congreso con el decreto de la estiba.
Ahora parece que el último escollo para que los nacionalistas repitan la entente que tuvieron en 1996 con José María Aznar es un acuerdo satisfactorio en torno a las discrepancias por el Cupo, estimadas en 1.600 millones. El consejero de Hacienda y exdiputado del PNV en el Congrso, Pedro Azpiazu, ha asegurado simplemente que comisiones técnicas de Euskadi y del Estado continúan “trabajando” en este asunto, que debe incluir también una renovación del cálculo de la aportación vasca a las arcas españolas para el próximo quinquenio. Preguntado expresamente por si habrá fumata blanca coincidiendo con la negociación presupuestaria en las Cortes Generales, Azpiazu se ha limitado a reseñar que nació en día de San Prudencio y que hace gala de esa condición cautelosa.
Fotografía de sintonía
En todo caso, la fotografía que ha dejado la jornada es la de sintonía. Es la de Azpiazu agradeciendo el apoyo del PP tras la votación en una rueda de prensa convocada al efecto. Es la de los besos y abrazos entre Iñigo Urkullu, Idoia Mendia (jefa de filas del socio de Gobierno del PNV, el PSE-EE) y Alfonso Alonso. Éste último, preguntado por las cadenas de televisión nacionales, ha querido restringir el pacto al escenario vasco, pero ha reconocido que le gustaría que la imagen de estabilidad de los partidos de la “centralidad” se repitiera en España. El lehendakari, perseguido por los periodistas a su salida del Parlamento, ha declinado amablemente hacer comentarios y se ha remitido a los portavoces de su partido.
Quienes han sido mucho más claros han sido los representantes de EH Bildu y Elkarrekin Podemos durante el debate que ha precedido a la votación. Leire Pinedo (EH Bildu) ha insistido en que el acuerdo con el PP estaba cocinado en Euskadi a pesar de que se escenificara también una negociación con la oposición de izquierdas. Y ha añadido que todas las excusas que ha ofrecido el PNV, a su entender, para argumentar que el acuerdo era la única salida posible son eso, excusas por miedo a “quemarse”: “Tienen un problema para vender el acuerdo con el PP. Ése es el problema que tiene el PNV, que ahora tiene que ir a su casa, tiene que ir a los batzokis y vender un acuerdo con el PP. Átense los machos, que vienen tres años de curvas con el PP”. “Resulta que para el PNV el límite se encuentra en 25 millones de euros y el primer partido que más se ha acercado a esta cifra y acepta la oferta es el que le apoya”, ha despachado Julen Bollain, de Podemos, que ha compartido su turno de intervenciones con IU.
Desde el PSE-EE, Alexia Castelo ha utilizado el tomo de cientos de páginas que recoge todas las partidas de los presupuestos para compararlo con dos pequeñas cuartillas con las enmiendas que habían reservado EH Bildu y Elkarrekin Podemos para modificar en el último pleno las cuentas. Según Miren Josune Gorospe (PNV), la izquierda ha quedado instalada en el “no por el no” y ha asegurado que su partido no va a permitir que se “inhabilite” al PP como interlocutor válido para alcanzar acuerdos políticos en Euskadi.