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Lokarri afirma que Hitzeman es una aportación “interesante y constructiva” y llama al diálogo
En un comunicado, el movimiento social ha subrayado que el plan Hitzeman nace con la voluntad de paliar, en la medida de lo posible, el “déficit que representa la nula colaboración del Gobierno de España en el proceso de paz y de mejora de la convivencia y, más concretamente, por su negativa a cambiar la política penitenciaria y adaptarla a la nueva situación creada tras el constatable final definitivo de la violencia de ETA”.
A su juicio, sin su colaboración es “complicado” desarrollar un plan de reintegración hasta sus últimas consecuencias. Ante ello, Lokarri ha propuesto que el protagonismo del proceso de paz recaiga en la sociedad vasca y que cada institución, partido o actor implicado haga un esfuerzo por hacer “todo lo que esté en sus manos” para consolidar el proceso.
Por tanto, considera que la iniciativa Hitzeman del Gobierno Vasco es “positiva”, en la medida que esta institución toma la iniciativa y la responsabilidad de contribuir a la reintegración en todo en “lo que esté a su alcance”.
Por ello, Lokarri ha hecho un llamamiento al diálogo y el consenso, ya que considera que “esfuerzos de este tipo no deben ser rechazados y criticados por definición”.
“El proceso de paz necesita de iniciativas constructivas. Ahora una respuesta adecuada por parte de todos es mostrar una voluntad de contraste y de llegar a acuerdos. Así, la presentación de este plan puede ser una oportunidad para que se alcance un consenso amplio para la reintegración de las personas presas”, ha manifestado.
A su parecer, las propias personas presas deben ser parte de “este ejercicio de diálogo y consenso y su contribución es fundamental, aunque evidentemente son ellas las que tienen que adoptar el compromiso de participar”.
Para el movimiento social, tanto el Gobierno vasco como otros actores del proceso de paz necesitan tener la posibilidad de dialogar y trabajar con ellas. Por ello, Lokarri considera “clave” que el Gobierno de España ponga fin a la política de dispersión y permita y facilite el contacto de las personas presas con instituciones, partidos y entidades de la sociedad vasca.
