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Reivindicativo arranque festivo
Ha arrancado Aste Nagusia 2017 y, además, de un modo muy reivindicativo. La pregonera y representante de la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak, Nati Ovelleiro, ha reivindicado un Bilbao “de acogida”, donde “nadie es ilegal” en el pregón que ha dado inicio a la semana grande, que cumple este año su cuadragésima edición. Asimismo, tras los atentados y antes de dar la bienvenida a los nueve días initerrumpidos de fiesta, Ovelleiro ha tenido un recuerdo para el pueblo catalán, al que ha enviado “un abrazo caluroso”.
La pregonera se ha asomado a la balconada del Teatro Arriaga de Bilbao minutos antes de las siete de la tarde, desde donde se ha dirigido a los numerosos congregados para celebrar el inicio de los nueve días ininterrumpidos de fiestas. El txupin ha sido lanzado por Ane Ortiz Ballesteros, de la comparsa internacionalista Askapeña.
Al iniciar sus palabras, la pregonera ha recordado, en euskera, a “quienes no han estado y querían venir” y, seguidamente, ha enviado un “caluroso abrazo al pueblo catalán”. Intercalando euskera y castellano, Ovelleiro ha declamado unos versos que han concluido entonando una canción: “Senegal, Siria, Ecuador, Nigeria, El Salvador. Hay sitio para todos en Bilbao y nadie es ilegal”.
La pregonera ha rechazado las fronteras, los alambres y ha defendido “del mundo a Bilbao y de Bilbao al mundo”, más conciertos “y menos concertinas, más rimas y menos minas”. También ha rechazado posibles agresiones sexuales, al recomendar “besos, caricias, ternuras... pongámonos finos y finas. Pero agresiones, no. Ni un susto más en las esquinas”, ha manifestado.
También ha censurado la “ley mordaza” al reclamar “menos pedir papeles y menos ley mordaza” y ha recordado al “migrante, parada, motero, desahuciada, ecologista, estudiante, comparsero y encarcelada”. Ovelleiro se ha referido a la capital vizcaína como a una “ciudad de acogida”, pero “no solo en fiestas”. “Gracias por abrir tus puertas. ¿Cómo aceptar fronteras y leyes funestas?”, se ha preguntado, para afirmar que “nadie es ilegal en Bilbao”.
Tras las palabras de la pregonera y el lanzamiento del txupin por parte de Ane Ortiz Ballesteros, Marijaia, símbolo de la Aste Nagusia, se ha asomado a la balconada donde, un año más, ha vuelto a bailar, jaleada por los congregados en la plaza.
La multitud ha permanecido todavía un tiempo ante el Teatro Arriaga antes de dirigirse a las txosnas instaladas en el recinto festivo, y que han sido inauguradas una hora después por Marijaia.
