“El Gobierno socializa pérdidas de las eléctricas mientras da la espalda a la pobreza energética”
Con motivo del Día Internacional contra la Pobreza, que se conmemora el 17 de octubre, la Coordinadora de ONGD Euskadi, ha organizado junto a la Red de Economía alternativa y solidaria, REAS, una serie de actividades bajo el lema “Que no te roben la energía”. Entre estas actividades se encuentra las charlas que ofrece Cote Romero, coordinadora de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético y directora de Ecooo. Romero es muy crítica con la postura, a su jucio “indecente”, que mantiene el Gobierno hacia las personas en situación de vulnerabilidad que padecen pobreza energética. Se entiende que las familias que la sufren son aquellas incapaces de mantener la vivienda en unas condiciones de climatización adecuadas para la salud (18 a 20º C en invierno y 25º C en verano). El 17% de los hogares españoles se da pobreza energética; siete millones de personas tienen problemas para pagar las facturas relacionadas con la energía doméstica ya que les supone un gasto desproporcionado -cifrado en el 10%- en relación con sus ingresos; en Euskadi está situación afecta a 90.000 personas. Cote Romero reprocha al Gobierno que desatienda a estas familias. “Están manifestando una desafección hacia esta problemática. Mientras están socializando las pérdidas de las grandes corporaciones en todos los sectores, incluido el eléctrico, comprobamos como dan la espalda a los consumidores vulnerables, a los más desfavorecidos por esta durísima crisis”.
Hay una creencia casi generaliza entre la ciudadanía de que nos timan al fijar el precio de la electricidad. ¿es infundada?
En absoluto. Y ojalá fuera una creencia más extendida. Es algo que tratamos de agitar, la estafa que hay detrás de la factura de la luz. Tenemos un sistema kafkiano de fijación de precios de la electricidad, a través de un mercado mayorista que se ha demostrado que no funciona. Genera unos beneficios extraordinarios para tecnologías como la gran hidráulica, que está más que amortizada- y la nuclear, y permite un déficit de tarifa del sector eléctrico de más de 30.000 millones de euros, una deuda que recae sobre los consumidores. El Gobierno ha tenido la gran oportunidad de haber revisado el sistema de fijaciones de precios con la última reforma del sector eléctrico y no lo ha hecho porque se pretende proteger los grandes intereses económicos de las grandes corporaciones.
-Se penaliza el ahorro de los consumidores, ¿por qué?
El Gobierno, siguiendo las instrucciones de la extinta Comisión Nacional de la Energía, está tratando de establecer una tarifa plana que desde la Plataforma por un nuevo modelo energético hemos rebautizado como tarifa-anti plana. La factura tiene dos partes, una variable, más o menos relacionada con el consumo de energía que tenemos y otra fija, por los costes del sistema eléctrico. ¿Qué está haciendo el Gobierno en todas las reformas? Subir de una manera escandalosa la parte fija del recibo de la luz, independientemente del consumo que tengamos. Es una manera perversa de evitar que los ciudadanos, organizaciones y la industria sean independientes del suministro energético de las grandes corporaciones.
Las compañías eléctricas son absolutamente intolerantes con los retrasos en los pagos. Operan sin demasiados miramientos pero es lícito porque son empresas privadas. Lo discutible es si es ético. Ante esto nadie intercede. ¿A quién le correspondería hacerlo?
El propio Comité Económico y Social Europeo advierte que, aunque la energía la suministren empresas privadas, es un bien común esencial. Y como tal, tiene que tener las peculiaridades de servicio público. Entre ellas se reconoce la inviolabilidad de cortar el suministro energético por impago cuando los usuarios son clientes vulnerables, es decir, que sus renta bajas no les permitan hacer frente a los recibos de la luz y del gas. ¿Quién tiene la responsabilidad de hacer qué esto se cumpla?. Sin duda, la Administración. Es indecente la inacción de la Administración en materia de pobreza energética porque además tiene una obligación normativa. La directiva del Mercado Interior de la Electricidad y del Gas de la UE obliga a los estados miembros a que implementen planes nacionales de lucha contra la pobreza energética y les obliga a definir lo que es el concepto de cliente vulnerable. El Gobierno español no solo no ha creado un marco nacional para la lucha contra la pobreza energética sino que tampoco la ha definido ni tampoco dice a quiénes se considera clientes vulnerables.
