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El Gobierno vasco alude a un incremento de migrantes y defiende la construcción del muro en el puerto de Bilbao por “seguridad”

Un polizón, localizado antes de acceder al ferri

Iker Rioja Andueza

18 de diciembre, día internacional de las personas migrantes. Y no es una realidad ajena al País Vasco. En los exteriores del puerto de Bilbao, en las faldas del monte Serantes, hay grupos “cada vez más numerosos” de jóvenes, principalmente de origen albanés, que persiguen acceder como polizones al ferri con destino al Reino Unido. En este contexto, la consejera Arantxa Tapia ha explicado en el Parlamento que el Gobierno vasco apoya a la autoridad portuaria -dependiente del Estado pero cuyo presidente es nombrado por la Administración autonómica- en su decisión de construir un muro para blindar el perímetro de una “infraestructura crítica” por motivos de “seguridad”, aunque también ha planteado estrechar la colaboración con Cruz Roja para ofrecer apoyo “personalizado” a este colectivo.

El polémico muro, al que se suman más seguridad privada y nuevos mecanismos de videovigilancia y videodetección, es la respuesta del puerto a los más de 5.000 intentos detectados hasta noviembre de varones jóvenes que anhelan entrar en el Reino Unido escondidos como polizones bien en la línea de pasajeros o bien en mercantes. Muchos repiten el intento en varias ocasiones. Tapia ha apostillado que, además, ha habido un incremento “muy importante” de este fenómeno en noviembre y diciembre y ha explicado que la Ertzaintza ha detectado en los exteriores que los campamentos desmantelados en verano se están volviendo a ubicar en los alrededores de la zona portuaria.

Hasta cinco cuerpos policiales han movilizado un dispositivo especial ante esta nueva realidad en Bilbao, no desconocida en otros puertos con conexiones con las islas británicas como Santander o Vigo. La Guardia Civil, competente en materia de puertos y aduanas, se encarga de localizar a los polizones escondidos, la Policía Nacional asume las competencias de Extranjería -los albaneses entra de manera legal a España durante tres meses fruto de convenios con la Unión Europea que no son aplicables en el Reino Unido, si bien también hay afganos o iraquíes-, la Ertzaintza y la Policía de Santurtzi vigilan los alrededores de la terminal y, además, la autoridad portuaria dispone de un cuerpo propio, llamado Portuzaintza. Las actuaciones son casi continuas y la última se produjo el pasado viernes, cuando la Policía Nacional arrestó a seis personas que sí tenían una orden de expulsión vigente.

Según Tapia, estos jóvenes “hacen vida en el municipio de Santurtzi y es allí donde son más visibles”. No obstante, ha querido remarcar que su presencia no ha generado ningún conflicto ni problema de convivencia. De hecho, algunos de los jóvenes que han intentado dar el salto en más de una ocasión mantienen una relación cordial con los agentes de la Guardia Civil que les interceptan.

La consejera ha insistido que no puede “libre tránsito” en la zona portuaria y que eso justifica que se blinde su perímetro. “La autoridad portuaria está obligada a velar por la seguridad de las personas usuarias y de las mercancías dentro de las instalaciones [...]. A pesar de la simbología de la construcción del muro, no es una frontera, es la protección de una infraestructura crítica. Es importante no mezclar debates. El muro de Trump o el de Marruecos no tienen nada que ver”, ha respondido Tapia, quejosa ante las duras críticas de la oposición de izquierdas, EH Bildu y Elkarrekin Podemos, a las nuevas medidas de seguridad.

La representante del Gobierno vasco ha asegurado también que la Administración trabaja para atender las “urgencias sociales” que pueda tener este colectivo, aunque ha reiterado que en su mayoría no son refugiados. “Queremos conocer cuáles son sus necesidades y ofrecerles nuestra ayuda de forma personalizada”, ha apostillado la consejera, que ha explicado que existe un canal de colaboración abierto con Cruz Roja no sólo para medir el fenómeno sino incluso para ofrecer “soluciones de albergue temporal”.

Las explicaciones de Tapia en la Cámara no han convencido a Tinixara Guanche (Elkarrekin Podemos) y Mikel Otero (EH Bildu). Guanche ha considerado “hipócrita” aludir a la “seguridad” cuando desde el puerto de Bilbao se envían armas de guerra a zonas de conflicto y Otero ha señalado que “es una pasada” decir “que no es una frontera”. El Parlamento, con los votos de PNV, PSE-EE y PP rechazó la pasada semana “condenar” la construcción de este muro. A juicio de los 'populares', se trata de poner coto a mafias: “A estos señores en Inglaterra no les quieren ni ver. No los quieren ni ver porque saben a qué se dedican allí”.

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