Los peritos de De Miguel sugerirán que Alberdi “manipuló” las grabaciones para perjudicar al político
La semana que viene comparece en el juicio del 'caso De Miguel' la denunciante de la trama, la empresaria y abogada Ainhoa Alberdi. En 2009 acusó a los dirigentes del PNV alavés Alfredo de Miguel y Aitor Tellería de haberla extorsionado para que pasara por caja, para que les abonara una comisión de 100.000 euros tras la adjudicación de un contrato en el parque tecnológico de Miñano. Alberdi acudió a sede de la Fiscalía con pruebas, fundamentalmente correos y también una grabadora con archivos de audio en los que se escucha que las comisiones son una práctica “dentro de lo normal”. Antes de la esperada declaración de Alberdi, siguen pasando por la Audiencia Provincial de Álava ertzainas que participaron en la investigación bajo las órdenes del juez Roberto Ramos. Dos de los que han depuesto este lunes, los agentes 3133 y 4234, trabajaron con la grabadora Olympus que entregó Alberdi. Frente a ellos, los abogados de los imputados, especialmente Gonzalo Susaeta, el defensor de De Miguel, mantiene como línea de defensa que no se garantizó la “cadena de custodia” de esa prueba incriminatoria fundamental, por lo que aspira a que no sea tenida en cuenta en la sentencia.
Susaeta entregó en febrero de 2015 un informe de 33 páginas elaborado por Evidentia Peritaje Informático que busca contrarrestar las periciales de los expertos de Ertzaintza, que extrajeron los audios de Alberdi, los transcribieron e incluso elaboraron informes explicativos complementarios a lo largo de la fase de instrucción. El contranálisis elaborado para la defensa de De Miguel sostiene como conclusión principal que “el nivel de ruido” en las grabaciones “es más alto de lo esperado”. Los peritos que firman el documento argumentan que ello puede deberse al uso de un micrófono de baja calidad o que el aparato estaba lejos de la conversación, aunque establecen como plausible otra teoría que acusa abiertamente a Alberdi de manipulación para perjudicar a los denunciados.
“El origen de este anómalo nivel de ruido también puede deberse a una 'regrabación' de las conversaciones. Efectivamente, una manera típica para manipular grabaciones es extraer las grabaciones originales de la grabadora, editarlas con un ordenador, reproducirlas en el mismo y regrabarlas en la grabadora como si fueran originales”, se lee en el informe de Evidentia, aunque admiten que “no es posible confirmar esta última hipótesis”.
La clave es que la grabadora Olympus modelo V5500 presenta una “falta de garantías de seguridad”. Explican los peritos que no hay rastro informático de los archivos que se modifican o si se alteran las fechas. “Por lo tanto, no es posible detectar que una grabación haya podido ser descargada, manipulada en un dispositivo externo como un ordenador y vuelta a grabar cambiando la hora para que simule la hora de la grabación original”, abundan los expertos José Navarro y Jonathan Barajas, que están citados en el juicio para el próximo 13 de marzo.
El ertzaina 4234 ha explicado en el juicio cómo se entregó esta grabadora a los peritos designados por De Miguel. Fue en 2013 y los expertos de la defensa, en presencia de él mismo y del secretario judicial, pudieron encender la grabadora, modificar su fecha para ponerla al día y regrabar en un ordenador los audios.
Los peritos de Sánchez Alegría, aún más contudentes
El de De Miguel no es el único contrainforme sobre las grabaciones. También encargó uno la defensa de Julián Sánchez Alegría, quien fuera presidente de la red de parques tecnológicos de Euskadi y que también está imputado en el 'caso Epsilon'. A Sánchez Alegría se le acusa, básicamente, de conocer por boca de Alberdi la extorsión y no sólo no denunciarla sino que, según la Fiscalía, pidió a De Miguel que fuera “discreto” en sus 'gestiones'.
Su letrado Adolfo Saiz envió al juzgado las conclusiones de una pericial elaborada por Graudio Forensics. Estos técnicos realizan un análisis no tanto del contenido como de la fuente sonora para sentenciar que las ondas de la voz de Alberdi son más claras y nítidas que la de sus interlocutores. Así pues, la defensa del ex alto cargo del Gobierno sostiene que hay “manipulación” de las pistas sonoras y que “afecta únicamente al interlocutor” de la denunciante.
La pericial de Sánchez Alegría plantea también una trascripción 'alternativa' a la de la Ertzaintza de la conversación grabada entre Alberdi y Sánchez Alegría. Los expertos sostienen que el agente que hizo esa labor omitió frases de Sánchez Alegría, entre ellas referencias a que estaba dispuesto a “denunciar” lo que le trasladaba su interlocutora.