¿Y el bono social?
De cara a Bruselas, se limitó, por cubrir el expediente y de una manera chapucera, a mencionar en un decreto ley que los clientes vulnerables son los que estaban acogidos al bono social. Esto es defectuoso. Hay familias que se benefician de ese recurso, como las numerosas, y no todas ellas están en situación de pobreza energética. En cambio, comprobamos desgraciadamente, que hay millones de ciudadanos que sí la padecen y no pueden acogerse al bono social. Además es solo para el uso de electricidad, cuando la gran mayoría de las familias calientan sus casas y el agua con gas. Tampoco se ha rebajado, pese a la demanda continua de la sociedad civil, el 21% de IVA establecido para un bien básico como es el uso de la energía. Lo más vergonzoso es que las propuestas para frenar la pobreza energética presentadas hasta ahora por algunas formaciones políticas, como Izquierda Plural o el Partido Socialista, han sido rechazadas y tumbadas por el rodillo de la mayoría absoluta del PP. El Gobierno está manifestando una desafección hacia esta problemática.Mientras está socializando las pérdidas de las grandes corporaciones en todos los sectores, incluido el energético, comprobamos como da la espalda a los consumidores vulnerables, a los más desfavorecidos por esta durísima crisis.
En otros países de Europa pasa lo mismo, ¿se dan cortes de suministro como aquí?
Es un fenómeno que afecta a todos pero hay países que están aplicando llamada tregua invernal. En esos países está prohibido cortar los suministros de luz y gas en los periodos críticos de los meses de invierno. En España, no. Desde nuestra plataforma estamos trabajando para exigir a la administración que cumpla, al menos, un mínimo decálogo para frenar la pobreza energética.
Según asegura usted la energía está secuestrada por los intereses económicos de las grandes corporaciones. Y las competencias de los Gobiernos sobre política energética ¿dónde quedan entonces?
Hay una connivencia palmaria entre el poder político y el poder económico. No hay más que ver en el sector eléctrico las puertas giratorias. La Plataforma por un Nuevo Modelo Energético denunció ante la Fiscalía especial contra la corrupción más de 25 casos, a través de un informe muy riguroso de 45 páginas, no sólo al político que había fichado por una gran energética con sueldo millonario sino que detallamos además el favor obtenido a cambio. Desgraciadamente, como tampoco hay una independencia del Poder Judicial, nos encontramos que, a pesar de llevar más de 90.000 de apoyo a esa denuncia, muy elaborada, detallada y con muchos datos, la Fiscalía ni tan solo se molestó en abrir un expediente para investigar. Es escandaloso. Es absolutamente urgente que la ciudadanía empiece a recibir información veraz y que podamos organizarnos para poder impulsar el cambio por un modelo energético equitativo a nivel social y ambiental.
El Real decreto de autoconsumo eléctrico que algunos esperaban que favoreciese a los ciudadanos para ejercer la soberanía energética parece que va a establecer un peaje de acceso a las redes, un cobro adicional argumentando que es necesario contribuir a los gastos del sistema eléctrico. Pero esta intención choca con la ley del sector eléctrico como apuntan algunos ¿comparte esta opinión?
