El Gobierno regulará los clubes de cannabis para darles seguridad jurídica
El Gobierno vasco regulará en su futura Ley de Adicciones el funcionamiento de los clubes de cannabis. El objetivo es proporcionarles una seguridad jurídica de la que ahora carecen. Esta es una de las recomendaciones de la ponencia creada en el Parlamento vasco para analizar la situación de este tipo de clubes en Euskadi. El informe final cuenta con el respaldo de PNV, EH Bildu y PSE. En 2010 fue la primera vez que desde las asociaciones vascas de usuarios de cannabis se planteó una iniciativa política en el Parlamento. A partir de ahí, en 2012 comparecieron en la Comisión de Interior y se creó una ponencia específica en la que participaron expertos en la materia. Ahora esta ponencia ha finalizado sus trabajos.
El País Vasco es una de las zonas de Europa con mayor uso de cannabis, una sustancia cuyo consumo individual no está sancionado, pero sí la venta y cultivo si está destinado al tráfico. En la actualidad, en Euskadi hay más de 50 asociaciones de consumidores de cannabis a las que pertenecen unas 5.000 personas que disfrutan de esta planta con naturalidad (el consumo no está penado) y no quieren acudir al mercado negro para conseguirla. El problema es que existe un vacío legal, una especie de limbo que rodea a estas asociaciones, como el concepto de consumo compartido (consumir cannabis entre varias personas). Hay clubes en el País Vasco que están siendo investigados y se hallan inmersos en causas judiciales.
Entre otras cuestiones, el Parlamento insta al Gobierno vasco, en el marco de sus competencias, que avance en un sistema “propio que ofrezca garantías y seguridad jurídica a los clubes sociales de cannabis”. Esa regulación debe hacerse en el marco de la futura Ley de Adicciones. Mientras no exista esa regulación, la Cámara solicita a los clubes existentes que establezcan sus propios mecanismos de autorregulación. Además, la Cámara reclama al Ejecutivo de Vitoria la creación de una comisión interdepartamental para evaluar el funcionamiento de estas organizaciones.
Baja percepción del riesgo
Por otro lado, la Cámara excluye los usos medicinales y terapéuticos del ámbito de los clubes y pide un esfuerzo a las administraciones para que intensifiquen las campañas advirtiendo del peligro del consumo del cannabis. “Existe una baja percepción del riesgo que supone el consumo, principalmente en las personas menores de edad y otros colectivos especialmente vulnerables”, se apunta en el informe de la ponencia.
A pesar de reconocer que el cannabis “no es una sustancia inocua y puede tener efectos nocivos para la salud”, el Parlamento entiende que los clubes de cannabis se “revelan, a día de hoy, como organizaciones que pueden contribuir con su experiencia en el camino para una regularización de sus actividades, combinando el respeto a las libertades individuales con la necesaria protección de la salud”.
Más de 28.000 vascos fuman diariamente algún porro y la cifra de los que consumen, al menos, una vez a la semana se dispara a los 45.000. Con estas cifras, que solo se circunscriben a Euskadi, no es de extrañar que el cannabis sea la droga ilegal más consumida en Europa. A pesar de que su uso se remonta a miles de años atrás, la planta del cannabis se sigue desenvolviendo entre el bien y el mal, entre sus efectos medicinales y sus efectos como una droga pura y dura.