La intención del Gobierno, a instancias de las eléctricas, en concreto de Iberdrola, es impedir el desarrollo de la autoproducción y autoabastecimiento para el ciudadano de a pie, para comercios o industrias. Una de las medidas para lograrlo ha sido la no aprobación del borrador de autoconsumo con balance neto tan necesario para la red energética y para el bolsillo de los consumidores. Por otra parte está ese peaje de respaldo previsto para el borrador de autoproducción, que no es justo. Es absolutamente desproporcionado. Genera un desincentivo económico que ha sido un freno. A lo largo de todo este año apenas se han construido plantas de autoabastecimiento. Pero no contentos con esto, anuncian que van a volver a subir la parte fija de la factura de la luz como otro medida para frenar el autoconsumo y cualquier alternativa de ahorro y eficiencia energética. Es un escándalo, mientras más suba la parte fija, mas ciudadanos sin apenas hacer consumo eléctrico, van a tener facturas que no podrán asumir.
Las eléctricas hablan déficit en el mercado eléctrico por costes de generación muy elevados al mismo tiempo que presentan beneficios conjuntos de más de 4.000 millones- cifras del primer semestre de 2013- ¿No es un contrasentido?
Las eléctricas tiene la costumbre de llorar por las esquinas y llevarse mediaticamente y jurídicamente el gato al agua. Es una falacia, es una deuda absolutamente ilegítima porque el sistema reconoce los gastos de generación pero eso no quiere decir que esos gastos existan. Es parte de una ficción contable orquestada por el señor Rato. Como esos gastos de los que hablan no se cubren con lo que ingresamos con las facturas de la luz, los ciudadanos hemos ido generando una deuda a los largo de los años de prácticamente 30.000 millones de euros. Lo que hemos pedido desde nuestra plataforma es una auditoria urgente de costes del sistema. Esta eléctricas, en ese cálculo, no están contando los ingresos extraordinarios que tienen por la gran hidráulica y la nuclear en un mercado con sistema marginalista que genera unos beneficios extraordinarios escandalosos. Sin contar las ayudas y subvenciones de las que no está al tanto la ciudadanía. Lanzamos una campaña y en menos de 24 horas ya contábamos con 180.000 firmas de respaldo a la petición de la auditoria. Pero el Gobierno no nos ha recibido, es autista y absolutamente insensible a las necesidades de los ciudadanos y a los intereses generales. Apuestan por un modelo caduco, caro y agónico.
Dos percepciones que circulan sobre las renovables, primero , que son caras y segundo son ineficientes. ¿Está de acuerdo?
Es una falacia que está más que desmontada. Las renovables de primera generación, como cualquier tecnología incipiente, precisaron ayudas públicas para poder competir en un mercado que ya estaba consolidado. No olvidemos, por cierto, que en este mercado consolidado operan tecnologías que llevan muchos años en funcionamiento y aún así, siguen recibiendo ayudas. Pero esas ayudas, a través de la prima equivalente, tal y como está conformado el mercado de la electricidad, se compensan absolutamente con la rebaja que produce la entrada de renovables en el sistema eléctrico. Las renovables bajan notablemente el precio marginalista del mercado eléctrico y por lo tanto reducen la factura la de luz. Esos beneficios se compensan con las primas de la primera generación de renovables. Pero además las renovables han tenido un desarrollo espectacular, de tal manera que ahora mismo, la fotovoltaica y la eólica tienen tecnologías más que maduras que les hacen mucho más competitivas que los combustibles fósiles. Ahora, en 2014, cunado estas tecnologías no precisan ayudas públicas para ser competitivas, se está impidiendo el desarrollo de parques renovables. Es un disparate. Es haber hecho una magnífica inversión en el estado, la mejor que hemos podido hacer y en el momento de recoger los frutos, tirarlo por la borda para blindar los beneficios económicos de las grandes corporaciones.
Pero son insuficientes para abastecer el actual consumo energético de la sociedad, ¿no cree?
No si se hace una transición sensata y adecuada al modelo de las renovables. No queremos un modelo basado en ahorro y eficiencia energética de las renovables para abastecer un Eurovegas o similares. Hay que transitar con sentido común a un modelo que no despilfarre y que sea mucho más eficiente. Todos los materiales que utilizamos para desarrollar cualquier tecnología son materiales preciosos y recursos muy valiosos, que al igual que la energía, no podemos derrochar ni malgastar como se hace.